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Predecir el clima con total exactitud es, científicamente, imposible. Desde hace décadas, el mundo ha intentado encontrar formas de planificar y tomar decisiones conociendo anticipadamente el clima e, incluso, tratando de manipularlo.
Uno de esos ejemplos es el bombardeo de nubes, una técnica que cuesta varios millones de dólares y que promete hacer llover, pero que no logra demostrar científicamente que lo logra. A pesar de esto, ha sido implementada en varios países, como Colombia.
Cuando las agencias meteorológicas de cada país, como el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) en Colombia, emiten predicciones del clima, lo hacen basándose en modelos que analizan la probabilidad de que un evento ocurra.
Así, plantean la posibilidad de que llueva en una región específica del país, teniendo en cuenta las condiciones meteorológicas que se presentan allí y previendo la posibilidad de que estas condiciones generen precipitaciones allí.
Para que un modelo de predicción climática sea confiable, es necesario que considere varios escenarios. Por ejemplo, si lloverá poco; si lloverá mucho; si el día estará nublado, pero no lloverá. Pero, lograr esto no es fácil. El sistema de predicción con mayor precisión se encuentra en Europa y es operado por el Centro Europeo de Predicción a Medio Plazo.
Sin embargo, Google presentó este miércoles, 4 de diciembre, el que sería el nuevo modelo de predicción climática de mayor precisión del mundo, llamado GenCast. Su metodología y las pruebas que han realizado con este fueron publicadas en la revista Nature.
El sistema analiza diferentes probabilidades meteorológicas basándose en varias fuentes de información en el mundo. Esto le permite generar predicciones del clima de hasta 15 días, tardando apenas 8 minutos en procesar la información.
De acuerdo con el estudio, GenCast tendría la capacidad de analizar más de 80 variables de la atmósfera y la superficie para crear sus predicciones. En 1.320 escenarios reales en los que fue evaluado, tuvo una mayor precisión en el 97 % de los casos, en comparación con el sistema europeo.
Aunque no plantea una precisión total, los investigadores sí creen que su confiabilidad puede ayudar a tomar mejores decisiones. Más allá de que una persona sepa cómo vestirse en un día o si debería llevar sombrilla, se trata de la capacidad de poner en marcha planes de prevención y gestión del riesgo en situaciones de emergencia climática.
El sistema tiene la capacidad de trazar las trayectorias de ciclones tropicales con mayor exactitud, predecir escenarios de clima extremo o determinar la velocidad de corrientes de viento para estimar cuánta energía podría producir un parque eólico en una zona del mundo.
Los científicos creen que podría tener espacio de mejora, pues aún hay un indicador en el que el sistema europeo lo supera: la resolución geográfica. Mientras que la resolución en latitud-longitud (la forma en la que se leen las coordenadas) de 0,25 °, el sistema europeo lo logra en 0,1 °.
“Nuestros resultados abren un nuevo frente en la previsión meteorológica, que promete mayor precisión, eficiencia y accesibilidad en una amplia gama de entornos”, aseguran los autores. Sin embargo, creen que el sistema “podría mejorarse” en el futuro.
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