En fotos: así reaccionaron los ganadores de los Nobel al enterarse de la noticia
A varios de los galardonados con los premios Nobel de Medicina, Física y Química, la llamada los despertó. Algunos de ellos creyeron que se trataba de una broma o de un error. Un par de ellos se enteraron de su premio por otras personas.
Quien realmente respondió la llamada en la que la Real Academia de las Ciencias de Suecia le iba a comunicar a Katalin Karikó que había sido galardonada con el premio Nobel de Medicina 2023, fue su esposo. Cuando lograron contactarse con ella, pensó que se trataba de una broma, pero al escuchar todos los detalles que daban sobre su investigación en el desarrollo de las vacunas de ARNm contra el covid-19, se dio cuenta de que era real: ¡había ganado el Nobel de Medicina de este año!
A su colega Drew Weissman, con quien lleva trabajando más de 15 años y a quien también reconocieron con el Nobel de Medicina, la llamada lo despertó y tuvo el mismo pensamiento que Karikó: “no estaba muy seguro de que fuera real, creíamos que quizás era alguien haciendo una broma”, le dijo a la organización de los Nobel un par de horas después de haber recibido la llamada. (Puede leer: Premio Nobel de Medicina para los pioneros de la vacuna de ARNm contra el covid-19)
Tanto Karikó como Weissman, compañeros de trabajo y quienes fueron galardonados con el primer Nobel del año, fueron elegidos “por sus descubrimientos sobre modificaciones de bases de nucleósidos que permitieron el desarrollo de vacunas de ARNm eficaces contra el covid-19″, según explicó el comité. (Le puede interesar:
Al día siguiente, en las primeras horas de la mañana del martes (3 de octubre), Anne L’Huillier se encontraba impartiendo una conferencia en la Universidad de Lund (Suecia). Las primeras llamadas realizadas por la Real Academia no fueron contestadas. Fue solo hasta un descanso que notó las llamadas perdidas. Cuando por fin pudo responder el teléfono, la voz al otro lado le dio a conocer que, junto a Pierre Agostini y Ferenc Krausz, había sido elegida como Premio Nobel de Física 2023.
“Mis estudiantes estaban muy felices, fue muy entretenido, aunque traté de seguir con mi lección”, le contó horas después L’Huillier a la organización de los Premios Nobel. Varias imágenes que circulan por redes sociales, dan cuenta de que L’Huillier, la quinta mujer en ganar el Nobel de Física, continúo normalmente con su clase.
Por su parte, Ferenc Krausz, colega de L’Huillier, se encontraba en su casa preparándose para el día que recién comenzaba. Al preguntarle cuál fue la reacción que tuvo al responder la llamada, el científico que se encuentra afiliado al Instituto Max Planck de Óptica Cuántica, en Garching (Alemania), respondió que no estaba seguro de si estaba soñando o si era la realidad. Horas después de haber recibido la noticia, reconoció que era una pregunta que seguía haciéndose.
Sobre el físico frances Pierre Agostini, no hay fotos del momento exacto en el que recibió la llamada. En gran parte se debe al hecho de que ni siquiera la Real Academia de las Ciencias de Suecia pudo contactarse con él para darle la noticia.
Encontrar a Agostini no es una tarea fácil. Para obtener sus primeras reacciones, la organización del premio tuvo que contactarse primero con Dawn Larzelere, funcionaria de la Universidad Estatal de Ohio (EE. UU.) de donde el físico es investigador. Gracias a la mujer, se pudo establecer una llamada con Agostini. Allí, contó que fue a través de su hija que se enteró de su galardón: “Mi hija me llamó y me preguntó ‘¿es verdad? ¿Acabo de verlo en Google?’. Yo pensé que se trataba de un error”.
