Expedición a la Antártica: la misión de Colombia en ese continente
La X Expedición a la Antártica tiene como propósito realizar 19 proyectos de investigación sobre cambio climático, conservación del ambiente y su relación con la seguridad marítima. La misión tiene un ingrediente especial: viajan en el ARC Simón Bolívar, el buque de investigación oceanográfica más grande construido en Colombia. La tripulación espera arribar a ese continente el 11 de enero.
Paula Casas Mogollón
El 14 de diciembre zarpó desde el puerto de Buenaventura, en el Pacífico colombiano, la X expedición de la Antártica, cuyo objetivo es realizar 19 proyectos de investigación, casi todos liderados por colombianos, excepto dos, que serán desarrollados por científicos ecuatorianos y turcos. Los estudios son sobre cambio climático, oceanografía, microbiología, identificación de gases, conservación del ambiente y su relación con la seguridad marítima. Doce de estos estudios se están llevando a cabo mientras la tripulación va rumbo a ese continente, a 11.199 kilómetros de Colombia. (Lea: Vivir en pareja ofrecía ventajas a nuestros antepasados hace 70 millones de años)
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El 14 de diciembre zarpó desde el puerto de Buenaventura, en el Pacífico colombiano, la X expedición de la Antártica, cuyo objetivo es realizar 19 proyectos de investigación, casi todos liderados por colombianos, excepto dos, que serán desarrollados por científicos ecuatorianos y turcos. Los estudios son sobre cambio climático, oceanografía, microbiología, identificación de gases, conservación del ambiente y su relación con la seguridad marítima. Doce de estos estudios se están llevando a cabo mientras la tripulación va rumbo a ese continente, a 11.199 kilómetros de Colombia. (Lea: Vivir en pareja ofrecía ventajas a nuestros antepasados hace 70 millones de años)
Desde los canales patagónicos, en la región austral de Chile, el capitán de navío Alexis Grattz Bonilla, jefe de crucero de esta expedición, cuenta que la Armada Nacional ha participado cuatro veces en las misiones que ha realizado el país a esa zona, que alberga el 70 % del agua dulce disponible en la Tierra.
En expediciones anteriores, añade, la Armada participó con el buque ARC 20 de Julio (el cual fue adaptado para estas investigaciones), con helicópteros o lanchas que sirvieron para hacer estudios de hidrografía. “Fue un buen comienzo para el país. Fue un período de adaptación, del cual nos quedan grandes enseñanzas”, dice el capitán Grattz.
Sin embargo, en esta oportunidad, la misión tiene un protagonista especial. Se trata del ARC Simón Bolívar, el buque de investigación oceanográfica más grande construido hasta ahora en Colombia, que fue diseñado y elaborado desde 2019 en la sede de Cartagena de la Corporación de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo de la Industria Naval y Marítima Colombiana (Cotecmar). En la X expedición a la Antártica lleva a bordo a 103 tripulantes, entre marinos y científicos.
Para el capitán, esta es la embarcación científica más completa que ha tenido el país y la más grande, al tener un helipuerto. Primero, porque cuenta con capacidad de investigación geológica marina, que le permite llevar a cabo estudios oceanográficos e hidrográficos.
Segundo, continúa el capitán, por sus equipos, los cuales son esenciales para la investigación geofísica, oceanográfica e hidrográfica, pues “tiene submarinos y robots con los que puede recoger muestras del lecho marino sobre la marcha y, en los laboratorios, hacer el análisis, clasificación y conservación de las muestras”. También posee otros laboratorios, como el de geología, el húmedo (que es más resistente para condiciones abrasivas) y el seco.
El capitán Grattz añade que también dispone de equipos de levante y manejo de cargas de hasta 10 toneladas, lo que permite realizar investigación científico-marina y de herramientas de última tecnología, como el cuarto de almacenamiento, donde está el ultracongelador, que permite refrigerar muestras hasta -92 °C. Asimismo, tiene una sala para pequeñas cirugías, en caso de que, por alguna emergencia de salud, se deba realizar una atención médica de urgencia.
