Algunos planetas como Venus brillan mucho más que otros en el cielo. Hay varias razones, pero una de ellas es que tiene una superficie muy reflectante, lo que significa que refleja una gran cantidad de luz solar. Su gruesa capa de nubes refleja alrededor del 75% de la luz del Sol. Para que se haga una idea, la Tierra solo refleja alrededor del 30%. No había ningún planeta que se acercara a Venus en este tema, hasta ahora.
Las mediciones de alta precisión de Cheops (una misión espacial desarrollada por la Agencia Espacial Europea (ESA) con el objetivo de estudiar exoplanetas, es decir, planetas que orbitan estrellas distintas al Sol), permitió que los astrónomos comprobaran que el planeta LTT9779 b refleja el 80% de la luz que le arroja su estrella anfitriona, gracias a que está cubierto de nubes metálicas. Del tamaño de Neptuno, LTT9779 es ahora el “espejo” más grande del Universo que conocemos hoy. Bueno, ¿y qué tiene que ver Colombia?
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LTT9779 fue nombrado como “Cuancoa”, que en la lengua U’wa (Tunebo) de la comunidad indígena U’wa ubicada en la Sierra Nevada de Santa Marta, significa “estrella de la mañana”. Fue nombrado así hace poco, gracias a un equipo conformado por estudiantes, profesionales e integrantes de la comunidad U’wa. Su propuesta fue escogida por la Unión Astronómica Internacional (IAU por sus siglas en inglés), a través del concurso NameExoWorlds 2022.
El concurso pretende que en los países se establezcan colaboraciones y equipos entre “profesores y estudiantes, entusiastas de la astronomía, astrónomos aficionados y astrónomos profesionales” para que, juntos, hagan una lluvia de ideas para nombrar uno de los conjuntos (exoplaneta+estrella anfitriona) disponibles para nombrar.