Agostini, Krausz y L’Huillier, recibieron el Nobel por, en palabras del comité, sus “métodos experimentales que generan pulsos de luz de attosegundos para el estudio de la dinámica de los electrones en la materia”. Para hacerse una idea de la duración de un attosegundo, basta recordar que hay tantos attosegundos en un segundo como segundos ha habido desde el inicio del universo. Se trata de “destellos” que duran una quintillónésima de segundo. Siendo un poco más precisos, un attosegundo equivale a 0,000000000000000001 segundos. (Le puede interesar: Nobel de Física a quienes nos abrieron la puerta al mundo de los electrones)
En la madrugada del miércoles (4 de octubre), una llamada despertó a Moungi G. Bawendi. Aunque al inicio no estaba seguro de si la noticia que le estaban comunicando era cierta, con el pasar de los segundos comprendió que había ganado el Premio Nobel de Química de este año. “Definitivamente, es una gran manera de despertarse, no me lo esperaba, pero está bastante bien”.
Al igual que L’Huillier, Bawendi, que es francés pero vive en Estados Unidos, celebró su Nobel dictando su clase de las 9:00 de la mañana en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, o MIT, por sus siglas en inglés.
A su colega Louis E. Brus, le pasó lo opuesto. Su teléfono no dejaba de sonar, pero él estaba intentando dormir. En un punto, se dio cuenta de que no era algo normal y finalmente decidió atender las llamadas. “Era una estación de televisión de Miami, creo. Querían saber cuál era mi reacción. Ellos fueron los primeros en decirme”, le contó el científico estadounidense horas después a la organización de los Premios.
Por último, al ruso Alexei I. Ekimov, el tercer ganador del Premio Nobel de Química, también lo despertó la llamada de los miembros de la Real Academia de las Ciencias de Suecia. “Eran las 5:00 de la manaña, si no antes, cuando recibí la llamada. Lo primero que hice fue despertarme”, aseguró entre risas el científico.
Los químicos fueron premiados por el descubrimiento y desarrollo de unas partículas que hoy son fundamentales para muchos de nosotros: los llamados puntos cuánticos. Sus propiedades únicas permiten que veamos los partidos de la selección de Colombia en las pantallas de televisión, que leamos este artículo en un computador o que caminemos de noche bajo la luz de las lámparas LED. (Puede interesarle: Nobel de Química para quienes descubrieron las partículas que revolucionaron la TV)
Como explicó el comité del Nobel, “estos puntos cuánticos ahora iluminan monitores de computadora y pantallas de televisión basadas en tecnología QLED. También añaden matices a la luz de algunas lámparas LED, y los bioquímicos y médicos las utilizan para mapear el tejido biológico”.
Quien realmente respondió la llamada en la que la Real Academia de las Ciencias de Suecia le iba a comunicar a Katalin Karikó que había sido galardonada con el premio Nobel de Medicina 2023, fue su esposo. Cuando lograron contactarse con ella, pensó que se trataba de una broma, pero al escuchar todos los detalles que daban sobre su investigación en el desarrollo de las vacunas de ARNm contra el covid-19, se dio cuenta de que era real: ¡había ganado el Nobel de Medicina de este año!
A su colega Drew Weissman, con quien lleva trabajando más de 15 años y a quien también reconocieron con el Nobel de Medicina, la llamada lo despertó y tuvo el mismo pensamiento que Karikó: “no estaba muy seguro de que fuera real, creíamos que quizás era alguien haciendo una broma”, le dijo a la organización de los Nobel un par de horas después de haber recibido la llamada. (Puede leer: Premio Nobel de Medicina para los pioneros de la vacuna de ARNm contra el covid-19)
Tanto Karikó como Weissman, compañeros de trabajo y quienes fueron galardonados con el primer Nobel del año, fueron elegidos “por sus descubrimientos sobre modificaciones de bases de nucleósidos que permitieron el desarrollo de vacunas de ARNm eficaces contra el covid-19″, según explicó el comité. (Le puede interesar:
Al día siguiente, en las primeras horas de la mañana del martes (3 de octubre), Anne L’Huillier se encontraba impartiendo una conferencia en la Universidad de Lund (Suecia). Las primeras llamadas realizadas por la Real Academia no fueron contestadas. Fue solo hasta un descanso que notó las llamadas perdidas. Cuando por fin pudo responder el teléfono, la voz al otro lado le dio a conocer que, junto a Pierre Agostini y Ferenc Krausz, había sido elegida como Premio Nobel de Física 2023.
