Encuentran los restos de primeros jinetes a caballo del mundo
Un grupo de investigadores encontró esqueletos que tenían señales de haber montado a caballo, hace más o menos 5.000 años. Eran parte de la cultura predominantemente nómada yamna o yamnaya.
Un grupo de arqueólogos descubrió, por accidente, los restos de los que serían los primeros jinetes a caballo que cruzaron por el mundo. Los investigadores estudiaron los restos de esqueletos humanos hallados en túmulos funerarios (llamados kurganes), que tenían entre 4.500 y 5.000 años de antigüedad. Los entierros pertenecían a la cultura yamna o yamnaya.
Los 217 esqueletos analizados estaban en la estepa póntico-caspiana, una zona geográfica que se extiende aproximadamente desde Bulgaria hasta Kazajstán. De esa estepa emigraron los yamnayanos, hacia los actuales países de Rumanía y Bulgaria hasta Hungría y Serbia.
Los integrantes de esa cultura, predominantemente nómada, eran pastores de ganado vacuno y ovino, y ahora, se cree que también eran jinetes. Los hallazgos de la nueva investigación fueron publicados en la revista Science Advances. (También puede leer: Revelan un corredor perdido dentro de la Gran Pirámide de Guiza)
“La equitación parece haber evolucionado poco después de la supuesta domesticación de los caballos en las estepas de Eurasia occidental durante el cuarto milenio a.c. Ya era bastante común entre los miembros de la cultura Yamnaya entre el 3000 y el 2500 a.C.”, afirmó Volker Heyd, catedrático de Arqueología de la Universidad de Helsinki y miembro del equipo internacional que realizó el descubrimiento, en un comunicado.
Aunque, durante décadas, científicos han debatido cuándo se domesticaron los caballos, ahora hay una especie de consenso de que sucedió hace más o menos 5.000 años. El evento de domesticación de caballos fue un hito importante para la humanidad, ya que permitió, entre otras cosas, andar grandes distancias.
Sin embargo, los indicios que marcan el inicio de la domesticación de esos animales no son los mismos que se consideran al responder la pregunta de cuándo se empezaron a cabalgar. Por eso, Martin Trautmann, bioantropólogo en Helsinki y autor principal del estudio, habla de seis criterios que utilizaron para saber si los esqueletos tenían indicios de haber montado a caballo, llamado “síndrome de la equitación”.
“El diagnóstico de patrones de actividad en esqueletos humanos no es unívoco. No hay rasgos singulares que indiquen una determinada ocupación o comportamiento. Sólo en su combinación, como un síndrome, los síntomas aportan datos fiables para comprender las actividades habituales del pasado”, indicó en un comunicado. (Le puede interesar: Encuentran un insecto gigante de la era jurásica fuera de un Walmart en Arkansas)
Los seis criterios del síndrome son:
- Puntos de fijación de los músculos en la pelvis y el fémur;
- Cambios en la forma normalmente redonda de las cavidades de la cadera;
- Marcas de impronta causadas por la presión del borde acetabular sobre el cuello del fémur;
- El diámetro y la forma del eje del fémur;
- Degeneración vertebral causada por impactos verticales repetidos;
- Traumatismos que típicamente pueden ser causados por caídas, patadas o mordeduras de caballos.
En total, de los 156 individuos adultos de la muestra total, al menos 24 (15,4%) pueden clasificarse como “posibles jinetes”, mientras que cinco Yamnaya se califican como “jinetes muy probables”.
“La prevalencia bastante alta de estos rasgos en el registro de esqueletos, especialmente con respecto a la escasa completitud general, demuestra que estas personas montaban a caballo con regularidad”, afirmó Trautmann. Si esto fue cierto, agregaron los investigadores, es posible que sea la explicación de por qué esa cultura pudo emigrar tan eficientemente.
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Un grupo de arqueólogos descubrió, por accidente, los restos de los que serían los primeros jinetes a caballo que cruzaron por el mundo. Los investigadores estudiaron los restos de esqueletos humanos hallados en túmulos funerarios (llamados kurganes), que tenían entre 4.500 y 5.000 años de antigüedad. Los entierros pertenecían a la cultura yamna o yamnaya.
Los 217 esqueletos analizados estaban en la estepa póntico-caspiana, una zona geográfica que se extiende aproximadamente desde Bulgaria hasta Kazajstán. De esa estepa emigraron los yamnayanos, hacia los actuales países de Rumanía y Bulgaria hasta Hungría y Serbia.
Los integrantes de esa cultura, predominantemente nómada, eran pastores de ganado vacuno y ovino, y ahora, se cree que también eran jinetes. Los hallazgos de la nueva investigación fueron publicados en la revista Science Advances. (También puede leer: Revelan un corredor perdido dentro de la Gran Pirámide de Guiza)
“La equitación parece haber evolucionado poco después de la supuesta domesticación de los caballos en las estepas de Eurasia occidental durante el cuarto milenio a.c. Ya era bastante común entre los miembros de la cultura Yamnaya entre el 3000 y el 2500 a.C.”, afirmó Volker Heyd, catedrático de Arqueología de la Universidad de Helsinki y miembro del equipo internacional que realizó el descubrimiento, en un comunicado.
Aunque, durante décadas, científicos han debatido cuándo se domesticaron los caballos, ahora hay una especie de consenso de que sucedió hace más o menos 5.000 años. El evento de domesticación de caballos fue un hito importante para la humanidad, ya que permitió, entre otras cosas, andar grandes distancias.
Sin embargo, los indicios que marcan el inicio de la domesticación de esos animales no son los mismos que se consideran al responder la pregunta de cuándo se empezaron a cabalgar. Por eso, Martin Trautmann, bioantropólogo en Helsinki y autor principal del estudio, habla de seis criterios que utilizaron para saber si los esqueletos tenían indicios de haber montado a caballo, llamado “síndrome de la equitación”.
“El diagnóstico de patrones de actividad en esqueletos humanos no es unívoco. No hay rasgos singulares que indiquen una determinada ocupación o comportamiento. Sólo en su combinación, como un síndrome, los síntomas aportan datos fiables para comprender las actividades habituales del pasado”, indicó en un comunicado. (Le puede interesar: Encuentran un insecto gigante de la era jurásica fuera de un Walmart en Arkansas)
Los seis criterios del síndrome son:
- Puntos de fijación de los músculos en la pelvis y el fémur;
- Cambios en la forma normalmente redonda de las cavidades de la cadera;
- Marcas de impronta causadas por la presión del borde acetabular sobre el cuello del fémur;
- El diámetro y la forma del eje del fémur;
- Degeneración vertebral causada por impactos verticales repetidos;
- Traumatismos que típicamente pueden ser causados por caídas, patadas o mordeduras de caballos.
En total, de los 156 individuos adultos de la muestra total, al menos 24 (15,4%) pueden clasificarse como “posibles jinetes”, mientras que cinco Yamnaya se califican como “jinetes muy probables”.
“La prevalencia bastante alta de estos rasgos en el registro de esqueletos, especialmente con respecto a la escasa completitud general, demuestra que estas personas montaban a caballo con regularidad”, afirmó Trautmann. Si esto fue cierto, agregaron los investigadores, es posible que sea la explicación de por qué esa cultura pudo emigrar tan eficientemente.
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