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Los hongos solo se clasificaron como un reino aparte en 1969. Antes de eso se creía que eran vegetales, por lo que su exploración la hacían en la mayoría los botánicos. Por mucho tiempo, también, estuvieron relegados en la investigación, pues los hongos eran los que pudrían la comida, dañaban la madera de las casas y ponían en riesgo de la salud. Era mejor mantenerse alejado de estos. (Le sugerimos: El esfuerzo por descubrir el inexplorado y mágico mundo de los hongos de Colombia)
Pero en la medida en que la ciencia los empezó a conocer más, se han ido convirtiendo en un tema cada vez más cautivante. Ahora tienen a personas propias que los estudian, los micólogos. Y, en Colombia, a través del proyecto Plantas y Hongos Útiles de Colombia, liderado por el Jardín Botánico de Kew, el Humboldt y, para este caso, la Asociación Colombiana de Micología, se está buscando no solo ordenar la información que se conoce sobre estos, sino explorar qué usos le han dado las comunidades y el potencial que pueden tener en la industria.
Hoy 27 de enero a las 4:30 pm, en el marco del Hay Festival en Cartagena, se desarrollará un conversatorio titulado “El poder de los hongos, una mirada a la maravillosa funga colombiana”, en la que participarán Mauricio Diazgranados, líder de investigación en el Real Jardín Botánico de Kew y Aida Vasco, presidenta de la Asociación Colombiana de Micología, para conocer más sobre este proyecto. El panel será moderado por Brigitte Baptiste, bióloga y rectora de la EAN, y se realizará en el patio del Centro de Formación de la Cooperación Española en Cartagena. (Puede ver: En busca de los hongos y plantas útiles de Colombia)
En entrevista con El Espectador, Vasco da algunos adelantos sobre el tema.
¿Por qué hablar de hongos útiles? ¿No tienen todos los hongos un rol en el ecosistema?
El útil, para este caso, está más visto desde una visión antropocéntrica: ¿cómo los puede utilizar el humano? Con el tema de los servicios ecosistémicos se ha empezado a buscarle un valor tangible, pero como falta mucho para poder ponerle un número a su valor ecosistémico, lo útil se ha pensado en un contexto antropogénico.
¿En específico, qué ha explorado este proyecto sobre los hongos de Colombia?
El proyecto se da cuenta que es muy poca la información que hay sobre hongos en el país. El Humboldt y el Kew estaban buscando esta información en bases de datos y artículos científicos sobre los hongos, pero luego entra la Asociación Colombiana de Micología a colaborar porque, entre otras, el Humboldt no tiene micólogos. Así que se empieza a pulir esa información, sumada a los conocimientos que tienen los expertos, y se encuentra que se han identificado 7.241 especies de hongos en el país, de las cuales 382 tienen un uso conocido.
¿Y cuáles son esos usos?
El proyecto los divide en dos. El cultural, que son los usos que le dan comunidades tradicionales, como indígenas, raizales y afro, que han establecido con estos una relación ancestral. Luego, están los usos modernos, que es el potencial que tienen los hongos para un desarrollo industrial o ambiental.
Uno de los usos más atractivos que se ha encontrado en los hongos, y que empieza a tomar fuerza, es en temas médicos. ¿Qué encontraron?
En aplicaciones en industria farmacéutica se han hecho varios trabajos, ya que hay diferentes sustancias o moléculas en los hongos con propiedades bioactivas. Está, por ejemplo, el tema como antibióticos. Los hongos siempre han tenido que competir naturalmente con bacterias y otros hongos y, por ende, tienen sustancias que los ayudan. Ahora que se habla de un problema de resistencia bacteriana a los antibióticos, hay un potencial enorme en los hongos. También están los carotenoides, una sustancia color naranja que se usa en la industria cosmética. Para esta industria también se están explorando los polímeros, que sirven para darle cremosidad a las cosas o que, incluso, se están explorando en pastillas, para que sirvan como vehículos de medicamentos. (Le puede interesar: Resistencia a antibióticos es una de las principales causas de muerte en el mundo)
Finalmente, está la psilocibina que, a pesar de generar alucinaciones, desde hace 60 años se viene estudiando para conocer su potencial en ayudar con procesos de degeneración neuronal.
¿Y con todos estos compuestos ya se están adelantando proyectos en Colombia?
Con todos, menos con la psilocibina, porque como aún es visto como un alucinógeno, hay prohibiciones. Pero en el resto sí. Es decir, hay más de 7.200 oportunidades de encontrar nuevas soluciones para medicamentos, enfermedades de plantas y seguridad alimentaria.
¿En el tema cultural también se ha clasificado la utilidad de los hongos?
Sí, el principal uso es el comestible. En la amazonia, por ejemplo, los recolectan de las chagras, porque tras la quema en el material orgánico nacen hongos. También hay un tema medicinal. Las esporas de un hongo, el Pycnoporus sanguineus, se usa como cicatrizante. Y en La Guajira, las mujeres hacen una mezcla con esporas de tres tipos de hongos que usan como protector solar. Sobre su uso como alucinógeno, es poco lo reportado, hay dos registros, quizá.
Los hongos tienen relaciones en red sorprendente. Hay científicos que lo asemejan con cómo funciona internet. ¿De qué se trata esta relación?
Bueno, esa es una buena metáfora. Pero sí. Los hongos nos dan un aprendizaje de trabajo en redes. Evolutivamente han sido muy exitosos porque han hecho simbiosis con las algas y los líquenes, pero también con las plantas, lo que se conoce como micorrizas. En algún momento se creyó que los hongos absorbían los nutrientes de la planta y esta, a cambio, les daba alimento, pero ahora se encontró que va mucho más allá. Los hongos no solo capturas nutrientes y agua del suelo, sino que conectan las raíces de las plantas de la misma especie, pasando nutrientes y agua entre una y otra. También ayudan a detectar el peligro. Cuando hay un patógeno en el bosque se activan unas alertas químicas en el hongo, lo que avisa al resto de la comunidad que hay peligro, y las plantas empiezan a producir defensas.
El proyecto termina en un mes. ¿Cuáles son los datos recopilados sobre los hongos?
Bueno, la primera enseñanza es que hay muchos vacíos. Aunque se reportan 7.241 especies de hongos en Colombia, se cree que existen 230.000, lo que quiere decir que conocemos menos del 10%. En Guaviare, por ejemplo, hay cero hongos conocidos y eso es una campana de alerta importante. Pero, bueno, lo encontrado por el proyecto es que de esas 7.241 especies, 382 tienen un uso conocido. 184 de los usos son alimento, 110 medicina, 48 en biotecnología, 47 en materiales, 68 en ambientales, 35 sociales, 49 con potencial antibacterial y 36 para el control biológico.