La importancia de la histórica misión de la India en el polo sur de la Luna
En su tercera misión lunar, la agencia espacial de la India logró lo que ninguna otra potencia ha conseguido: aterrizar en el polo sur de nuestro satélite. Pero, ¿por qué esta región de la Luna es tan atractiva para los científicos?
“La India está en la Luna”. Con esa frase, entre aplausos y gritos de victoria, Shri S. Somanath, jefe de la agencia espacial india, celebró ayer lo que es un hito para su país, pero también para la humanidad: el primer aterrizaje de una sonda espacial, la Chandrayaan-3, en el polo sur de nuestro satélite. Décadas de investigación y unos cuantos fracasos (de otros países como Rusia e incluso de la misma India, que vio como la Chandrayaan-2 se estrellaba en 2019), anteceden este logro, que es importante, entre otras cosas, porque los científicos creen que allí, en el polo sur lunar, hay presencia de agua en hielo, una fuente vital de ese líquido para futuras estaciones humanas. (Puede leer: Encuentran al dinosaurio herbívoro más antiguo del mundo. Tiene 167 millones de años)
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“La India está en la Luna”. Con esa frase, entre aplausos y gritos de victoria, Shri S. Somanath, jefe de la agencia espacial india, celebró ayer lo que es un hito para su país, pero también para la humanidad: el primer aterrizaje de una sonda espacial, la Chandrayaan-3, en el polo sur de nuestro satélite. Décadas de investigación y unos cuantos fracasos (de otros países como Rusia e incluso de la misma India, que vio como la Chandrayaan-2 se estrellaba en 2019), anteceden este logro, que es importante, entre otras cosas, porque los científicos creen que allí, en el polo sur lunar, hay presencia de agua en hielo, una fuente vital de ese líquido para futuras estaciones humanas. (Puede leer: Encuentran al dinosaurio herbívoro más antiguo del mundo. Tiene 167 millones de años)
La Chandrayaan-3 despegó el 14 de julio de la isla de Sriharikota, en la India, bajo los aplausos de miles de personas que se reunieron para ver la operación. De todo el proceso de llegada al satélite, el descenso de los últimos 25 kilómetros desde el espacio hasta la superficie lunar era la parte “más crítica del aterrizaje”. Tanto, que los científicos los llamaban los “20 minutos de terror”, había explicado para El País de España, Santosh Vadawale, científico de la misión. A una velocidad de unos 1,68 km por segundo, la Chandrayaan-3 tenía que pasar de una posición horizontal a una vertical durante el descenso. Fueron justo los cálculos de este proceso lo que falló en la misión de 2019.
“No es un proceso nada sencillo”, señala Raúl Joya, director del Observatorio Astronómico de la Universidad Sergio Arboleda. Básicamente, explica, ese proceso de cambio de ángulo no solo necesita mucho combustible sino también el uso de cálculos matemáticos tan precisos como sea posible. “Lo más impresionante —agrega Joya— es que están rompiendo paradigmas en cuanto a la carrera espacial, ya que este país está haciendo estos proyectos con unos presupuestos muchísimo más cortos que, por ejemplo, la agencia espacial de Estados Unidos (NASA) o la europea”. (Le puede interesar: Abren convocatoria de becas para mujeres científicas en Colombia. Así puede aplicar)
Esto último es importante para países que no tienen los recursos que tiene la NASA. Aunque cada programa espacial tiene objetivos y por ende retos técnicos y tecnológicos distintos, un dato ayuda a dimensionar las diferencias de presupuesto: mientras la agencia espacial de Estados Unidos ha destinado poco más de $35.000 millones de euros en su programa espacial en la última década, India tiene previsto invertir poco más de $1.000 millones.
Chandrayaan-3 costó unos $70 millones de euros, un valor que, para seguir con las comparaciones, es inferior al de producciones de películas como Interstellar, film ganador de un Óscar en 2015, que tuvo un valor de unos $160 millones. (También puede leer: El cometa Nishimura será visible desde la Tierra y así podrá verlo)
“Es un ejemplo muy bueno para países como Argentina, cuya industria espacial es una de las más avanzadas en el continente”, explica Joya. Por supuesto, el desarrollo tecnológico para que una sonda aterrice en la Luna sigue estando muy lejano de las realidades de países de América Latina, pero el mensaje sigue siendo el mismo: “es posible explorar el espacio a un costo inferior”, dice el docente.
Es algo que sabe la India: “Esta misión ayudará a otras misiones lunares de otros países. Todos podemos aspirar a llegar a la Luna y más allá”, señaló, por ejemplo, el primer ministro del país, Narendra Modi. Ya en la Luna, entre los objetivos de la Chandrayaan-3 está ayudar a comprender las propiedades térmicas y físicas de la superficie lunar en el lugar de aterrizaje.
Un paso más
Según los científicos indios, Chandrayaan-3 tiene tres objetivos: demostrar que un aterrizaje suave y seguro en la superficie lunar es posible (que ya cumplió); desplegar un rover inteligente en la superficie del satélite; y realizar experimentos científicos in situ. Entre las preguntas que puede ayudar a responder, está toda la información posible que pueda recolectar del hielo que se cree se encuentra en esta zona del satélite y que la comunidad científica global está considerando puede ser una fuente vital de agua para futuros colonizadores humanos. (Puede interesarle: Las criticas al proyecto que, después de 10 años, logró recrear el cerebro humano)
“Desde hace mucho tiempo se está previendo que para llevar humanos a planetas como Marte se requiere seguramente salir de la Luna, donde los cohetes necesitan menos potencia, ya que la tracción gravitacional es menor. Por eso, tener bases humanas permanentes en la Luna será importante”, señala Joya. Después del aterrizaje, el rover de seis ruedas bajará por una rampa del módulo de aterrizaje y comenzará a sondear la composición elemental de la superficie lunar.
De hecho, fue también una misión india (la Chandrayaan-1, el primer orbitador lunar de ese país), el que envió en 2009 datos que apuntaban a que la Luna no era un lugar tan seco como hasta entonces se creía. La información, publicada en la revista Science, revelaba la presencia de moléculas de agua en la zona de los cráteres de las regiones polares donde el sol nunca brilla. Desde ese hallazgo, los países han intentado llegar hasta esa región para confirmar cuánta agua hay y qué tan difícil sería extraerla. Las capas de hielo también podrían dar información clave sobre la historia del sistema solar. (Puede leer: Hallan la pieza que faltaba para entender el texto filosófico más antiguo)
Por todo esto, varios países celebraron el logro de la Chandrayaan-3. “Increíble. Enhorabuena a la agencia espacial india, a Chandrayaan-3 y a todo el pueblo de la India”, escribió en sus redes sociales Josef Aschbacher, director general de la Agencia Espacial Europea (ESA). “¡Felicidades por el exitoso aterrizaje lunar Chandrayaan-3 en el Polo Sur!”, dijo Bill Nelson, jefe de la NASA. Rusia, que hace unos días vio como fracasaba su misión que buscaba hacer exactamente lo mismo, tampoco guardó silencio: el presidente ruso Vladímir Putin alabó el “impresionante” éxito y envió sus “más sinceras felicitaciones” a Modi. Los planes espaciales de la India no terminan acá: para 2028 el país quiere tener observatorio dedicado a descubrir exoplanetas.