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El Consorcio Holandés de Agujeros Negros lanzó una nueva versión de la aplicación Black Hole Finder, (o Buscador de Agujeros Negros en español) diseñada para que las personas de todo el mundo puedan ayudar a identificar agujeros negros recién formados, a través de sus celulares o computadores.
Aunque la aplicación fue lanzada en marzo de este año, fue hasta hace poco que agregaron nuevos idiomas para que más personas puedan acceder a este proyecto de ciencia ciudadana. Ahora está disponible en holandés, inglés, español, alemán, chino, bengalí, polaco e italiano.
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Lo que busca el grupo de investigadores es encontrar los lugares donde nacen los agujeros negros, en palabras un poco más técnicas, donde las estrellas de neutrones se fusionan. Para esto, en la aplicación hay primero un tutorial donde explican cómo los pueden encontrar y distinguir los verdaderos de los falsos.
Una vez las personas terminan el tutorial se pueden inscribir y empezar a identificar qué fuentes son interesantes para hacer un seguimiento rápido. En este caso, estas posibles fuentes podrían ser posibles kilonovas, las cuales se forman durante la colisión de una estrella de neutrones y un agujero negro, generando un estallido cegador (pero breve) de radiación electromagnética, que a veces también da como resultado la creación de un agujero negro de masa estelar.
Cada kilonova identificada con precisión ofrece a los astrónomos una posible ubicación para estudiar más a fondo evidencias de agujeros negros recién formados. Sin embargo, el equipo holandés no cuenta con el personal suficiente como para analizar miles de imágenes. Por esto, lanzaron la aplicación a la que cualquier ciudadano puede acceder.
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La primera, y hasta ahora única, observación de kilonova fue el 18 de agosto de 2017, cuando hubo un breve destello de luz causado por la fusión de dos estrellas de neutrones que resultó en la formación de un agujero negro de masa estelar.
Cuando se produce una kilonova, la luz emitida se desvanece rápidamente y solo se puede detectar durante unos días. Por esto, el equipo de astrónomos construyó telescopios hechos a medida para localizar rápidamente la débil señal óptica asociada con el evento de fusión.
En cuanto se detecte una señal de onda gravitacional, el telescopio BlackGEM, ubicado en el norte de Chile, escaneará rápidamente la gran región del cielo identificada por los detectores de ondas gravitacionales. La comparación de estas nuevas observaciones con las anteriores proporciona una gran cantidad de fuentes candidatas.
La red de telescopios robóticos del Observatorio Las Cumbres (LCO) también se unió a este proyecto. “El director del LCO ha accedido amablemente a permitir a los ciudadanos activar sus telescopios de 0,4 m para realizar observaciones de seguimiento directamente desde la aplicación cuando el usuario lo considere necesario. Esto proporcionará información que los astrónomos pueden utilizar para determinar si uno de los eventos reales es una kilonova”, explicó Peter Jonker, investigador principal de la aplicación de ciencia ciudadana y coinvestigador principal del Consorcio Holandés de Agujeros Negros.