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Un excursionista que estaba caminando entre las montañas de los Alpes se topó con una sorpresa: accidentalmente tropezó con un santuario perdido de los antiguos dioses romanos de la montaña. Desde hace varios años, los arqueólogos tenían pistas de que esta zona escondía algo, pero no habían podido encontrar nada. (Lea: El ruido generado por los humanos estaría dañando a los animales invertebrados)
Regula Gubler, directora de proyectos científicos del equipo arqueológico que ha estado investigando esta zona desde 2022, asegura en una entrevista con Newsweek que habían encontrado monedas romanas individuales ocasionalmente en los Alpes. Sin embargo, dice, “este sitio es inusual debido su ubicación. Es muy difícil acceder allí”.
Gubler, antes de explicar los hallazgos, es enfática en aclarar que están hasta ahora comenzando las investigaciones, pero cree que se trata de un lugar sagrado. “La gente iba a depositar ofrendas votivas, principalmente monedas, pero también otros objetos, pidiendo cosas a las divinidades o agradeciéndoles. Supongo que una especie de peregrinación”, anota.
La primera pista que encontraron de que algo podía estar sucediendo en esta zona fue en 2020, cuando un excursionista encontró una moneda entre los escombros. Le comentó a los expertos sobre su descubrimiento y, desde ese entonces, empezaron a explorar este sitio, que, dicen, escondía mucho más que unas pocas monedas caídas.
Hasta el momento, cuenta la investigadora, en este punto han encontrado 100 monedas romanas antiguas, 59 clavos de zapatos romanos, 27 pequeños cristales de roca, un broche y un fragmento de una placa en forma de hoja. (Puede leer: No se asuste, los virus que “revivieron” del permafrost no infectan a los humanos)
El equipo de investigación tiene indicios de que la importancia de esta zona puede tener algo que ver con las formaciones naturales de cristales de roca que se pueden encontrar en el área. Adriano Boschetti, arqueólogo del Servicio Arqueológico del Cantón de Berna, en un comunicado indica que “no se puede descartar que la alta meseta entre los picos de Ammertenhorn y el macizo de Wildstrubel, visible desde lejos, fuera un lugar sagrado”.
“Las montañas tenían claramente un significado religioso”, añadió el investigador, pues “es un sitio interesante porque muestra que la población romana de la región no solo adoraba las montañas desde lejos, sino que también subía y se acercaba a ellas para depositar ofrendas votivas”. (Le puede interesar: El enorme agujero en el mar que una colombiana ayudó a descubrir)
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