Este animal tiene sexo hasta morir, y si sobrevive, se come a los que murieron

Esta especie es conocida porque puede durar hasta más de 10 horas en apareamiento. La muerte de los machos es presentada por el estrés, porque el aumento de testosterona hace que el cortisol fluya sin control por el cuerpo. Los resultados fueron publicados en Australian Mammalogy.

18 de enero de 2024 - 06:02 p. m.
Un ejemplar de antequinos comiéndose a uno de sus compañeros muertos.
Un ejemplar de antequinos comiéndose a uno de sus compañeros muertos.
Foto: Elliot Bowerman

No es nuevo que los marsupiales antequinos (Antechinus) tengan sexo hasta morir, pues pueden durar hasta más de 10 horas en proceso de apareamiento. La muerte de los machos es presentada por el estrés, porque el aumento de testosterona hace que el cortisol fluya sin control por el cuerpo. (Lea: ¿Los perros pequeños viven más?, esto sugiere la ciencia)

Cada año, la mayoría de los machos de esta especie mueren entre una y tres semanas después de aparearse. Son datos que ya eran conocidos por los científicos, sin embargo, un nuevo estudio encontró que su muerte representa potencialmente una oportunidad de energía para los otros ejemplares de la manada, como los machos aún vivos y las antequinas hembras embarazadas o lactantes. Lo hacen a través del canibalismo.

Andrew Baker, profesor de la Facultad de Biología y Ciencias Ambientales de la QUT y autor principal del estudio, en un comunicado explicó que “si bien se ha informado de comportamiento caníbal en algunos dasyurids (la familia que incluye a los antequinos, quolls y demonios de Tasmania), es muy raro observarlo en la naturaleza”. (Puede leer: ¿Qué significa el movimiento de la cola de los perros?, esto dice la ciencia)

Para este estudio publicado en la revista Australian Mammalogy, los investigadores se basaron en una serie de fotografías de este ejemplar tomadas durante una caminata en el Parque Nacional de Nueva Inglaterra, Nueva Gales del Sur, en agosto de 2023.

En las imágenes se observa a un ejemplar comiéndose a un integrante muerto de su propia especie. De acuerdo con Baker, tanto el individuo que fue comido como el devorador fueron identificados como antequinos oscuros, basándose en una combinación de tamaño del cuerpo, longitud de la garra delantera, orejas y ojos pequeños, color del pelaje y el lugar de captura.

A los ojos del profesor, en zonas como esta, donde las dos especies de antequinos “viven en la misma área, los dos períodos de reproducción ligeramente separados brindan la oportunidad de canibalizar tanto a sus propias especies como a las otras”. (Le puede interesar: Científicos chinos clonaron con éxito un mono rhesus, que ahora tiene dos años)

En los resultados publicados en la revista, los investigadores explicaron que para las especies de antequinos que se reproducen a más temprana edad, esta puede ser una buena noticia: “puede significar que las hembras preñadas y lactantes pueden obtener alimentos ricos en energía canibalizando a los machos de las especies que se reproducen más tarde a medida que mueren”.

En cuanto a aquellas especies de antequinos que se reproducen a edades más tardías, tanto hembras como machos, pueden aprovechar de esta oportunidad y así ganar peso y condición antes de que comience su propio período de reproducción.

“El antequino visto alimentándose de su camarada muerto parecía vigoroso y de gran cuerpo, pero tenía daño en el ojo derecho y pérdida de cabello en brazos y hombros, lo que se asocia con el declive inducido por el estrés en los machos. Quizás pronto estuviera destinado a convertirse en la comida de otra persona”, concluyeron los investigadores.

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David(40248)18 de enero de 2024 - 11:09 p. m.
La última frase tiene un error, lo correcto sería escribir: ..."convertirse en la comida de otro animal"
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