La exposición que une ciencia y arte para hablar de nuestra relación con la Tierra
Durante todo este año en el Parque Explora de Medellín se podrá disfrutar de la exposición “Anticipaciones: Entre lxs mismxs no será”. Si bien Carolina Chacón, curadora del proyecto, reconoce que se trata de una apuesta inusual para un parque dedicado a la ciencia, destaca que el diálogo entre la ficción, el arte y las ciencias es clave para abordar, desde otras perspectivas, nuestra relación con el planeta que habitamos.
Luisa Fernanda Orozco
Aunque los huracanes, el río Medellín, un pueblo afro submarino y la Lengua de Señas Colombiana (LSC) parecen no tener un hilo conductor entre sí, el Parque Explora los unió a través de una exposición que mezcla ciencia y arte para construir relatos de ficción que hablan sobre nuestra relación con el planeta Tierra. Se llama “Anticipaciones: Entre l_s mism_s no será”, y podrá visitarse durante 2024 sin fecha clara de cierre.
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Aunque los huracanes, el río Medellín, un pueblo afro submarino y la Lengua de Señas Colombiana (LSC) parecen no tener un hilo conductor entre sí, el Parque Explora los unió a través de una exposición que mezcla ciencia y arte para construir relatos de ficción que hablan sobre nuestra relación con el planeta Tierra. Se llama “Anticipaciones: Entre l_s mism_s no será”, y podrá visitarse durante 2024 sin fecha clara de cierre.
Carolina Chacón, curadora del proyecto, explica que son cuatro proyectos e instalaciones que “tienen que ver con cómo entender la influencia de los seres humanos sobre el mundo a partir del cambio del río Medellín y la mirada de los huracanes, y también otras formas de relacionarnos con personas que no han hecho parte de los discursos imperantes, como lo han sido las personas afro y la comunidad sorda”.
En sus palabras, Chacón dice que, aunque puede parecer un proyecto inusual, invita a que los visitantes se pregunten por las formas que tienen para relacionarse entre ellos y el medio ambiente desde tres líneas temporales: presente, pasado y futuro. “El lenguaje que presentamos con Anticipaciones es raro para un museo que está acostumbrado a enseñar elementos científicos. Decidimos hacerlo porque, en este caso, buscamos cohabitar con otras formas de conocimiento que es necesario conocer para reconocer nuestro pasado y presente para la construcción de nuestro futuro”, cuenta.
Para entender un poco mejor a lo que se refiere Chacón, es necesario hacer un repaso por cada una de las cuatro experiencias que componen la exposición. Sus artistas construyeron durante tres meses el que sería el producto final y contaron con la ayuda de científicos del Parque Explora: expertos en campos como ecología, biología, astronomía, historia y estudios visuales.
La primera experiencia, llamada “Corriente creciente”, fue creada por el artista plástico Daniel Álvarez, quien reconstruyó el antiguo cauce del río Medellín mucho antes de que fuera canalizado en la década de 1950. “Mi intención también era que las personas supieran por dónde pasaba antes, para que así lo comparen con la actualidad, porque muchos de esos lugares ahora tienen edificaciones”, explica Álvarez.
En compañía de la escritora Lina María Parra desarrollaron un relato de ficción sobre los peces que antes habitaban el río, como la sabaleta (Brycon henni), una especie endémica de Colombia que actualmente se encuentra en otros ríos, como el Cauca y Magdalena. A partir de esta historia, se hicieron cuatro ilustraciones científicas del pez, “aunque no son dibujos fieles”, continúa Álvarez, “porque están basados en la historia ficticia que construimos. Fueron más bien un guiño a los naturalistas del siglo XVI, quienes hacían dibujos de diferentes especies a partir de relatos que escuchaban de otras personas”.
Para construir su propuesta, Álvarez explica que se inspiró en su infancia vivida al occidente de la capital antioqueña. “Quienes habitábamos en ese sector de la ciudad, siempre teníamos que cruzar el río Medellín para ir al centro, estudiar y trabajar. Personalmente, cada que lo cruzaba, me preguntaba mucho por nuestra relación con él”, cuenta.
Álvarez cuenta que su abuela fue una de las personas que, al llegar a Medellín, se asentó en la ribera del río, en el norte de la ciudad. Ella solía contarle cómo era vivir en ese lugar, cuando todavía había peces —entre ellos la sabaleta— y pescadores para cazarlos. La intención de Álvarez también es hacer una crítica sobre el estado actual del río Medellín,hacia el estado actual del río Medellín que, a su paso por los 10 municipios que conforman el área metropolitana, presenta elevados niveles de contaminación, según las autoridades locales.
“Temporada de huracanes”
Desde hace tiempo, la artista plástica Maria Fernanda Calderón comenzó a interesarse por los ojos que nos observan desde la órbita del planeta: los satélites. Cuando surgió la convocatoria del Parque Explora para Anticipaciones, Calderón vio la oportunidad de profundizar más en lo que ya venía trabajando al respecto y, al ser seleccionada, se dio cuenta de que los meses que duraría la residencia coincidían con la temporada de huracanes en el Caribe, que iba hasta noviembre de 2023.
Calderón decidió entonces monitorear los satélites GOES NOAA, que hacen parte de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos y se dedican a observar el Sol, las partículas energéticas y campos magnéticos. “Al final, hubo nueve huracanes durante el tiempo de mi investigación y, observándolos, me di cuenta de algo un poco obvio: se ven como ojos sobre la Tierra. Además, había otro elemento que me llamó la atención, y es que siempre se les ha bautizado con el nombre de personas: Dora, Fernanda, Hilary, Frankiin, Idalia, Jova, Lee, Margot, y Nigel”, cuenta Calderón.
