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El Telescopio Hubble confirmó este pasado martes que el cometa C/2002 VQ94 tiene el núcleo más grande que se ha visto de un cometa en la historia. El núcleo, que es unas 50 veces mayor que el de otros cometas, tiene un ancho de 136,7 kilómetros, es decir, un poco más de diez veces la extensión de la isla de San Andrés. Aunque los astrónomos indicaron que ya sospechaban que el cometa era particularmente grande, el Hubble confirmó su tamaño recientemente, indicó el estudio publicado en The Astrophysical Journal Letters. El núcleo más grande de un cometa que se había detectado hasta esta confirmación fue el del cometa C/2002 VQ94, de una ancho de unos 96 kilómetros.
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La masa estimada del cuerpo celeste, de unos 500 billones de toneladas, también es significativa, puesto que es unas 100 mil veces mayor al promedio. El cometa se desplaza a más de 35.000 km/h desde el borde de nuestro sistema solar y alcanzará la mayor cercanía a la Tierra en 2031. Sin embargo, los investigadores aclaran que no se acercará a más de 1.600 millones de kilómetros del sol, es decir, un poco más de la distancia entre la Tierra y Saturno.
“Este cometa es literalmente la punta del iceberg para miles de cometas más que son muy tenues para ver en las partes más distantes del sistema solar”, manifestó a la Nasa David Jewitt, profesor de ciencia planetaria y astronomia en la Universidad de California. “Siempre habíamos sospechado que este cometa tenía que ser grande, porque era muy brillante a una gran distancia”, explicó.
A pesar de esta intuición, el cometa todavía está muy alejado para que su núcleo pudiera ser distinguido visualmente de su coma o cabellera -la envoltura polvorienta que rodea a un cometa a medida que se acerca al sol- por el Telescopio Hubble. Por esto, los investigadores utilizaron el telescopio para tomar cinco fotos del cometa. Estas fueron utilizadas para replicar un modelo a computador del cuerpo celeste, para así determinar el tamaño de su núcleo.
El cometa, también conocido como cometa Bernardinelli-Bernstein, fue observado por primera vez en 2010. Los investigadores creen que el cometa proviene de la nube de Oort, un campo de escombros rocosos y helados que probablemente rodea el sistema solar como una capa.
Académicos han teorizado que los cometas de esta nube viajan de vuelta al sol y los planetas de nuestro sistema “si sus órbitas distantes son perturbadas por la fuerza gravitacional de una estrella pasajera”, explica la Nasa. Bernardinelli-Bernstein avanza en una órbita elíptica de tres millones de años de duración, lo que significa que un pocos millones de años su órbita lo devolverá a la nube de Oort. (Le puede interesar: Las noticias hablan sobre un “bosón W”: entienda acá por qué el alboroto).
“El cometa Bernardinelli-Bernstein nos da una pista invaluable de la distribución de tamaño de cometas en la nube de Oort y, por lo tanto, su masa total. Las estimaciones de esta masa varían ampliamente, llegando hasta 20 veces la masa de la Tierra”, explicó la Nasa.
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