Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
La peste negra es una de las enfermedades infecciones más catastróficas de la historia de la humanidad. Se estima que hasta el 60 % de toda la población de Eurasia occidental murió debido a ella, especialmente entre 1346 y 1353, los años más mortíferos. El origen de la enfermedad, dónde ocurrieron sus primeros brotes, sigue siendo motivo de investigación. Saberlo permitiría conocer las dinámicas de la expansión de la infección y ahondar en sus efectos en la vida. Una nueva investigación da nuevas luces sobre el tema.
Un grupo de investigadores internacional analizó los restos dentales de 7 individuos enterrados en los cementerios ubicados en la región de Kara-Djigach, en lo que hoy es Kirguistán (país de Asia central). Según las inscripciones de las lápidas, estos cementerios mostraron un número desproporcionadamente alto de entierros que datan de 1338 a 1339, con algunas inscripciones que indican que la causa de la muerte se debió a una pestilencia no especificada. Algunas excavaciones entre 1885 y 1892 revelaron un conjunto arqueológico único potencialmente asociado con una epidemia que afectó a la región durante el siglo XIV.
Puede ver: Así es como los perros ayudan a reducir el estrés en los niños
Tras el reciente análisis, los científicos rastrearon cepas ancestrales de la bacteria Yersinia pestis que causa la peste. Hasta el momento el inicio de la infección se había asociado a unos brotes que ocurrieron alrededor de la región del Mar Negro en 1346, ocho años después de la epidemia de Kara-Djigach. “Es como encontrar el lugar donde se unen todas las cepas, como con el coronavirus donde tenemos Alpha, Delta, Omicron, todos provenientes de esta cepa en Wuhan”, explicó, haciendo un paralelismo con la pandemia actual, para la revista Nature Johannes Krause, codirector del estudio, que fue publicado en esa revista especializada.
La ubicación de este asentamiento de Kara-Djigach en la proximidad de las redes transasiáticas de comercio también le hace pensar a los científicos que el comercio pudo ser un gran diseminador de la peste. Hay que recordar que la peste no ha podido ser erradicada. Solo entre 2010 y 2015, por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud notificó 3248 casos en el mundo, 584 de ellos mortales. En la actualidad, los tres países más endémicos son Madagascar, la República Democrática del Congo y el Perú. Hoy día, la peste puede tratarse con antibióticos y la aplicación de las precauciones habituales para evitar la infección.