Imágenes tomadas por la NASA indicarían actividad en uno de los volcanes de Venus
Entre 1990 y 1992, la nave espacial Magellan de la NASA capturó fotos de un respiradero volcánico que, según científicos, podría continuar activo.
Los científicos encontraron pruebas que indicarían la existencia de actividad volcánica en Venus. Al examinar imágenes de radar de la superficie del planeta, recopiladas por la nave espacial Magellan de la NASA entre 1990 y 1992, se determinó que un respiradero volcánico ubicado en el área Atla Regio de Venus podría estar activo.
En los resultados, publicados el 15 de marzo en la revista académica Science, se puede observar cómo el respiradero volcánico cambió de forma entre dos imágenes tomadas con ocho meses de diferencia. Esto, según los investigadores, podría sugerir una erupción o flujo de magma.
“Este es un descubrimiento sorprendente que nos lleva un paso más cerca de descubrir cómo funciona Venus”, dice Darby Dyar, astrónomo de la Universidad Mount Holyoke en South Hadley, Massachusetts (Lea también: Este dinosaurio tendría el cuello más largo de cualquier animal jamás descubierto).
Reunir evidencia de que el planeta es volcánicamente activo no fue fácil. La espesa atmósfera de Venus, que equivale a 100 veces la masa de la Tierra, y las altas temperaturas, de 450 ºC, dificultan que los rovers y otras sondas exploren la superficie. Hasta ahora, los datos más confiables que han recopilado los científicos provienen de la nave espacial Magellan.
El desafío fue que Magellan tomó imágenes del planeta en tres ciclos diferentes durante su misión de 24 meses. Durante cada ciclo, apuntó su radar a un ángulo distinto de Venus. Así, para que los científicos buscaran cambios en la superficie a lo largo del tiempo, tenían que superponer las imágenes en varios ángulos y luego alinearlas. Sin embargo, la baja resolución de las imágenes de Magellan añadió otra capa de complejidad.
Esto preocupa a Scott King, geofísico de la Universidad Tecnológica de Virginia en Blacksburg que estudia Venus. Él cuestiona si las imágenes son evidencia lo suficientemente fuerte como para convencer a los escépticos de que Venus es volcánicamente activo. “La prueba está en el ojo del espectador”, dice (Lea también: El telescopio espacial James Webb capta una fase poco común antes de una supernova).
Sin embargo, los científicos afirman que no conocen ningún evento equivalente en la Tierra que pudiera causar los cambios que observaron sin actividad volcánica, aunque no pueden descartar la posibilidad de que algo más pueda haber sido el responsable.
Es por eso que, durante próximas misiones a Venus, se espera proporcionar los datos necesarios para confirmar o desmentir lo observado por Magellan.
Los científicos encontraron pruebas que indicarían la existencia de actividad volcánica en Venus. Al examinar imágenes de radar de la superficie del planeta, recopiladas por la nave espacial Magellan de la NASA entre 1990 y 1992, se determinó que un respiradero volcánico ubicado en el área Atla Regio de Venus podría estar activo.
En los resultados, publicados el 15 de marzo en la revista académica Science, se puede observar cómo el respiradero volcánico cambió de forma entre dos imágenes tomadas con ocho meses de diferencia. Esto, según los investigadores, podría sugerir una erupción o flujo de magma.
“Este es un descubrimiento sorprendente que nos lleva un paso más cerca de descubrir cómo funciona Venus”, dice Darby Dyar, astrónomo de la Universidad Mount Holyoke en South Hadley, Massachusetts (Lea también: Este dinosaurio tendría el cuello más largo de cualquier animal jamás descubierto).
Reunir evidencia de que el planeta es volcánicamente activo no fue fácil. La espesa atmósfera de Venus, que equivale a 100 veces la masa de la Tierra, y las altas temperaturas, de 450 ºC, dificultan que los rovers y otras sondas exploren la superficie. Hasta ahora, los datos más confiables que han recopilado los científicos provienen de la nave espacial Magellan.
El desafío fue que Magellan tomó imágenes del planeta en tres ciclos diferentes durante su misión de 24 meses. Durante cada ciclo, apuntó su radar a un ángulo distinto de Venus. Así, para que los científicos buscaran cambios en la superficie a lo largo del tiempo, tenían que superponer las imágenes en varios ángulos y luego alinearlas. Sin embargo, la baja resolución de las imágenes de Magellan añadió otra capa de complejidad.
Esto preocupa a Scott King, geofísico de la Universidad Tecnológica de Virginia en Blacksburg que estudia Venus. Él cuestiona si las imágenes son evidencia lo suficientemente fuerte como para convencer a los escépticos de que Venus es volcánicamente activo. “La prueba está en el ojo del espectador”, dice (Lea también: El telescopio espacial James Webb capta una fase poco común antes de una supernova).
Sin embargo, los científicos afirman que no conocen ningún evento equivalente en la Tierra que pudiera causar los cambios que observaron sin actividad volcánica, aunque no pueden descartar la posibilidad de que algo más pueda haber sido el responsable.
Es por eso que, durante próximas misiones a Venus, se espera proporcionar los datos necesarios para confirmar o desmentir lo observado por Magellan.