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Este lobo estuvo congelado durante 44.000 años y aún podría tener bacterias vivas

Los investigadores analizaron el tracto gastrointestinal de este ejemplar con el objetivo de estudiar una serie de bacterias que estaban dentro de su intestino, las cuales les podría entregar algunas pistas sobre la dieta y la salud de este ejemplar. Además, el equipo tomó muestras de uno de los premolares con el propósito de determinar la edad biológica de este ejemplar.

27 de junio de 2024 - 10:38 p. m.
La necropsia de este lobo forma parte de un proyecto en curso para estudiar la vida silvestre que vivió en esta región de Rusia durante el Pleistoceno.
La necropsia de este lobo forma parte de un proyecto en curso para estudiar la vida silvestre que vivió en esta región de Rusia durante el Pleistoceno.
Foto: North-Eastern Federal University

Un ejemplar de un lobo prehistórico duró congelado en un permafrost del río Tirekhtyakh, en Rusia, durante al menos 44.000 años. Su cuerpo fue encontrado en 2021 por un grupo de expedicionarios. Recientemente, le realizaron una autopsia para encontrar la mayor cantidad de información sobre su vida como uno de los máximos depredadores en la Edad de Hielo.

Esta tarea, que está siendo llevada a cabo por científicos del Museo del Mamut en la Universidad Federal del Nordeste y de la Universidad Europea de San Petersburgo, consistió primero en abrir el cadáver y tomar una muestra de cada uno de los órganos.

También analizaron su tracto gastrointestinal. Esto con el objetivo de estudiar una serie de bacterias que estaban dentro de su intestino, las cuales les podría entregar algunas pistas sobre la dieta y la salud de este ejemplar.

En un comunicado, Albert Protopopov, jefe del departamento para el estudio de la fauna de mamuts de la Academia de Ciencias de Yakutia, explica que el estómago estuvo conservado de forma aislada y que los exámenes mostraron que no tienen contaminantes.

“Esperamos obtener una instantánea de la biota del Pleistoceno antiguo. Era un depredador activo y de gran tamaño, tenemos la oportunidad de saber qué comía y, además, los objetos que consumían sus víctimas, porque estas también acababan en su estómago”, añade.

Los investigadores esperan que algunos de los microorganismos que están dentro de este ejemplar aún estén vivo, suspendidos en un estado similar a la hibernación durante miles y miles de años bajo temperaturas bajo cero. En caso de que aún estén vivos, añaden, existe “la posibilidad de que puedan usarse para informar a la biomedicina moderna”.

Además de las partes del estómago, los investigadores tomaron muestras de uno de los premolares con el propósito de determinar la edad biológica de este ejemplar. “A juzgar por el desgaste de los dientes y el desarrollo de la cresta sagital, podemos decir que se trata de un varón adulto”, asegura en el documento Maxim Cheprasov, jefe del laboratorio del Museo del Mamut de la Universidad Federal del Noreste.

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