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Hace 4.000 años, médicos del antiguo Egipto habrían intentando operar un cáncer

Este hallazgo, el primero de su tipo, ayuda a entender cómo las sociedades antiguas trataban el cáncer.

29 de mayo de 2024 - 06:32 p. m.
Muestra de los cráneos analizados por los investigadores.
Muestra de los cráneos analizados por los investigadores.
Foto: USC

Edgard Camarós, de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) de España; Tatiana Tondini, investigadora de la Universidad de Tubinga (Alemania); y Albert Isidro, de la Universidad de Barcelona (España), componen un grupo de arqueólogos con un interés muy particular: estudiar el cáncer en las sociedades de hace milenios.

Ese interés tan específico, los llevó a estudiar dos cráneos conservados en la Colección Duckworth de la Universidad de Cambridge (Reino Unido): el primero de ellos, un cráneo y mandíbula 236, perteneció a un hombre de entre 30 y 35 años que vivió entre 2687 y 2345 antes de Cristo. El segundo, el cráneo E270, perteneció a una mujer de más de 50 años que debió vivir en algún momento entre el 663 y 343 a.C.

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Como explicó la investigadora Tondini, “queríamos conocer el papel del cáncer en el pasado, la prevalencia de esta enfermedad en la antigüedad y cómo las sociedades antiguas interactuaban con esta patología”. Pero los científicos se llevaron una gran sorpresa al analizar los dos cráneos.

En el cráneo más antiguo, los arqueólogos identificaron una lesión compatible con la destrucción excesiva de tejido, además de 30 lesiones metastásicas pequeñas y redondas repartidas por el cráneo. Creen, según explicaron, que se pudo tratar de una enfermedad conocida como neoplasia, que en palabras muy simples, corresponde a la aparición de un tumor.

El segundo cráneo, E270, también mostró una gran lesión compatible que, a criterio de los investigadores, “es compatible con un tumor canceroso que provocó la destrucción ósea”. Además de las observaciones microscópicas, los arqueólogos se remitieron a textos antiguos para realizar este tipo de diagnósticos.

Gracias a la consulta de estos documentos, los científicos han determinado que los antiguos egipcios eran “excepcionalmente hábiles en medicina”. De acuerdo con Camarós, “podrían identificar, describir y tratar enfermedades y lesiones traumáticas, construir prótesis y colocar empastes dentales”. Aunque conocían el cáncer, no hay evidencia de que lo hayan tratado, pero sí de que lo hubiesen intentado.

Al menos eso es lo que el equipo de tres investigadores creen que sucedió con los dos cráneos que analizaron. Alrededor de las lesiones identificadas, los científicos encontraron marcas de corte. En palabras de Isidro, “parece que los antiguos egipcios realizaban algún tipo de intervención quirúrgica relacionada con la presencia de células cancerosas”.

Esto, señalan los investigadores en un estudio publicado recientemente en la revista académica Frontiers in Medicine, demostraría que la medicina egipcia también realizaba tratamientos experimentales para tratar el cáncer.

Para Camarós, el autor principal del estudio, “este hallazgo es una prueba única de cómo la medicina antigua egipcia habría intentado tratar o explorar el cáncer hace más de 4.000 años”. Aunque el equipo de investigadores reconoce que hacen falta más estudios para seguir entendiendo cómo las sociedades antiguas trataban el cáncer, consideran que su trabajo aporta una nueva perspectiva en la comprensión de la historia de la medicina.

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