Pero, confiesa el capitán, lo que hace al ARC Simón Bolívar un buque único es que tiene categoría polar. Lo que quiere decir, en términos sencillos, es que cuenta con la capacidad de desarrollar investigaciones en suelo antártico, porque, por su doble casco, tiene la posibilidad de enfrentarse a bloques de hielo hasta cierto grosor con total seguridad. (Puede leer: Hallan restos de un bebé de 2.500 años de antigüedad en el norte de México)
“Esta embarcación está dotada con toda la maquinaria para trabajar en este tipo de condiciones extremas. Los sistemas principales y auxiliares tienen las condiciones térmicas adecuadas para enfrentarlas”, puntualiza y enfatiza en que con este buque Colombia podrá seguir haciendo investigaciones científicas constantes en la Antártica y, por qué no, plantearse, “contar con una base polar allí”.
La Antártica, un continente clave para el calentamiento global
El objetivo de esta misión, cuenta Andrés Franco, Ph. D. en Oceanografía y profesor de Ciencias Biológicas y Ambientales de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, es continuar con el Programa Antártico Colombiano, liderado por la Comisión Colombiana del Océano (CCO), que define una serie de áreas de la investigación, las cuales están alineadas con el Tratado Antártico, firmado en 1959, en el cual los 56 países firmantes se comprometieron a no usar este escenario como objeto de discordia internacional ni para actividades militares, sino, por el contario, reconocieron la importancia de esa zona para la ciencia. En las metas de Colombia, por ejemplo, se planteó realizar expediciones constantes para estudiar aspectos que ayuden a la conservación de ese continente, considerado patrimonio de la humanidad.
Por eso, este año, en su décima expedición, contarán con 19 proyectos, los cuales estarán bajo la coordinación de Natalia Jaramillo Machuca, magíster en Geografía, quien lleva seis años participando de las expediciones a ese continente. Las investigaciones las están realizando científicos de diversas instituciones, como la Universidad Jorge Tadeo Lozano, el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (Invemar), la Universidad de Cornell (Estados Unidos) y la Fundación Malpelo.
Antes de explicar el objetivo de esta reciente expedición, es importante entender por qué es crucial estudiar la Antártica y qué tiene que ver Colombia en esta investigación. Lo primero que dice Franco es que la Antártica es considerada la biblioteca natural de los océanos, ya que allí confluyen las corrientes marinas de todos los océanos del mundo.
Además, explica Franco, quien fue coordinador del foco de Océanos y Recursos Hidrobiológicos de la Misión Internacional de Sabios 2019, este territorio es rico en nutrientes y, en consecuencia, es una fuente natural de alimento para invertebrados y vertebrados marinos de todo el planeta. También cuenta con una megadiversidad de especies marinas y por ser tan blanco, no en vano es conocido como el continente blanco, “es un sistema natural que permite reflejar mucha de la energía que entra a la atmósfera; entonces, es un regulador del cambio climático”.
A esta explicación, el capitán Grattz agrega que allí existen la corriente circumpolar, corriente oceánica que atraviesa más continentes y se caracteriza por circular agua entre los océanos Pacífico, Atlántico e Índico. Entonces, cuenta el capitán, uno de los propósitos es caracterizar y conocer más cuál es su comportamiento, las condiciones físicas, químicas y biológicas; y las condiciones de la interacción entre el océano y la atmósfera en la Antártida. ¿La razón?, dice, es que lo que pasa en ese ecosistema se refleja en Colombia. (Le puede interesar: Colombianos hallan que en región hostil de galaxia nacen planetas similares a la Tierra)
En estos días de navegación, los más de 20 científicos que ya están a bordo han recolectado diversos datos. Uno de ellos son las muestras del mar tomadas a 1.500 metros de profundidad, con la roseta oceanográfica, una herramienta automatizada a bordo del buque. Este proyecto, que es llevado a cabo por la línea de Oceanografía de la Dirección General Marítima y Portuaria (Dimar), busca estudiar las capas de agua a lo largo del recorrido hacia la Antártica y comprender su influencia en diversos fenómenos meteorológicos.
Ahora, el equipo está atravesando por Punta Arenas, en Chile, uno de los lugares más estratégicos para llegar a la Antártica, al ser la zona más cercana desde Suramérica. Luego, esperan llegar al estrecho de Drake, uno de los puntos más complejos en cuanto a navegación, y, después, atracar en el continente el 11 de enero para continuar explorándolo.
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