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Escribir los pensamientos en una hoja y botarla puede servir para reducir la ira

“Proponemos este método como una forma potente y sencilla de eliminar la ira”, dicen dos investigadores japoneses tras poner a prueba este método.

11 de abril de 2024 - 01:12 p. m.
Botar o triturar la hoja donde están escritos los pensamientos que generaron la ira, puede ayudar a reducir el sentimiento.
Botar o triturar la hoja donde están escritos los pensamientos que generaron la ira, puede ayudar a reducir el sentimiento.
Foto: Universidad de Nagoya
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Es muy probable que, ante algún problema personal, familiar o laboral, las personas sientan ira. El problema, es que si la ira es bastante intensa o frecuente, puede convertirse en un problema, y puede generar tensiones en las relaciones sociales.

También, como explica la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, “su presión arterial y ritmo cardíaco aumentan. Ciertos niveles hormonales se incrementan, provocando un estallido de energía. Esto nos permite reaccionar de forma agresiva cuando nos sentimos amenazados”.

Por esta razón, desde hace décadas se han examinado estrategias que sean eficaces para suprimir o neutralizar la ira. Desafortunadamente, dicen dos investigadores del Departamento de Ciencias Cognitivas y Psicológicas, de la Universidad de Nagoya (Japón), “muchas técnicas de manejo de la ira propuestas por especialistas carecen de respaldo de investigación empírica”. Otras, simplemente son difíciles de recordar.

Ante este panorama, e inspirados por una tradición cultural japonesa conocida como hakidashisara (hakidashi se refiere a purgar o escupir algo, y sara a un plato), Nobuyuki Kawai y Yuta Kanaya pusieron a prueba un método para reducir la ira que consiste en escribir en un papel las causas de la ira y deshacerse de él. Los resultados de su trabajo fueron publicados recientemente en la revista académica Scientific Reports.

El método utilizado fue sencillo. Un grupo de estudiantes escribió un texto corto sobre algún problema social. Su texto fue revisado por estudiantes de doctorado que, de manera intencional, dejaron valoraciones bajas sobre la redacción. Las evaluaciones finalizaban con el siguiente mensaje: “No puedo creer que una persona educada piense así. Espero que esta persona aprenda algo mientras esté en la universidad”.

Tras recibir los comentarios, se le pidió a los participantes escribir sus pensamientos y el hecho que lo provocaba. “Todos los participantes mostraron un mayor grado de enfado subjetivo tras recibir el comentario insultante”, explican los investigadores.

A la mitad de los participantes, aproximadamente unas 25 personas, se les pidió que tirarán el papel con sus pensamientos a una papelera o que se deshicieran de él en una trituradora. A la otra mitad, le solicitaron que lo guardara.

El enfado subjetivo del grupo que eliminó el papel “disminuyó hasta el nivel del periodo de referencia”, apuntaron los investigadores, mientras que en el grupo que retuvo la hoja seguía siendo superior al periodo de referencia. “Proponemos este método como una forma potente y sencilla de eliminar la ira”, concluyeron Kawai y Kanaya.

Para Kawai, esta técnica podrían aplicarla, por ejemplo, los empresarios, “escribiendo la fuente de la ira, como si se tomara una nota y luego la tirara a la basura cuando uno se siente enojado en una situación de negocios”.

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