Histórico: publican la primera imagen real de un agujero negro
Esta es la primera imagen del agujero negro que está en el centro de la galaxia Mesier 87, a 55 millones de años luz de nuestro planeta. Una foto del punto de no retorno.
- Redacción Vivir
Por primera vez podemos ver el aspecto real de un agujero negro y no solo una simulación de la ciencia ficción o la ilustración científica.
Esta mañana, el equipo de científicos del proyecto Event Horizon Telescope (EHT) publicó la prueba más tangible hasta el momento de la existencia de un agujero negro.
La fotografía es parte del proyecto Event Horizon Telescope (EHT), una red de internacional de colaboración que comenzó hace una década y que hoy anunció que captó la primera imagen del agujero negro del centro de una galaxia. El EHT es la combinación de 8 observatorios alrededor del mundo: SMT (Arizona) SMA (Hawaii) JCMT (Hawaii) APEX (Chile) ALMA (Chile) SPT (Antártida) IRAM (España) y LMT (México). La información que recolecta es tan exacta que solo se “salta” una foto por cada segundo de cada 10 millones de años.
Los agujeros negros son materia extremadamente densa, objetos de una masa tan increíble y un volumen minúsculo que deforman drásticamente el tejido del espacio-tiempo. Como explica la National Science Foundation, “todo lo que pasa demasiado cerca, desde una estrella errante hasta la luz, es capturado”. La mayoría de los agujeros negros son los restos condensados de una estrella masiva cuyo núcleo colapsado que permanece después de una supernova explosiva.
El objetivo es acercarse al horizonte de eventos de cada agujero negro, la superficie más allá de la cual la gravedad es tan fuerte que nada de lo que la cruza puede volver a salir. “El punto de no retorno”, lo llaman. Al capturar imágenes de lo que sucede fuera de esta zona, los científicos podrán poner la teoría general de la relatividad de Einstein en una de sus pruebas más estrictas hasta el momento. Las imágenes también podrían ayudar a explicar cómo algunos agujeros negros supermasivos producen chorros de energía y gobiernan sus galaxias respectivas y más allá, explica Nature News.
Los científicos ni siquiera están seguros de qué están hechos estos chorros, pero parecen jugar un papel en el cosmos. En particular, al calentar la materia interestelar, los chorros pueden evitar que el material se enfríe para formar estrellas, lo que detiene el crecimiento de la galaxia, dice Avery Broderick, astrofísico de la Universidad de Waterloo (Canadá) a Nature.
La explicación más probable para los chorros, dicen los astrofísicos, es que se producen al retorcer rápidamente los campos magnéticos justo fuera del agujero negro, pero no está claro de dónde proviene su energía.
Por otro lado, con la fotografía se pondrá a prueba la teoría de la gravedad de Einstein por primera vez en las condiciones de un agujero negro supermasivo. Esto continuará a partir de los descubrimientos históricos anunciados el año pasado por LIGO, el Observatorio de Ondas Gravitacionales por Interferómetro Láser, que capturó la señal de ondas gravitacionales producidas por la fusión de agujeros negros tan masivas como estrellas grandes. Sus hallazgos fueron considerados como la evidencia más dramática hasta la fecha de la existencia de agujeros negros.
¿Cómo tomaron la fotografía?
Según AFP, con el objetivo de tener una imagen de esas regiones, ocho telescopios, apuntaron simultáneamente desde distintos puntos del planeta a dos agujeros negros: a Sagitario A*, en el centro de la Vía Láctea y situado a 26.000 años luz de la Tierra (con una masa igual a la de 4 millones de soles) y a otra galaxia M87, en el centro de la galaxia pero mucho más lejana, a 55 millones de años luz de nuestro planeta (con un agujero negro de 6.500 millones de veces la masa del sol).
Los telescopios generaron una escala jamás intentada por la ciencia: 5 petabytes de data cada noche, suficiente para llenar unos 2.000 discos duros cada noche, o guardar el equivalente a las selfies diarias, desde nacer hasta morir, de 4.000 personas.
