En 2021, un volcán hizo erupción sin advertencia. La ciencia ahora sabe qué pasó

En mayo 22 del año pasado, el volcán Nyiragongo entró en erupción en la noche. Tomó por sorpresa a habitantes de Goma en la República Democrática del Congo, quienes tuvieron que salir rápidamente de sus casas. El suceso dejó 31 muertos, al menos 750 heridos y miles de desplazados.

En mayo 22 del año pasado, el volcán Nyiragongo entró en erupción en la noche. Tomó por sorpresa a habitantes de Goma en la República Democrática del Congo, quienes tuvieron que salir rápidamente de sus casas. El suceso dejó 31 muertos, al menos 750 heridos y miles de desplazados.

En los momentos después del desastre natural, las autoridades locales quedaron anonadas por el suceso. Solo seis años antes, en 2015, geólogos habían instalado equipos sísmicos alrededor del volcán para detectar señalas de advertencia antes de una erupción. Usualmente, se pueden detectar pequeños terremotos, la salida de gases nocivos u otros cambios en el comportamiento usual del volcán.

Erupciones anteriores del mismo Nyiragongo, en 1997 y 2002, mataron a cientos de personas, pero estuvieron precedidas por señales de que el magma estaba a punto de salir a la superficie. Por ejemplo, hubo grandes terremotos, convulsiones en los lagos de lava próximos al lugar y la erupción de un volcán cercano: el Nyamulagira. (También puede leer: Estos gusanos bautizados en honor a Elvis Presley viven en el fondo del mar)

Pero en mayo de 2021, nada parecido había sucedido. ¿Qué pasó, entonces? ¿Por qué no se detectaron signos de alerta? Estas fueron algunas de las preguntas que un equipo de investigadores apunta a responder en un nuevo estudio, publicado en la revista Nature. Los científicos señalan que esta erupción fue iniciada por la ruptura del edificio volcánico, es decir, la estructura principal de un volcán sobre la Tierra, hecha por la acumulación de materiales como el magma.

Infirieron, además, que esta ruptura pudo haber sido el resultado del estrés que se acumuló en el núcleo volcánico por calor y presión del magma abajo. En otras palabras, este magma almacenado abrió un camino o dique en el flanco del volcán. Este dique pudo ser lo que rompió la superficie del volcán.

Es probable, además, que el magma estuviera ya cerca de la superficie, por lo que no tuvo que viajar mucho antes de comenzar a caer en cascada por la ladera de la montaña. “La erupción comenzó menos de 40 minutos después del primer evento sísmico anómalo detectable. Incluso para los observatorios de volcanes mejor preparados, ese tiempo sería extremadamente corto”, escribieron los investigadores. (Le puede interesar: James Webb muestra cómo es el nacimiento de estrellas en la nebulosa de la Tarántula)

“Este es un volcán extraño”, dijo Benoît Smets, coautor del estudio, a The New York Times. Las características del volcán hacen que los métodos tradicionales de monitoreo “no podrán detectar este tipo de erupciones”, explica Smets. Eso hace que sea más peligroso de lo que se pensaba y, por eso, los investigadores sugieren que el equipo de monitoreo sísmico del futuro tendrá que estar adaptado a cada volcán.

El equipo de científicos espera que, al estudiar otros volcanes atípicos, la tecnología mejorada del futuro pueda detectar anomalías, para poder predecir desastres como el de Nyiragongo y salvar vidas. Pero para la geofísica Emily Montgomery-Brown, la enseñanza de este episodio es, tal vez, que “hay cosas que nunca podremos pronosticar”, señaló a The New York Times.

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