Encuentran un huevo de hace 1.700 años con su contenido todavía intacto
“Con su centro líquido intacto, es el único ejemplar de este tipo que se conoce en el mundo”, explicaron los investigadores que lo hallaron en Inglaterra.
Durante nueve años, entre 2007 y 2016, un grupo de arqueólogos británicos estuvo excavando cerca de la ciudad de Aylesbury, la capital del condado de Buckinghamshire, en el sureste de Inglaterra. Lo hacían porque en la zona se construiría una nueva urbanización. (Puede leer: Identifican una galaxia de hace 11.000 millones de años que “no debería existir”)
Tras los trabajos, explica el Consejo de Buckinghamshire, se reveló que la zona había sido centro de una intensa actividad humana que se desarrolló desde principios del Neolítico, entre el 6000 a. C. al 4000 a. C., hasta el período posmedieval “con un enfoque particular en el importante papel del sitio en el periodo romano”.
Pese a que los trabajos de excavación concluyeron en 2016 y el documento en el que se compilaron los hallazgos fue publicado en 2019, hace unos meses, un grupo de investigadores hizo un hallazgo que tiene maravillados a los arqueólogos británicos. “El trabajo no termina cuando los arqueólogos abandonan el yacimiento. Los trabajos posteriores a la excavación, el análisis y la publicación pueden durar muchos años, y a menudo la investigación sobre yacimientos, artefactos y temas continúa mucho después de que las obras hayan finalizado”, explicó hace unos días el Consejo de Buckinghamshire. (Le puede interesar: Ya está abierta la convocatoria al “Programa Orquídeas: mujeres en la Ciencia”)
Para entender el reciente descubrimiento, hay que remontarse unos años atrás, cuando todavía se estaban llevando excavaciones en Aylesbury. Un día, en una gran fosa romana, se hallaron distintos objetos, “como un alijo de huevos, una cesta tejida, vasijas de cerámica, monedas, zapatos de cuero y huesos de animales”, describe el Consejo.
A los arqueólogos les llamó fuertemente la atención los cuatro huevos que se encontraron, a pesar de que tres de ellos se rompieron, desprendiendo “un olor increíblemente sulfuroso”, cuentan los investigadores. Sin embargo, el huevo que quedo intacto ha sido objeto de estudio desde entonces. (También puede leer: La ciencia dice que las fallas geológicas no tienen que ver con constructores)
Aunque no se sabe el origen del huevo, se presume que es de una gallina. De lo que sí se tiene certeza, gracias a análisis recientes, es de su contenido. Producto de una investigación adelantada por Dana Goodburn-Brown, de DGB Conservation, se pudo confirmar que este aún está lleno de líquido y de una burbuja de aire.
“Todos nos quedamos asombrados al enterarnos de que el huevo es aún más raro de lo que pensábamos y que, con su centro líquido intacto, es el único ejemplar de este tipo que se conoce en el mundo”, cuentan desde el Consejo de Buckinghamshire. Según señalaron algunos investigadores, ahora están concentrados en encontrar la manera de seguir investigando el huevo para tener en cuenta, entre otras cosas, el almacenamiento a largo plazo.
Durante nueve años, entre 2007 y 2016, un grupo de arqueólogos británicos estuvo excavando cerca de la ciudad de Aylesbury, la capital del condado de Buckinghamshire, en el sureste de Inglaterra. Lo hacían porque en la zona se construiría una nueva urbanización. (Puede leer: Identifican una galaxia de hace 11.000 millones de años que “no debería existir”)
Tras los trabajos, explica el Consejo de Buckinghamshire, se reveló que la zona había sido centro de una intensa actividad humana que se desarrolló desde principios del Neolítico, entre el 6000 a. C. al 4000 a. C., hasta el período posmedieval “con un enfoque particular en el importante papel del sitio en el periodo romano”.
Pese a que los trabajos de excavación concluyeron en 2016 y el documento en el que se compilaron los hallazgos fue publicado en 2019, hace unos meses, un grupo de investigadores hizo un hallazgo que tiene maravillados a los arqueólogos británicos. “El trabajo no termina cuando los arqueólogos abandonan el yacimiento. Los trabajos posteriores a la excavación, el análisis y la publicación pueden durar muchos años, y a menudo la investigación sobre yacimientos, artefactos y temas continúa mucho después de que las obras hayan finalizado”, explicó hace unos días el Consejo de Buckinghamshire. (Le puede interesar: Ya está abierta la convocatoria al “Programa Orquídeas: mujeres en la Ciencia”)
Para entender el reciente descubrimiento, hay que remontarse unos años atrás, cuando todavía se estaban llevando excavaciones en Aylesbury. Un día, en una gran fosa romana, se hallaron distintos objetos, “como un alijo de huevos, una cesta tejida, vasijas de cerámica, monedas, zapatos de cuero y huesos de animales”, describe el Consejo.
A los arqueólogos les llamó fuertemente la atención los cuatro huevos que se encontraron, a pesar de que tres de ellos se rompieron, desprendiendo “un olor increíblemente sulfuroso”, cuentan los investigadores. Sin embargo, el huevo que quedo intacto ha sido objeto de estudio desde entonces. (También puede leer: La ciencia dice que las fallas geológicas no tienen que ver con constructores)
Aunque no se sabe el origen del huevo, se presume que es de una gallina. De lo que sí se tiene certeza, gracias a análisis recientes, es de su contenido. Producto de una investigación adelantada por Dana Goodburn-Brown, de DGB Conservation, se pudo confirmar que este aún está lleno de líquido y de una burbuja de aire.
“Todos nos quedamos asombrados al enterarnos de que el huevo es aún más raro de lo que pensábamos y que, con su centro líquido intacto, es el único ejemplar de este tipo que se conoce en el mundo”, cuentan desde el Consejo de Buckinghamshire. Según señalaron algunos investigadores, ahora están concentrados en encontrar la manera de seguir investigando el huevo para tener en cuenta, entre otras cosas, el almacenamiento a largo plazo.