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Hace un par de días un artículo publicado en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society (MNRAS) presentó una imagen de un agujero negro que ha causado sorpresa. En ella, apuntaron los autores, se puede observar el proceso de alimentación nuclear de este objeto.
La “foto” fue lograda gracias a imágenes del telescopio espacial Hubble y del Very Large Telescope (VLT), del Observatorio Europeo Austral (ESO) y el Atacama Large Millimetre Array (ALMA), en Chile.
“Los agujeros negros en los centros de las galaxias son los objetos más enigmáticos del Universo, no solo por la gigantesca cantidad de material que albergan, millones de veces la masa de nuestro Sol, sino también por la enorme concentración de este material en un espacio no más grande que el de nuestro Sistema Solar. Cuando capturan el material que se encuentra a su alrededor se vuelven activos y son capaces de eyectar cantidades prodigiosas de energía de su interior, aunque es difícil detectar al agujero negro en el momento de esta captura porque el proceso no es frecuente”, se lee en un comunicado publicado por el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), en España.
De hecho, la IAC fue una de las instituciones que lideró la investigación. A la cabeza estuvo la profesora Almudena Prieto, en compañía de Jakub Nadolny, Juan Fernández-Ontiveros y Mar Mezcua. En pocas palabras, descubrieron la existencia de esos filamentos que envuelven y alimentan los agujeros negros que se encuentran en el centro de s galaxias y que, señalan en el comunicado, “podrían ser la causa natural del oscurecimiento del centro de muchas galaxias cuando sus agujeros negros están activos”.
Con los datos provenientes de los diferentes telescopios lograron una “foto” en la que se puede observar “cómo se separan los filamentos de polvo para dirigirse directamente al centro de la galaxia, donde circulan y giran en espiral alrededor del agujero negro hasta que son tragados por él”.
“Esta red de telescopios nos proporciona una perspectiva completamente nueva de un agujero negro supermasivo gracias a las imágenes en alta resolución angular y a la visualización panorámica de su entorno, ya que nos permiten seguir el desvanecimiento de los filamentos de polvo precipitándose en su interior”, dijo la profesora Prieto.