La botánica que le ayuda a Colombia a conocer su gran diversidad de helechos
Tras una travesía por el Pacífico, Alejandra Vasco, PhD en Biología, decidió que se dedicaría a estudiar los helechos, un grupo sobre el que Colombia es una especie de potencia. Hace poco empezó una expedición para conocerlos más de cerca, antes de que muchas especies desaparezcan por el cambio climático.
Paula Casas Mogollón
Juan Pablo Correa
Alejandra Vasco es una científica colombiana experta en taxonomía (clasificación) y biodiversidad de helechos. Es egresada de la Universidad de Antioquia y realizó un doctorado en el Jardín Botánico de Nueva York y en la Universidad de Nueva York. Cuenta que lo que la impulsó a estudiar biología fue una travesía por el Pacífico para conocer a las ballenas jorobadas y la curiosidad de su padre por la naturaleza. (Puede ver nuestro especial de mujeres en ciencia)
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Alejandra Vasco es una científica colombiana experta en taxonomía (clasificación) y biodiversidad de helechos. Es egresada de la Universidad de Antioquia y realizó un doctorado en el Jardín Botánico de Nueva York y en la Universidad de Nueva York. Cuenta que lo que la impulsó a estudiar biología fue una travesía por el Pacífico para conocer a las ballenas jorobadas y la curiosidad de su padre por la naturaleza. (Puede ver nuestro especial de mujeres en ciencia)
Hoy trabaja en el Jardín Botánico de Fort Worth (BRIT) en el estado de Texas (Estados Unidos). “Terminé en este instituto por amor. Mi esposo es mexicano, pero trabajaba en Dallas. Salió una oportunidad en el BRIT, que es un centro de investigación botánica con un herbario y una colección biológica muy grande. Yo no era la candidata perfecta, pero se alinearon todas las cosas que se tenían que alinear en la vida”, recuerda.
Recientemente, junto con dos investigadores estadounidenses, Weston Testo y Michael Sundue, iniciaron una expedición titánica y contra reloj para conocer la diversidad de los helechos que crecen en el país, antes de que el cambio climático acabe con muchas especies. Se trata del proyecto Helechos de Colombia, que financia la Fundación Nacional de Ciencias de los Estados Unidos (NSF, por sus siglas en inglés) y en el que participan el Jardín Botánico de Medellín, la Universidad de Antioquia, la Universidad del Valle y el Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional. (Lea: Científica de la UIS ganó el Premio Mujeres Latinoamericanas en Química)
A través de seis grandes expediciones a lugares poco explorados por botánicos, durante cuatro años, este proyecto busca ampliar la información científica y la diversidad que existe sobre los helechos en Colombia. Los sitios los eligieron basados en el clima, la presencia de bosques conservados y su posible diversidad. Hace poco, llegaron de su primer viaje por el Parque Nacional Natural Tatamá, la Serranía de los Paraguas, Valle del Cauca, y el municipio de Peque, Antioquia.
La génesis de un proyecto científico
El sueño de esta expedición botánica inició hace quince años. “Desde que arrancó nuestro doctorado, junto con Michael, empezamos a pensar cómo conseguir recursos para trabajar con helechos en Colombia, principalmente, porque es el país más diverso en estas plantas en todo el continente, pero hace falta nueva información y organizar la que ya existe”, cuenta Vasco.
Por el año 2008, estos tres investigadores recorrían en Colombia los Parques Nacionales Naturales de Tatamá, Chingaza e Iguaque en busca de helechos e información para sus estudios doctorales en la Universidad de la Ciudad de Nueva York. Durante esos años, Vasco estudiaba el género Elaphoglossum, que es el más diverso en el país. Y Michael investigaba la familia Grammitidaceae, que son unos helechos pequeños que crecen en los árboles y muchos resultaron ser nuevos para la ciencia.
Según Vasco, cuando hay que pensar en diversidad de helechos, sin duda Colombia es un país referente en este tema. “Por eso nuestros estudios los hacíamos allá”. Sin embargo, desde ese entonces, estos investigadores ya estaban preocupados por los impactos que el cambio climático tendría sobre estas plantas. Por esa razón y el amor que le tienen a los helechos, estos botánicos formularon hace dos años el proyecto Helechos de Colombia. (Le puede interesar: Personas LGBTIQ+ que hicieron historia en el mundo de la ciencia)
“Lo que sabemos es que Colombia, y en general todo el mundo, está en una carrera contra la extinción por las actividades humanas. Por ejemplo, la tasa de deforestación y de pérdida de ecosistemas es mucho más rápida que el tiempo que tardamos los biólogos e investigadores documentando la diversidad. Hay muchas especies que la ciencia desconoce y que podrían pasar al olvido si se extinguen”, dice Vasco.
Un sueño hecho realidad
Esta científica colombiana cuenta que se puede trabajar hasta 16 horas seguidas en una expedición botánica como la que hicieron en febrero. “Nos levantamos temprano, desayunamos y arrancamos porque los lugares a los que vamos son muy remotos y de difícil acceso. Cuando uno trabaja en Colombia, debe estar preparado para cualquier imprevisto. Hay que aprovechar cada minuto”.
Un día de trabajo significa recorrer grandes distancias, cargar el equipo especializado para tomar fotos y pequeñas muestras de helechos, así como de otras plantas importantes, y registrar información y datos científicos. Los pedazos que toman los botánicos, después deben secarlos y enviarlos a colecciones biológicas de plantas (herbarios) o museos de historia natural para que queden resguardados durante años.
“Cuando colectamos una planta se trata de un registro histórico que queda para siempre. Algunas muestras las dejamos en Colombia y otras las traemos a Estados Unidos para hacer estudios detallados, que en otras palabras significa clasificar, empezar a buscar qué especie es y qué relaciones tiene con otras”, asegura Vasco.
En su primera travesía, estuvieron 28 días en campo y recorrieron más de 800 kilómetros en carro y 100 kilómetros a pie. Además, realizaron más de 850 colectas de helechos e importantes descubrimientos sobre diversidad. Por ejemplo, encontraron una planta que llevaba quince años pérdida y otra de la que solo se tenía un registro de hace aproximadamente ochenta años.
También colectaron material para hacer estudios genéticos. “Esto nos va a ayudar a entender mejor los procesos de evolución de los helechos y su relación con otras especies. Un aspecto fundamental de nuestro primer viaje, es que todas las colecciones hechas en Peque son los primeros registros para este municipio, porque no había casi ninguna colección en esta zona”, dice Vasco. (Lea también: Mujeres en la ciencia en Colombia: la brecha también se nota en las publicaciones)
Otra tarea que están realizando, además de organizar los datos disponibles en el país y de aportar conocimiento científico, es formar estudiantes colombianos y estadounidenses para que se conviertan en especialistas en helechos y continúen estudiando la diversidad de estas plantas.
“Colombia tiene un territorio tan vasto y diverso que todavía no lo conocemos. No hemos recolectado ni documentado toda la diversidad que existe en el país. Por eso, son tan relevantes los esfuerzos de ir a campo y las expediciones para documentar y clasificar esas especies. De las cosas que me hacen más feliz en el mundo son estas plantas”, concluye.
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