Esta súper Tierra tiene un lado oscuro permanente
Un estudio reciente presenta evidencia sólida de que el exoplaneta LHS 3844b está sujeto a un bloqueo por mareas en rotación sincrónica. Utilizando observaciones del telescopio espacial Spitzer, se ha confirmado que este planeta muestra características consistentes con la teoría del bloqueo por mareas, donde un lado del planeta siempre está iluminado por la estrella, mientras que el otro permanece en completa oscuridad.
Desde hace mucho tiempo los astrónomos creen que existen exoplanetas (planetas que orbitan estrellas distintas al Sol) cuyas órbitas están bloqueadas por mareas en rotación sincrónica. Es decir, la fuerza de marea gravitatoria de la estrella madre sobre el exoplaneta es tan fuerte que detiene la rotación del planeta (la Luna, por ejemplo, está bloqueada por mareas en rotación sincrónica con la Tierra).
Por esta razón, un mismo lado de estos exoplanetas debería siempre mirar hacia su estrella, mientras que el lado opuesto debería siempre estar en la oscuridad. A pesar de que la evidencia teórica apunta a que esto es común en el Universo, había poca o ninguna evidencia empírica. Hasta ahora.
Un grupo de científicos acaba de publicar en The Astrophysical Journal evidencia de que la súper Tierra LHS 3844b es un exoplaneta bloqueado por mareas en rotación sincrónica: una super Tierra en donde en un lado siempre hay oscuridad y en otro siempre hay luz. LHS 3844b es una súper Tierra, lo que significa que es un planeta rocoso con un tamaño mayor que el de la Tierra pero menor que el de los gigantes como Júpiter.
LHS 3844b tiene un radio de 1,32 veces el de la Tierra y completa una órbita alrededor de su estrella en 11,1 horas. Observaciones realizadas con el telescopio espacial Spitzer han descartado varios escenarios atmosféricos probables para él. Estas observaciones indican que la atmósfera del planeta tiene un espesor general de menos de 1 a 10 barras (una unidad de presión atmosférica), lo que sugiere que la atmósfera es muy tenue o inexistente. (Puede ver: El cambio climático podría afectar nuestra concepción del tiempo)
Esto último es importante, dicen los científicos, porque elimina la posibilidad de que la rotación no sincrónica del planeta y la redistribución del calor atmosférico interfieran en el estudio del bloqueo por mareas en rotación sincrónica. “Esta es la evidencia más convincente que uno podría reunir con la información o la instrumentación actualmente existente”, le dijo a Nature Emily Rauscher, astrofísica teórica de la Universidad de Michigan en Ann Arbor (Estados Unidos). A partir de observaciones y de modelos en donde se analizó la curva de brillo de LHS 3844b (cómo brilla en diferentes momentos), los científicos concluyen que la rotación no sincrónica (donde el planeta gira más rápido que su órbita) como la de Mercurio sería imposible debido al calentamiento excesivo que causaría, lo que sugiere que está bloqueado.
Los datos del telescopio Spitzer sugieren que el planeta puede estar siendo calentado por mareas o haber sido erosionado por el espacio. Los investigadores creen que LHS 3844b podría ser similar a la Luna y Mercurio en nuestro sistema solar, con una superficie oscurecida y erosionada y proponen que futuras observaciones puedan confirmar estas ideas, incluyendo mediciones de velocidad radial para entender mejor su órbita y la presencia de compañeros planetarios, y observaciones con el telescopio JWST (Telescopio espacial James Webb) para detectar la erosión espacial y el calentamiento de mareas con más precisión.
Desde hace mucho tiempo los astrónomos creen que existen exoplanetas (planetas que orbitan estrellas distintas al Sol) cuyas órbitas están bloqueadas por mareas en rotación sincrónica. Es decir, la fuerza de marea gravitatoria de la estrella madre sobre el exoplaneta es tan fuerte que detiene la rotación del planeta (la Luna, por ejemplo, está bloqueada por mareas en rotación sincrónica con la Tierra).
Por esta razón, un mismo lado de estos exoplanetas debería siempre mirar hacia su estrella, mientras que el lado opuesto debería siempre estar en la oscuridad. A pesar de que la evidencia teórica apunta a que esto es común en el Universo, había poca o ninguna evidencia empírica. Hasta ahora.
Un grupo de científicos acaba de publicar en The Astrophysical Journal evidencia de que la súper Tierra LHS 3844b es un exoplaneta bloqueado por mareas en rotación sincrónica: una super Tierra en donde en un lado siempre hay oscuridad y en otro siempre hay luz. LHS 3844b es una súper Tierra, lo que significa que es un planeta rocoso con un tamaño mayor que el de la Tierra pero menor que el de los gigantes como Júpiter.
LHS 3844b tiene un radio de 1,32 veces el de la Tierra y completa una órbita alrededor de su estrella en 11,1 horas. Observaciones realizadas con el telescopio espacial Spitzer han descartado varios escenarios atmosféricos probables para él. Estas observaciones indican que la atmósfera del planeta tiene un espesor general de menos de 1 a 10 barras (una unidad de presión atmosférica), lo que sugiere que la atmósfera es muy tenue o inexistente. (Puede ver: El cambio climático podría afectar nuestra concepción del tiempo)
Esto último es importante, dicen los científicos, porque elimina la posibilidad de que la rotación no sincrónica del planeta y la redistribución del calor atmosférico interfieran en el estudio del bloqueo por mareas en rotación sincrónica. “Esta es la evidencia más convincente que uno podría reunir con la información o la instrumentación actualmente existente”, le dijo a Nature Emily Rauscher, astrofísica teórica de la Universidad de Michigan en Ann Arbor (Estados Unidos). A partir de observaciones y de modelos en donde se analizó la curva de brillo de LHS 3844b (cómo brilla en diferentes momentos), los científicos concluyen que la rotación no sincrónica (donde el planeta gira más rápido que su órbita) como la de Mercurio sería imposible debido al calentamiento excesivo que causaría, lo que sugiere que está bloqueado.
Los datos del telescopio Spitzer sugieren que el planeta puede estar siendo calentado por mareas o haber sido erosionado por el espacio. Los investigadores creen que LHS 3844b podría ser similar a la Luna y Mercurio en nuestro sistema solar, con una superficie oscurecida y erosionada y proponen que futuras observaciones puedan confirmar estas ideas, incluyendo mediciones de velocidad radial para entender mejor su órbita y la presencia de compañeros planetarios, y observaciones con el telescopio JWST (Telescopio espacial James Webb) para detectar la erosión espacial y el calentamiento de mareas con más precisión.