Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
¿Cómo interpreta nuestro cerebro el silencio? ¿Podemos ‘escucharlo’? Es probable que estas parezcan preguntas filosóficas, pero un grupo de científicos, que acaba de publicar su investigación en la revista Proceedings of the of the National Academy of Sciences, apuntó a resolver esta duda.
¿Es posible que las personas realmente perciban un silencio? ¿O más bien solo infieren su presencia? Es decir, ¿el cerebro proceso el silencio como lo haría con el pito de un carro? ¿O clasifica como silencio el espacio de tiempo entre sonidos?
Los investigadores, entre los que hay psicólogos y filósofos, encontraron pistas de que es posible que nuestro cerebro, de hecho, ‘escucha’ el silencio. Para llegar a esta conclusión, el estudio aplicó una serie de ilusiones auditivas a unos 1.000 participantes. Estas se diseñaron para determinar si la mente reacciona de forma similar al silencio y al ruido. (También puede leer: Video: así se ven 5.000 galaxias que reveló el telescopio James Webb)
“El silencio, sea lo que sea, no es un sonido”, indicó a Scientific American Chaz Firestone, profesor adjunto de ciencias psicológicas y del cerebro en Johns Hopkins y coautor del trabajo. “Es la ausencia de sonido. Y, sin embargo, a menudo parece que lo oímos. Si el silencio no es realmente un sonido y, sin embargo, resulta que podemos oírlo, entonces la audición es algo más que un sonido”.
Dentro del experimento hubo varias ilusiones. Ahora, vamos a explicar la idea general de alguna de ellas, pero lo importante es la conclusión que los investigadores sacaron de estas. En la primera, conocida como “un sonido es más”, se les presentaron a los participantes un tono continuo y dos tonos separados por un corto silencio.
Después, se les preguntó cuál de esos dos fragmentos duraba más tiempo. Ambos, en realidad, sumaban la misma cantidad de tiempo. Los investigadores encontraron que, por lo general, la gente dijo que el tono continuo sonaba más largo que los dos tonos separados.
Los investigadores, después, invirtieron la ilusión. Es decir, les presentaron un silencio continuo (en medio de un tono) y dos silencios separados (también por un tono). Similarmente, la gente percibió el silencio continuo como más largo. (Le puede interesar: Identifican un exoplaneta que es ‘como un espejo’)
Esto puede sonar confuso, pero lo importante, para los investigadores, es que los resultados quieren decir que las ilusiones basadas en el silencio produjeron exactamente los mismos resultados que aquellas basadas en el sonido.
Como explicó Firestone a Agencia Sinc, esto “es una prueba fehaciente de que nuestros sistemas auditivos tratan los silencios de la misma forma que los sonidos, es decir, como eventos auditivos”. En general, para los investigadores esto quiere decir que nuestros cerebros emplean mecanismos similares para procesar tanto los sonidos como el silencio.
Ahora, el equipo se quiere enfocar en explorar la respuesta del cerebro a otras experiencias similares, como la falta de estímulos visuales o tácticos, para entender mejor cómo reacciona nuestro cerebro a estas ausencias y cómo puede percibir cuando no existen estímulos.
👩🔬📄 ¿Quieres conocer las últimas noticias sobre ciencia? Te invitamos a verlas en El Espectador. 🧪🧬