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Los restos de un cementerio de elefantes primitivos aparecieron en el transcurso de las obras del nuevo centro logístico de bomberos que se está construyendo en el distrito de Villa de Vallecas (Madrid - España). Se encontraron restos fósiles de gran tamaño que corresponden a ocho ejemplares parcialmente completos de la especie Gomphotherium angustidens, de los que se han recuperado mandíbulas, colmillos, fémures, húmeros y caderas completas.
Se trata de un antepasado lejano de los modernos elefantes africanos que vivió en la zona junto a tortugas gigantes, carnívoros de gran tamaño y antepasados de los actuales caballos, ciervos y jabalíes. Debido a un periodo de aridez y disminución de las temperaturas ocurrido hace unos 14 millones de años, una manada de elefantes se refugió en esa zona debido a la existencia de un reducto de alimentación y agua, siendo allí donde parte de dicha manada moriría debido a la falta de alimentos. Posteriormente, una gran riada cubrió los restos de las carcasas, lo que permitió su conservación y que estas fosilizaran.
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Esta especie extinta de elefante tenía una talla de unos cinco metros de longitud por tres de altura y podía alcanzar un peso de unas 2,5 toneladas. Poseía cuatro colmillos: dos superiores, divergentes y curvados hacia abajo, y dos inferiores, algo más cortos. Y se estima que su trompa era más corta que la de los elefantes actuales.
El Gomphotherium angustidens vivió durante el Mioceno inferior y medio, hace entre 16 y cinco millones de años, en el centro y sur de Europa, la península arábiga y el noreste de África, desde Túnez hasta Kenia. En la península ibérica se han hallado restos de esta especie en lugares cercanos como Somosaguas y Carpetana, en Madrid, o en la localidad zaragozana de Villafeliche.
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En la época de la que datan estos animales, los homínidos ni siquiera habían aparecido todavía en Europa, algo que no consta que sucediera hasta hace unos 1,4 millones de años.
La excavación, en la que participó un equipo de ocho paleontólogos y arqueólogos, comenzó en marzo y se extendió hasta agosto, abarcando una superficie aproximada de 800 m2.
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Los fósiles fueron depositados en el Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid y algunos de los ejemplares se prestaron al Museo Nacional de Ciencias Naturales, donde se están estudiando en detalle.
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