Guardadas las proporciones, los telescopios conforman una cámara del tamaño de la Tierra. Mejor dicho, en vez de ser un telescopio gigante, usan varios que funcionan como un sistema de espejos.
Por primera vez podemos ver el aspecto real de un agujero negro y no solo una simulación de la ciencia ficción o la ilustración científica.
Esta mañana, el equipo de científicos del proyecto Event Horizon Telescope (EHT) publicó la prueba más tangible hasta el momento de la existencia de un agujero negro.
La fotografía es parte del proyecto Event Horizon Telescope (EHT), una red de internacional de colaboración que comenzó hace una década y que hoy anunció que captó la primera imagen del agujero negro del centro de una galaxia. El EHT es la combinación de 8 observatorios alrededor del mundo: SMT (Arizona) SMA (Hawaii) JCMT (Hawaii) APEX (Chile) ALMA (Chile) SPT (Antártida) IRAM (España) y LMT (México). La información que recolecta es tan exacta que solo se “salta” una foto por cada segundo de cada 10 millones de años.
Los agujeros negros son materia extremadamente densa, objetos de una masa tan increíble y un volumen minúsculo que deforman drásticamente el tejido del espacio-tiempo. Como explica la National Science Foundation, “todo lo que pasa demasiado cerca, desde una estrella errante hasta la luz, es capturado”. La mayoría de los agujeros negros son los restos condensados de una estrella masiva cuyo núcleo colapsado que permanece después de una supernova explosiva.
El objetivo es acercarse al horizonte de eventos de cada agujero negro, la superficie más allá de la cual la gravedad es tan fuerte que nada de lo que la cruza puede volver a salir. “El punto de no retorno”, lo llaman. Al capturar imágenes de lo que sucede fuera de esta zona, los científicos podrán poner la teoría general de la relatividad de Einstein en una de sus pruebas más estrictas hasta el momento. Las imágenes también podrían ayudar a explicar cómo algunos agujeros negros supermasivos producen chorros de energía y gobiernan sus galaxias respectivas y más allá, explica Nature News.
Los científicos ni siquiera están seguros de qué están hechos estos chorros, pero parecen jugar un papel en el cosmos. En particular, al calentar la materia interestelar, los chorros pueden evitar que el material se enfríe para formar estrellas, lo que detiene el crecimiento de la galaxia, dice Avery Broderick, astrofísico de la Universidad de Waterloo (Canadá) a Nature.
La explicación más probable para los chorros, dicen los astrofísicos, es que se producen al retorcer rápidamente los campos magnéticos justo fuera del agujero negro, pero no está claro de dónde proviene su energía.
Por otro lado, con la fotografía se pondrá a prueba la teoría de la gravedad de Einstein por primera vez en las condiciones de un agujero negro supermasivo. Esto continuará a partir de los descubrimientos históricos anunciados el año pasado por LIGO, el Observatorio de Ondas Gravitacionales por Interferómetro Láser, que capturó la señal de ondas gravitacionales producidas por la fusión de agujeros negros tan masivas como estrellas grandes. Sus hallazgos fueron considerados como la evidencia más dramática hasta la fecha de la existencia de agujeros negros.
¿Cómo tomaron la fotografía?
Según AFP, con el objetivo de tener una imagen de esas regiones, ocho telescopios, apuntaron simultáneamente desde distintos puntos del planeta a dos agujeros negros: a Sagitario A*, en el centro de la Vía Láctea y situado a 26.000 años luz de la Tierra (con una masa igual a la de 4 millones de soles) y a otra galaxia M87, en el centro de la galaxia pero mucho más lejana, a 55 millones de años luz de nuestro planeta (con un agujero negro de 6.500 millones de veces la masa del sol).
Los telescopios generaron una escala jamás intentada por la ciencia: 5 petabytes de data cada noche, suficiente para llenar unos 2.000 discos duros cada noche, o guardar el equivalente a las selfies diarias, desde nacer hasta morir, de 4.000 personas.
Guardadas las proporciones, los telescopios conforman una cámara del tamaño de la Tierra. Mejor dicho, en vez de ser un telescopio gigante, usan varios que funcionan como un sistema de espejos.