Esto es lo que se sabe sobre las tormentas solares que provocaron auroras boreales
Durante los últimos días se presentó una tormenta solar, producto de la actividad del Sol, que generó auroras boreales y australes en gran parte del mundo. Se espera que estos eventos se sigan registrando en los próximos meses.
Durante los últimos días se han conocido imágenes de las auroras polares (boreales, como se conocen las que ocurren en el hemisferio norte, y australes, las que ocurren en el hemisferio sur) que se registraron en gran parte del mundo, en aquellas zonas cercanas a los polos.
Estos eventos ocurrieron debido a tormentas solares de gran magnitud, las más fuertes en los últimos 20 años, según la NASA. Aunque para la ciencia aún hay muchas preguntas alrededor de la actividad del Sol, los monitoreos que se hacen de manera constante y este tipo de tormentas ayudan a aumentar su comprensión.
Dentro de lo que se sabe, el Sol tiene ciclos de alrededor de 11 años, al final de los cuales la estrella alcanza su pico máximo de actividad. Eso se espera que ocurra durante 2024, aunque no se sabe con certeza cuándo ocurrirá.
Lo que ocurre luego de ese pico máximo de actividad es que, de acuerdo con la revista Nature, se registran las tormentas geomagnéticas o solares más fuertes, como un desencadenante de esa actividad.
La NASA explica que durante esas tormentas se presentan dos fenómenos. El primero son las eyecciones de masa coronal, que son erupciones de plasma solar que son expulsados al espacio. Algunas de estas terminan dirigiéndose a la Tierra, atraviesan su atmósfera y terminan llegan al suelo.
Cuando lo hacen, generan corrientes inducidas geomagnéticamente (GIC, por su sigla en inglés) que pueden causar sobre cargas en el sistema eléctrico, los cables de internet que hay alrededor del mundo y atraviesan los mares, entre otros.
El segundo fenómeno son las llamaradas expulsadas por el Sol, que se generan por la liberación de energía magnética al espacio. De acuerdo con la NASA, pueden viajar hasta la Tierra en 20 minutos. Estas llegan hasta la parte alta de la atmósfera y le inyectan energía. “Esta energía permite que los electrones escapen de los átomos y moléculas, un proceso conocido como ‘ionización’”, explica la NASA en su página web.
Esta carga inusual de energía en la atmósfera puede causar interferencias en los sistemas de comunicación que utilizan satélites, como los GPS, la televisión satelital y la radio, entre otras tecnologías.
Hasta el momento, todos los sistemas parecen haber soportado sin mayores inconvenientes la tormenta solar que ocurrió en los últimos días, pero, como aún no ha finalizado su ciclo solar, se espera que durante los próximos meses y en 2025 se sigan presentando estas tormentas.
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Durante los últimos días se han conocido imágenes de las auroras polares (boreales, como se conocen las que ocurren en el hemisferio norte, y australes, las que ocurren en el hemisferio sur) que se registraron en gran parte del mundo, en aquellas zonas cercanas a los polos.
Estos eventos ocurrieron debido a tormentas solares de gran magnitud, las más fuertes en los últimos 20 años, según la NASA. Aunque para la ciencia aún hay muchas preguntas alrededor de la actividad del Sol, los monitoreos que se hacen de manera constante y este tipo de tormentas ayudan a aumentar su comprensión.
Dentro de lo que se sabe, el Sol tiene ciclos de alrededor de 11 años, al final de los cuales la estrella alcanza su pico máximo de actividad. Eso se espera que ocurra durante 2024, aunque no se sabe con certeza cuándo ocurrirá.
Lo que ocurre luego de ese pico máximo de actividad es que, de acuerdo con la revista Nature, se registran las tormentas geomagnéticas o solares más fuertes, como un desencadenante de esa actividad.
La NASA explica que durante esas tormentas se presentan dos fenómenos. El primero son las eyecciones de masa coronal, que son erupciones de plasma solar que son expulsados al espacio. Algunas de estas terminan dirigiéndose a la Tierra, atraviesan su atmósfera y terminan llegan al suelo.
Cuando lo hacen, generan corrientes inducidas geomagnéticamente (GIC, por su sigla en inglés) que pueden causar sobre cargas en el sistema eléctrico, los cables de internet que hay alrededor del mundo y atraviesan los mares, entre otros.
El segundo fenómeno son las llamaradas expulsadas por el Sol, que se generan por la liberación de energía magnética al espacio. De acuerdo con la NASA, pueden viajar hasta la Tierra en 20 minutos. Estas llegan hasta la parte alta de la atmósfera y le inyectan energía. “Esta energía permite que los electrones escapen de los átomos y moléculas, un proceso conocido como ‘ionización’”, explica la NASA en su página web.
Esta carga inusual de energía en la atmósfera puede causar interferencias en los sistemas de comunicación que utilizan satélites, como los GPS, la televisión satelital y la radio, entre otras tecnologías.
Hasta el momento, todos los sistemas parecen haber soportado sin mayores inconvenientes la tormenta solar que ocurrió en los últimos días, pero, como aún no ha finalizado su ciclo solar, se espera que durante los próximos meses y en 2025 se sigan presentando estas tormentas.
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