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Hallan el agujero negro más antiguo identificado hasta el momento

El telescopio espacial James Webb (JWST) de NASA fue el encargado de detectar el agujero ubicado en la galaxia GN-z11. Los científicos dicen que gracias a estas tecnologías es probable que se encuentren similares más antiguos en los próximos años.

17 de enero de 2024 - 08:07 p. m.
Imagen de la galaxia GN-z11, en el recuadro, captada por el telescopio espacial 'Hubble'. EFE/NASA, ESA, and P. Oesch (Yale University)
Imagen de la galaxia GN-z11, en el recuadro, captada por el telescopio espacial 'Hubble'. EFE/NASA, ESA, and P. Oesch (Yale University)
Foto: NASA ESA P. Oesch/EFE
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Astrónomos liderados por la Universidad de Cambridge han descubierto el agujero negro más antiguo jamás observado, que data de los albores del universo, ‘devorando’ a su galaxia anfitriona.

Este equipo utilizó el telescopio espacial James Webb (JWST) de NASA para detectarlo en la galaxia GN-z11. Así pudieron analizar que data de 400 millones de años después del Big Bang, (que ocurrió hace más de 13 mil millones de años). (Lea: Todo listo para que la nave espacial japonesa SLIM llegue a la Luna)

Los resultados que según el autor principal, el profesor Roberto Maiolino, son “un gran paso adelante”, fueron publicados en la revista Nature. El hecho de que este agujero negro sorprendentemente masivo (unos pocos millones de veces la masa del Sol) exista tan temprano en el universo desafía las suposiciones sobre cómo se forman y crecen estos objetos.

Los astrónomos creen que los agujeros negros supermasivos que se encuentran en el centro de galaxias como la Vía Láctea crecieron hasta su tamaño actual a lo largo de miles de millones de años. Pero el tamaño del recién descubierto sugiere que podrían formarse de otras maneras: podrían “nacer grandes” o comer materia a un ritmo cinco veces mayor de lo que se creía posible.

Según los modelos estándar, este tipo de objetos se forman a partir de restos de estrellas muertas, que colapsan y pueden formar un agujero negro de unas cien veces la masa del Sol. Si creciera de la forma esperada, el recién detectado tardaría unos mil millones de años en crecer hasta alcanzar el tamaño observado. Sin embargo, el universo aún no tenía mil millones de años cuando fue detectado. (Lea: Científicos chinos clonaron con éxito un mono rhesus, que ahora tiene dos años)

Como todos los demás, este joven agujero negro está devorando material de su galaxia anfitriona para impulsar su crecimiento. Sin embargo, se ha descubierto que este antiguo objeto devora materia con mucha más fuerza que sus hermanos de épocas posteriores.

La joven galaxia anfitriona, llamada GN-z11 es una galaxia compacta, unas cien veces más pequeña que la Vía Láctea, pero es probable que el agujero negro esté perjudicando su desarrollo. Cuando estos objetos consumen demasiado gas, lo empujan como un viento ultrarrápido.

Este “viento” podría detener el proceso de formación de estrellas, matando lentamente a la galaxia, pero también, explica el estudio, matará al agujero negro en sí, ya que también cortaría su fuente de “alimento”.

Maiolino dice que la sensibilidad del telesopio JWST significa que en los próximos meses y años se podrán encontrar agujeros negros aún más antiguos. Maiolino y su equipo esperan utilizar futuras observaciones para tratar de encontrar “semillas” más pequeñas de agujeros negros, lo que podría ayudarles a desenredar las diferentes formas en que podrían formarse: si comienzan siendo grandes o si crecen rápidamente.

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