La Nasa pierde comunicación con una sonda que está a 19.900 millones de kilómetros
Una serie de comandos generaron, por error, “que la antena apuntara 2 grados en sentido contrario a la Tierra. Como resultado, la Voyager 2 es actualmente incapaz de recibir comandos o transmitir datos a la Tierra”, explicó la Nasa. ¿Cómo esperan solucionar este percance?
El 20 de agosto de 1977, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (Nasa, por sus siglas en inglés), envió al espacio la sonda espacial Voyager 2, cuyo objetivo era explorar a Júpiter y Saturno, así como Urano y Neptuno. (Puede leer: Resuelven el largo misterio de un entierro de 2.000 años de antigüedad)
Aunque varios de sus instrumentos ya no están en uso, esta sonda sigue aportando valiosa información al ser uno de los objetos de la Nasa que más lejos se ubican. Sin embargo, por varios meses, la agencia espacial estadounidense dejará de recibir datos de la Voyager 2, que actualmente se ubica a 19.900 millones de kilómetros de la Tierra.
Como dio a conocer hace unos días la Nasa a través de un comunicado, una serie de comandos que fueron enviados el 21 de julio generaron, por error, “que la antena apuntara 2 grados en sentido contrario a la Tierra. Como resultado, la Voyager 2 es actualmente incapaz de recibir comandos o transmitir datos a la Tierra”. (También puede leer: Hallan fósil de una tortuga de 150 millones de años con curiosa forma de panqueque)
En términos más sencillos, explicó la agencia espacial de Estados Unidos, los datos enviados por la nave no llegarán a las antenas terrestres de la Red de Espacio Profundo (DSN, por sus siglas en inglés), ni la nave recibirá las órdenes que envíen los controladores terrestres.
Sin embargo, la solución está más cerca de lo que se puede imaginar. Como dio a conocer la Nasa, esta sonda tiene programado a lo largo del año varios reajustes de orientación para que su antena siempre esté apuntando hacia la Tierra. (Puede interesarle: Le hicieron cosquillas a ratas para identificar qué nos hace jugar)
El próximo reajuste deberá ocurrir el 15 de octubre, en dos meses y medio, lo que, aseguró la Nasa, “debería permitir reanudar la comunicación. El equipo de la misión espera que la Voyager 2 se mantenga en su trayectoria prevista durante el periodo de silencio”.
El 20 de agosto de 1977, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (Nasa, por sus siglas en inglés), envió al espacio la sonda espacial Voyager 2, cuyo objetivo era explorar a Júpiter y Saturno, así como Urano y Neptuno. (Puede leer: Resuelven el largo misterio de un entierro de 2.000 años de antigüedad)
Aunque varios de sus instrumentos ya no están en uso, esta sonda sigue aportando valiosa información al ser uno de los objetos de la Nasa que más lejos se ubican. Sin embargo, por varios meses, la agencia espacial estadounidense dejará de recibir datos de la Voyager 2, que actualmente se ubica a 19.900 millones de kilómetros de la Tierra.
Como dio a conocer hace unos días la Nasa a través de un comunicado, una serie de comandos que fueron enviados el 21 de julio generaron, por error, “que la antena apuntara 2 grados en sentido contrario a la Tierra. Como resultado, la Voyager 2 es actualmente incapaz de recibir comandos o transmitir datos a la Tierra”. (También puede leer: Hallan fósil de una tortuga de 150 millones de años con curiosa forma de panqueque)
En términos más sencillos, explicó la agencia espacial de Estados Unidos, los datos enviados por la nave no llegarán a las antenas terrestres de la Red de Espacio Profundo (DSN, por sus siglas en inglés), ni la nave recibirá las órdenes que envíen los controladores terrestres.
Sin embargo, la solución está más cerca de lo que se puede imaginar. Como dio a conocer la Nasa, esta sonda tiene programado a lo largo del año varios reajustes de orientación para que su antena siempre esté apuntando hacia la Tierra. (Puede interesarle: Le hicieron cosquillas a ratas para identificar qué nos hace jugar)
El próximo reajuste deberá ocurrir el 15 de octubre, en dos meses y medio, lo que, aseguró la Nasa, “debería permitir reanudar la comunicación. El equipo de la misión espera que la Voyager 2 se mantenga en su trayectoria prevista durante el periodo de silencio”.