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Hace unos días, la Colección Arqueológica Estatal de Baviera, en Alemania, anunció el hallazgo de una rarísima moneda, conocida como “copa arco iris”, y que habría sido acuñada por algún grupo de celtas hace ya más de 2.000 años. (Puede leer: Bajo tierra, el trabajo en equipo de los robots salva el día)
Lo particular de esta moneda, según explicó el jefe de numismática —coleccionismo de monedas— de la Colección Arqueológica Estatal, Bernward Ziegaus, es que presenta “un diseño poco común de una estrella de cuatro puntas rodeada de arcos en una de sus caras”.
La moneda, que habría sido acuñada entre el siglo II o I a.C., recibe su nombre de “copa de arco iris”, “por la leyenda que señala que son gotas de oro que caen a la tierra al final de un arco iris”, le dijo Ziegaus al medio Live Science. (Le puede interesar: Descubren extraña explosión cósmica tan brillante como 100.000 millones de soles)
Pero esta no es la única leyenda que rodea a estas monedas, según contó el experto. “Otra leyenda sobre estas monedas celtas cuenta que estas monedas solo pueden ser encontradas por los niños del domingo”, también conocidos como niño de la fortuna.
“De hecho, el descubridor nació un domingo y es, en efecto, un niño dominguero, ¡un niño de la suerte!”, comentó Ziegaus a Live Science. De acuerdo con la Colección, un hombre, colaborador de las autoridades arqueológicas, encontró la moneda a orillas del río Lech, a 70 kilómetros de Múnich. (También puede leer: Los humanos no somos los únicos primates que engordamos)
Con el reciente hallazgo, solo se conocen tres monedas de este tipo, lo que, explica Ziegaus, dificulta la interpretación del motivo que llevan acuñado. Sin embargo, por su conocimiento en la materia, se atrevió a ofrecer un sentido de los grabados: “La estrella es quizá un símbolo de los cuatro puntos cardinales, los arcos deben entenderse como signos del horizonte y de la salida y puesta de la luna”.