En Colombia no estuvo el monstruo del Lago Ness, pero sí hubo uno parecido
Se estima que hace más de 100 millones de años habitó un gigante reptil marino en los mares que cubrían lo que hoy conocemos como Boyacá. Así era este animal.
¿Alguna vez han oído de la leyenda del monstruo del Lago Ness? A grandes rasgos se trata de una historia del siglo VII, que apareció por primera vez en el texto Vida de San Columba. En este se narra que un santo irlandés, que lleva ese nombre, salvó a un hombre que estaba siendo atacado por una criatura marina en este lago de Escocia.
Desde entonces hay quienes creen que allí habita un animal extraño que en ocasiones ha sido descrito como un pez enorme y en otras como un reptil parecido a un cocodrilo. (Lea: Mono, víctima del tráfico ilegal y atacado por su manada, recuperó su movilidad)
Para algunos ha surgido la duda si este animal estuvo en Colombia, pero el Servicio Geológico Colombiano (SGC) aclaró que esto no es cierto. Lo que sí habitó en el país, específicamente en los mares que cubrían lo que hoy conocemos como Boyacá, fue un gigante reptil marino llamado Callawayasaurus colombiensis.
Se trataba de un animal con características similares a la del mítico monstruo del Lago Ness. El SGC lo describe como un reptil marino de cuello largo que se alimentaba de peces pequeños, amonitas (parecidas a los calamares) y bivalvos (una clase de moluscos).
Sus mandíbulas estaban llenas de muchísimos dientes súper filosos y puntiagudos como agujas. Sus fosas nasales, llamadas “narinas”, estaban ubicadas cerca a los ojos. (Lea: Científicos vuelven a ver este pez “raro” después de 25 años)
El reptil medía entre ocho y diez metros de largo, de los cuales tres eran solo el cuello. Pero su cabeza solo tenía 35 centímetros. Su peso era de cuatro toneladas, equivalente a cuatro carros.
Este animal tenía 40 vértebras cervicales, un número elevado elevado teniendo en cuenta que los mamíferos (entre ellos los humanos) tienen apenas siete.
Se estima que este reptil, que hacía parte de plesiosaurios, vivió entre 121 y 113 millones de años atrás, y se extinguió junto con los dinosaurios sin dejar ningún descendiente o linaje. (Lea: El alcohol no hace que las personas parezcan más guapas, pero da más valor para hablarles)
Sus restos fósiles fueron encontrados en Villa de Leyva, Boyacá, en la década de los 40, y ahora quienes deseen visitarlos lo pueden hacer en el Museo Geológico Nacional “José Royo y Gómez”, ubicado en Bogotá.
El fósil original del cráneo del animal salió del país en la década de los 50 y estuvo en el Museo de Paleontología de la Universidad de California, en Berkeley por casi 70 años. Fue hasta 2018 que regresó al país.
¿Alguna vez han oído de la leyenda del monstruo del Lago Ness? A grandes rasgos se trata de una historia del siglo VII, que apareció por primera vez en el texto Vida de San Columba. En este se narra que un santo irlandés, que lleva ese nombre, salvó a un hombre que estaba siendo atacado por una criatura marina en este lago de Escocia.
Desde entonces hay quienes creen que allí habita un animal extraño que en ocasiones ha sido descrito como un pez enorme y en otras como un reptil parecido a un cocodrilo. (Lea: Mono, víctima del tráfico ilegal y atacado por su manada, recuperó su movilidad)
Para algunos ha surgido la duda si este animal estuvo en Colombia, pero el Servicio Geológico Colombiano (SGC) aclaró que esto no es cierto. Lo que sí habitó en el país, específicamente en los mares que cubrían lo que hoy conocemos como Boyacá, fue un gigante reptil marino llamado Callawayasaurus colombiensis.
Se trataba de un animal con características similares a la del mítico monstruo del Lago Ness. El SGC lo describe como un reptil marino de cuello largo que se alimentaba de peces pequeños, amonitas (parecidas a los calamares) y bivalvos (una clase de moluscos).
Sus mandíbulas estaban llenas de muchísimos dientes súper filosos y puntiagudos como agujas. Sus fosas nasales, llamadas “narinas”, estaban ubicadas cerca a los ojos. (Lea: Científicos vuelven a ver este pez “raro” después de 25 años)
El reptil medía entre ocho y diez metros de largo, de los cuales tres eran solo el cuello. Pero su cabeza solo tenía 35 centímetros. Su peso era de cuatro toneladas, equivalente a cuatro carros.
Este animal tenía 40 vértebras cervicales, un número elevado elevado teniendo en cuenta que los mamíferos (entre ellos los humanos) tienen apenas siete.
Se estima que este reptil, que hacía parte de plesiosaurios, vivió entre 121 y 113 millones de años atrás, y se extinguió junto con los dinosaurios sin dejar ningún descendiente o linaje. (Lea: El alcohol no hace que las personas parezcan más guapas, pero da más valor para hablarles)
Sus restos fósiles fueron encontrados en Villa de Leyva, Boyacá, en la década de los 40, y ahora quienes deseen visitarlos lo pueden hacer en el Museo Geológico Nacional “José Royo y Gómez”, ubicado en Bogotá.
El fósil original del cráneo del animal salió del país en la década de los 50 y estuvo en el Museo de Paleontología de la Universidad de California, en Berkeley por casi 70 años. Fue hasta 2018 que regresó al país.