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En abril de este año se esperaba que aterrizara con éxito la nave espacial japonesa Hakuto-R Mission 1 Lunar Lander, pero, cuando estaba en posición vertical para aproximarse a la superficie lunar, se perdió la comunicación. Los científicos de Ispace no tenían datos que indicaran un aterrizaje. (Lea: La nave privada japonesa que pretendía alunizar, probablemente se estrelló)
Desde ese entonces no se tenía información de la nave espacial, pero la principal hipótesis que manejaban era que probablemente se estrelló. Recientemente la NASA, tras analizar varias imágenes, confirmó que la nave se detuvo cerca de su lugar de aterrizaje y que se rompió, en al menos, cuatro piezas grandes.
Estas imágenes fueron capturadas por el Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO), de la NASA, que días después sobrevoló la zona donde aterrizaría la nave espacial japonesa. En total capturaron 10 fotografías. Después, los científicos de la NASA compararon estas imágenes con fotos anteriores de la región con el objetivo de encontrar la zona donde había quedado la nave japonesa. (Puede leer: China es el mayor contribuyente a las revistas científicas. Supera a Estados Unidos)
Tras varios análisis, los investigadores notaron un detalle: había un cambio inusual en la superficie de esa zona de la Luna. En el comunicado, la NASA, señaló que “cuatro grandes trozos de escombros aparecen en las fotos del 26 de abril; estas piezas estaban ausentes en las fotos anteriores, lo que sugiere que de hecho son partes del módulo de aterrizaje en lugar de rocas u otras características naturales”.
En las imágenes, además, se puede ver un pequeño cráter nuevo cerca del sitio donde se encontraron los rastros de la nave. (Lea también: Elonk Musk dice que está autorizado para probar sus implantes cerebrales en humanos)
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