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Después de un mes de haber partido de Cabo Cañaveral, el Euclid envió sus primeras imágenes de prueba. Y llegaron con buenas noticias: el artefacto está funcionando bien y faltan algunas adecuaciones para que empiece a desarrollar la tarea para la que fue creado. (Le puede interesar: Una erupción solar ‘gigantesca’ se sintió en la Tierra, la Luna y Marte)
La misión, que partió el pasado 1 de julio, ya se encuentra a 1.5 millones de kilómetros de la Tierra. Allí se encuentra el segundo punto de Lagrange (L2), una especie de punto neutro en el que puede quedarse estable, pues se equilibran las fuerzas de gravedad que lo atraen hacia la Tierra u otras superficies.
Se espera que el Euclid, que está equipado con un telescopio de 1.2 metros de diámetro, una cámara de longitud de onda visible (VIS) y un espectrómetro y fotómetro de infrarrojo cercano (NISP), logre generar el primer mapa 3D a gran escala del espacio.
Tiene la capacidad de observar hasta un tercio del cielo, que son unos 10.000 millones de años luz. En esa porción se cree que encontrará miles de millones de galaxias. (Le recomendamos: La Nasa detecta señal de ‘Voyager 2′, la sonda con la que había perdido contacto)
Las imágenes de prueba que dio a conocer la NASA son una buena noticia, porque indican que la misión va de acuerdo a lo pensado, el telescopio funciona como se esperaba y pronto empezará su observación.
“Estamos encantados de ver que los detectores suministrados por la NASA y el resto del hardware están funcionando como se esperaba. Estamos increíblemente entusiasmados con los resultados científicos que se obtendrán en los próximos meses y años”, dijo a la NASA Mike Seiffert, científico del proyecto.
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