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Astrónomos de la NASA quedaron sorprendidos al encontrar un grupo de estrellas jóvenes orbitando en espiral hacia el centro de un cúmulo masivo de estrellas, conocido como NGC 346 y que está ubicado en la Pequeña Nube de Magallanes, una galaxia satélite de la Vía Láctea. (Lea: La Nasa no lanzará Artemis I el 5 de septiembre, ¿qué viene para la misión?)
Esta zona durante mucho tiempo ha intrigado a los astrónomos por su forma inusual. “Este cúmulo puede estar alimentando la formación de estrellas en un movimiento de gas y estrellas similar al de un río. Es una forma eficiente de impulsar el nacimiento de estrellas”, explican investigadores en un comunicado publicado por la NASA.
En el documento, además, cuentan que la Pequeña Nube de Magallanes, donde está ubicada este cúmulo de estrellas, alberga una composición química más simple que la Vía Láctea, “lo que la hace similar a las galaxias que se encuentran en el universo más joven, cuando los elementos más pesados eran más escasos”.
Por esta razón, las estrellas ubicadas en esta zona se tienden a calentar más y, en algunas oportunidades, pueden quedarse sin combustible mucho más rápido de lo que se puede suceder en la Vía Láctea. Otro de los datos que ha intrigado por mucho tiempo a los astrónomos es su forma en espiral. Recientemente, investigadores de la NASA han logrado determinar a qué se debe.
Tras varias observaciones realizadas, los astrónomos lograron determinar que esta forma se debe en parte a las estrellas y el gas que se desplazan en espiral hacia el centro de este cúmulo. “La espiral roja superpuesta a NGC 346 traza el movimiento de estrellas y gas hacia el centro. Este movimiento en espiral es la forma más eficiente de alimentar la formación estelar desde el exterior hacia el centro del cúmulo”, señalan los científicos de la NASA. (Puede leer: Este septiembre, la Nasa estrellará una nave contra un asteroide. ¿Para qué?)
Para determinar este resultado, los científicos emplearon el telescopio espacial Hubble para medir los cambios en las posiciones de las estrellas durante 11 años. Elena Sabbi, profesora del Instituto de Ciencias del Telescopio Espacial en Baltimore y líder de esta parte del estudio, cuenta que “buscan determinar qué regula el proceso de formación de estrellas, porque estas son las leyes que necesitamos para comprender también lo que vemos en el universo primitivo”.
La otra herramienta que emplearon fue el Explorador Espectroscópico de Unidades Múltiples (MUSE) del VLT con base en tierra. Con este instrumento, el equipo de Peter Zeidler, integrante de la Agencia Espacial Europea, midió la velocidad radial, encargada de determinar si un objeto se acerca o se aleja de un observador.
“Con Hubble, puedes ver las estrellas, pero con MUSE también podemos ver el movimiento del gas en la tercera dimensión, y eso confirma la teoría de que todo gira en espiral hacia adentro”, apunta Zeidler, quien añade que “una espiral es realmente la forma buena y natural de alimentar la formación estelar desde el exterior hacia el centro del cúmulo. Es la forma más eficiente en que las estrellas y el gas que alimentan más formación estelar pueden moverse hacia el centro”. Los resultados de ambos equipos están publicados en la revista The Astrophysical Journal. (Le puede interesar: La Nasa logró producir oxígeno en Marte, ¿por qué es importante este avance?)
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