Fue así como decidió que la experiencia que sería expuesta en el Parque Explora estaría compuesta por dos videoproyecciones en las que los huracanes se convierten en personajes que narran, a través de textos, lo que ven y sienten a medida que pasan por la Tierra. “Miré los días específicos en que pasó cada huracán y también las imágenes de la Tierra. Durante ese tiempo, también sucedieron eventos climáticos como inundaciones, sequías e incendios. La narrativa parte de lo que ‘ve’ el huracán”, continúa Calderón.
Otra parte de las videoproyecciones está compuesta por imágenes con noticias de medios de comunicación que cuentan lo que sucedía en la sociedad a medida que pasaban los 9 huracanes. En palabras de Calderón, aunque no podemos negar que esos fenómenos atmosféricos son sumamente destructivos desde una visión humana, porque arrasan calles, casas y otras grandes infraestructuras, también juegan un papel muy importante para el equilibrio de la Tierra, pues mitigan las sequías y funcionan como mecanismos de circulación atmosférica. “Mi objetivo era entonces que las personas pudiéramos mirar a los huracanes desde otra perspectiva, no solo desde la humana”, explica.
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“Drexciya”
La artista plástica Astrid González construyó un relato de ficción mezclado con biología y astronomía a partir de una banda de música tecno llamada Drexciya. Estuvo conformada por hombres afroestadounidenses entre 1992 y 2002, quienes crearon todo su concepto artístico a partir de la reinterpretación del mito de la Atlántida de Platón: en vez de la versión original, se inventaron otra en la que los hijos e hijas de las mujeres negras, embarazadas y esclavas que fueron lanzados por la borda de los barcos esclavistas en la Colonia se adaptaron al océano, aprendieron a respirar bajo el agua y conformaron su propia civilización submarina: Drexciya.
Gonzáles cuenta que, como mujer afro y artista, quiso reconstruir la historia de Drexciya como una historia ficticia que tuviera soporte científico. Para eso, fue clave el acompañamiento de biólogos y astrónomos del Parque Explora, quienes, por ejemplo, la ayudaron a definir una posible ubicación de lo que pudo haber sido esa colonia de afros bajo el mar. El sitio que escogieron fue el Atlántico ecuatorial, exactamente en Los Caballos (entre la latitud 30 y 60 grados norte y sur), un lugar del que se cuentan muchos relatos del tiempo de la Colonia, pues se decía que era uno de los pasos más famosos que los barcos hacían cuando querían llegar a América. González explica que se le llamó así porque, cuando los antiguos marineros llegaban allí, decían que el viento dejaba de soplar y las embarcaciones permanecían días sin moverse. Con la esperanza de encontrar otra vez corriente, aligeraban el peso de las naves e, incluso, tiraban a los caballos que los acompañaban por la borda. Ellos, desesperados, nadaban hasta que terminaban ahogándose.
González y el equipo de científicos del Parque Explora pensaron en agregar también otros elementos que permitieran darle credibilidad a Drexciya, como una caracterización detallada de sus habitantes: se determinó que utilizaban un calendario lunar para ubicarse en el tiempo. Para comunicarse, emitían sonidos y chasquidos como algunos cetáceos e, incluso, las señas que se hacen los buzos cuando se sumergen en el mar.
Gónzalez decidió presentar el producto final a través de un video que dura siete minutos, en el que se muestran ilustraciones con la historia de Drexciya y todos los datos que recopilaron para hacer de la historia una especie de mito científico.
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“Lengua ̶M̶a̶l̶a̶”
En un propósito por reivindicar la Lengua de Señas Colombiana (LSC), se creó un performance, es decir, una puesta en escena artística, que narra la experiencia de vida de dos artistas sordos: Geraldine Zapata y Sebastián Arenas, que además hacen parte de Casa Señante, un colectivo artístico de teatro sordo de Medellín. Luego, al proceso se integraron dos artistas escénicos oyentes, Germán Sánchez y Radha León.
Algunas escenas de la obra hacen alusión a ciertos eventos históricos, como un congreso en Milán en el siglo XIX, donde una junta de médicos y profesores se reunieron a decidir si la lengua de señas era una manera legítima de educar a las personas sordas o no. La votación fue devastadora: la mayoría votó por la obligatoriedad de las terapias de oralización, que consisten en desarrollar habilidades para que las personas sordas se comuniquen a través del habla. Esa tendencia se extendió por varias partes del mundo, incluida Colombia. “La mayoría de las personas sordas han sido obligadas a oralizar. Esa ha sido la perspectiva médica y científica que más daño ha generado en la cultura sorda, que en últimas busca defender la Lengua de Señas como una de las 70 lenguas nativas de nuestro país. Es una manera de ver la vida y también es una postura política frente al mundo. Ellos sostienen que la oralidad no es la única forma de comunicarse que existe”, dice Chacón.
Sánchez también hace énfasis en que a las personas sordas se les ha visto desde una perspectiva “incapacitante”, que no pueden comunicarse por sí mismos, ya que la mayoría de la cotidianidad está construida con la oralidad. “Pero la oralidad no es la única manera de comunicarse que existe”, continúa Chacón. “Lengua ̶M̶a̶l̶a̶ busca cambiar la perspectiva sobre los cuerpos que hemos concebido erróneamente como discapacitados. Uno de los puntos centrales del performance es cuestionar eso y normalizar a los cuerpos que son diferentes”.
Durante la inauguración de Anticipaciones, Zapata y Arenas presentaron el performance, que busca ser un punto medio entre oyentes y sordos. Desarrolla una lengua común que, en últimas, y en palabras de Sánchez, es como debería funcionar el mundo.
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