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El Servicio Geológico Colombia (SGC) emitió un nuevo informe sobre la actividad del volcán nevado del Ruiz, que continúa en alerta amarilla. De acuerdo con la entidad, entre el 7 y el 13 de noviembre, el volcán continuó presentando un comportamiento inestable, caracterizado por niveles bajos a moderados en su actividad.
Los niveles de la actividad sísmica asociada al fracturamiento de roca en el interior del volcán fueron similares al número de sismos registrados y a la energía sísmica liberada. (Lea: Así es como la deforestación en la Amazonia reduce las lluvias en los Andes)
Dicha actividad se localizó principalmente en el cráter Arenas, a una distancia entre 7 y 14 km del cráter. Las profundidades de los sismos variaron entre 1 y 8 km con respecto a la cima del volcán. La mayor magnitud fue de 1,5, correspondiente al sismo del 7 de noviembre, que se presentó a las 04:52 a.m.
Durante el 9 y 13 de noviembre, el volcán alcanzó la emisión de vapor de agua y gases a la atmósfera que no se registraban desde mediados de 2022. La columna de gases o ceniza alcanzó una altura en vertical y dispersión de 1.800 y 2.200 metros (medidos sobre la cima del volcán) respectivamente.
“No se descarta que sigan ocurriendo emisiones de gases y ceniza que, de acuerdo con el régimen de vientos que impere en el momento de la emisión, se dispersen hacia centros poblados, generando afectación por caída de este material. Por otra parte, en este estado de alerta volcánica se pueden presentar algunos sismos que pueden ser sentidos”, indicó el SGC. (Lea: Uno de cada tres niños en el mundo vive en zonas donde hay escasez de agua)
Sobre la sismicidad relacionada con la actividad de fluidos en el interior de los conductos volcánicos, el SGC informó que disminuyó en el número de sismos registrados y aumentó en la energía sísmica liberada. Esto último fue notorio en los últimos dos días, debido a la mayor duración de algunas de las señales sísmicas.
“Los niveles de energía de este tipo de sismicidad fueron bajos a ocasionalmente moderados. Varias de las señales sísmicas estuvieron asociadas a emisiones de gases o ceniza a la atmósfera o cambios en la temperatura relativa del material emitido”. Estos fenómenos fueron confirmados a través de las cámaras utilizadas en el monitoreo del volcán o por reportes de personal del Parque Nacional Natural Los Nevados (PNNN).