Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
En el extremo noroccidental de la meseta tibetana, una vasta región entre el Tíbet y China, por encima de los 6.000 metros de altura, se encuentra el glaciar Guliya, catalogado por muchos científicos como uno de los archivos más ricos que existen en el planeta para investigar los cambios paleoclimáticos a gran escala.
Hace unos meses, un grupo de investigadores de la Universidad Estatal de Ohio estuvo perforando las capas de hielo que se encuentran en este glaciar con el fin de analizar cómo los virus que se encuentran alojados allí respondieron a los cambios en el clima que se han presentado en el pasado.
ZhiPing Zhong, investigador de la Universidad Estatal de Ohio, lo explica de esta manera: “El hielo glaciar es muy valioso, y a menudo no disponemos de las grandes cantidades de material necesarias para la investigación de virus y microbios”.
Por eso, un grupo de científicos liderados por Zhong, analizó las muestras recuperadas del glaciar Guliya y pudo reconstruir los fragmentos de ADN vírico que quedaron en su interior, lo que les llevó a identificar más de 1.700 virus, de los que más de 1.200 son de reciente descubrimiento.
Algunos de estos virus, exponen los investigadores en un artículo publicado en la revista Nature Geoscience, “proporcionan instantáneas prístinas de cómo se comportaron los virus durante tres periodos de frío a calor en los últimos 41.000 años”.
Como explica Zhong, “antes de este trabajo, no se había investigado cómo se relacionaban los virus con los cambios a gran escala del clima terrestre”.
Cabe aclarar, como lo advierten los científicos, que perforar el hielo prehistórico no tiene implicaciones para la salud de los humanos, pues los virus allí encontrados infectaron a otros microbios dominantes, pero no a humanos u animales.
De los tipos de virus nuevos hallados, a los investigadores les llamó la atención una comunidad de virus que data de hace unos 11.500 años, una época en la que se produjo una transición climática drástica, de la Última Etapa Glacial fría a un cálido Holoceno.
Aunque los resultados no son concluyentes todavía, los científicos consideran que “esto sugiere que los microorganismos reaccionaron a los cambios climáticos cuando las temperaturas globales pasaron de frías a cálidas”. Para Zhong, “esto indica al menos la posible conexión entre los virus y el cambio climático”.
El equipo de investigadores también pudo identificar que, aunque la mayoría de los virus encontrados eran exclusivos de Guliya, poco más de 400 también habían sido identificados en otras zonas del mundo. A los ojos de Zhong, “esto significa que algunos de ellos podrían haber sido transportados desde zonas como Oriente Próximo o incluso el Ártico”.
Si bien esta información ayuda a entender cómo se adaptaron los virus hace miles de años, también ofrece información vital para predecir cómo podrían reaccionar los virus modernos ante el calentamiento global que enfrenta el planeta.
👩🔬📄 ¿Quieres conocer las últimas noticias sobre ciencia? Te invitamos a verlas en El Espectador. 🧪🧬