“Mis estudiantes estaban muy felices, fue muy entretenido, aunque traté de seguir con mi lección”, le contó horas después L’Huillier a la organización de los Premios Nobel. Varias imágenes que circulan por redes sociales, dan cuenta de que L’Huillier, la quinta mujer en ganar el Nobel de Física, continúo normalmente con su clase.
Por su parte, Ferenc Krausz, colega de L’Huillier, se encontraba en su casa preparándose para el día que recién comenzaba. Al preguntarle cuál fue la reacción que tuvo al responder la llamada, el científico que se encuentra afiliado al Instituto Max Planck de Óptica Cuántica, en Garching (Alemania), respondió que no estaba seguro de si estaba soñando o si era la realidad. Horas después de haber recibido la noticia, reconoció que era una pregunta que seguía haciéndose.
Sobre el físico frances Pierre Agostini, no hay fotos del momento exacto en el que recibió la llamada. En gran parte se debe al hecho de que ni siquiera la Real Academia de las Ciencias de Suecia pudo contactarse con él para darle la noticia.
Encontrar a Agostini no es una tarea fácil. Para obtener sus primeras reacciones, la organización del premio tuvo que contactarse primero con Dawn Larzelere, funcionaria de la Universidad Estatal de Ohio (EE. UU.) de donde el físico es investigador. Gracias a la mujer, se pudo establecer una llamada con Agostini. Allí, contó que fue a través de su hija que se enteró de su galardón: “Mi hija me llamó y me preguntó ‘¿es verdad? ¿Acabo de verlo en Google?’. Yo pensé que se trataba de un error”.
Agostini, Krausz y L’Huillier, recibieron el Nobel por, en palabras del comité, sus “métodos experimentales que generan pulsos de luz de attosegundos para el estudio de la dinámica de los electrones en la materia”. Para hacerse una idea de la duración de un attosegundo, basta recordar que hay tantos attosegundos en un segundo como segundos ha habido desde el inicio del universo. Se trata de “destellos” que duran una quintillónésima de segundo. Siendo un poco más precisos, un attosegundo equivale a 0,000000000000000001 segundos. (Le puede interesar: Nobel de Física a quienes nos abrieron la puerta al mundo de los electrones)
En la madrugada del miércoles (4 de octubre), una llamada despertó a Moungi G. Bawendi. Aunque al inicio no estaba seguro de si la noticia que le estaban comunicando era cierta, con el pasar de los segundos comprendió que había ganado el Premio Nobel de Química de este año. “Definitivamente, es una gran manera de despertarse, no me lo esperaba, pero está bastante bien”.
Al igual que L’Huillier, Bawendi, que es francés pero vive en Estados Unidos, celebró su Nobel dictando su clase de las 9:00 de la mañana en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, o MIT, por sus siglas en inglés.
A su colega Louis E. Brus, le pasó lo opuesto. Su teléfono no dejaba de sonar, pero él estaba intentando dormir. En un punto, se dio cuenta de que no era algo normal y finalmente decidió atender las llamadas. “Era una estación de televisión de Miami, creo. Querían saber cuál era mi reacción. Ellos fueron los primeros en decirme”, le contó el científico estadounidense horas después a la organización de los Premios.
Por último, al ruso Alexei I. Ekimov, el tercer ganador del Premio Nobel de Química, también lo despertó la llamada de los miembros de la Real Academia de las Ciencias de Suecia. “Eran las 5:00 de la manaña, si no antes, cuando recibí la llamada. Lo primero que hice fue despertarme”, aseguró entre risas el científico.
Los químicos fueron premiados por el descubrimiento y desarrollo de unas partículas que hoy son fundamentales para muchos de nosotros: los llamados puntos cuánticos. Sus propiedades únicas permiten que veamos los partidos de la selección de Colombia en las pantallas de televisión, que leamos este artículo en un computador o que caminemos de noche bajo la luz de las lámparas LED. (Puede interesarle: Nobel de Química para quienes descubrieron las partículas que revolucionaron la TV)
Como explicó el comité del Nobel, “estos puntos cuánticos ahora iluminan monitores de computadora y pantallas de televisión basadas en tecnología QLED. También añaden matices a la luz de algunas lámparas LED, y los bioquímicos y médicos las utilizan para mapear el tejido biológico”.