La NASA quiere hacer volar un helicóptero en Marte por primera vez
El rover Perseverance de la NASA intentará aterrizar en Marte el próximo jueves. Esta es la tercera misión espacial que interactúa con el planeta rojo en estas primeras semanas de 2021.
Después de siete meses de viaje, el rover Perseverance de la NASA intentará aterrizar en Marte el jueves, en una maniobra ultra peligrosa que marcará el comienzo de una búsqueda de varios años para encontrar rastros de vida antigua.
La misión Marte 2020, que despegó de Florida a finales de julio, lleva el mayor y más avanzado vehículo jamás enviado al planeta rojo, Perseverance.
Construido en el legendario Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA (JPL, por sus siglas en inglés), pesa una tonelada, está equipado con un brazo robótico de más de dos metros de largo, 19 cámaras y, por primera vez, dos micrófonos.
Si llega intacto, será el quinto rover que realiza el viaje desde 1997. Hasta ahora todos son estadounidenses, y uno de ellos, el Curiosity, sigue en funcionamiento.
Pero la semana pasada China puso en órbita alrededor de Marte su sonda “Tianwen-1”, que contiene un robot teledirigido que debería intentar aterrizar entre mayo y junio. Lea: En video: así quedó grabado el momento en el que la sonda Tianwen-1 entra en órbita de Marte
El jueves a las 20H30 GMT Perseverance posará sus seis ruedas en un lugar de aterrizaje “espectacular”, en palabras de Ken Farley, científico del proyecto.
El cráter de Jezero había sido considerado para misiones anteriores, en particular para el Curiosity, pero se descartó por considerarse demasiado peligroso. Pero las nuevas tecnologías permiten ahora intentar la maniobra.
Debido al covid-19, la sala de control de la NASA estará menos llena de lo habitual. Pero “eso no impedirá que saltemos de alegría” una vez que se confirme el aterrizaje, prometió Matt Wallace, jefe adjunto de la misión.
Tras el aterrizaje, las primeras fotos de la superficie llegarán rápidamente en baja resolución. Se esperan imágenes de video, incluyendo de la entrada en la atmósfera, más tarde.
- Lagos y ríos -
Los investigadores creen que hace más de 3.500 millones de años el cráter de Jezero albergaba un profundo lago de unos 50 km de ancho.
En ese momento, “Marte era muy similar a la Tierra en muchos aspectos. Tenía una atmósfera importante, lagos y ríos, (...) lugares donde los organismos que conocemos podrían haber prosperado”, explica Ken Farley. “Estos son los únicos ambientes habitables que conocemos más allá de la Tierra”.
Marte 2020 es la primera misión con el objetivo explícito de demostrar que existió vida allí.
El Perseverance, que se desplaza tres veces más rápido que los anteriores rovers, tendrá que recorrer, durante varios años, más de veinte kilómetros a través de diferentes entornos. Primero el delta formado por un río que desembocó en su momento en el lago, luego lo que podría ser su orilla y finalmente, tendrá que escalar el borde del cráter.
En cada lugar se tomarán muestras -hasta 30 en total- que serán analizadas por los laboratorios más avanzados de la Tierra en busca de posibles rastros microscópicos de organismos antiguos.
Los tubos que contienen las muestras se conservarán cuidadosamente hasta que una misión posterior pueda ir por ellas, en la década de 2030.
La idea de la NASA es que las muestras se coloquen primero en un cohete y se pongan en órbita, para luego ser recuperadas por otra nave espacial durante un encuentro espacial.
“Los científicos que estudiarán estas muestras están todavía en la escuela, puede que ni siquiera hayan nacido todavía”, dijo Farley.
- Fabricación de oxígeno -
¿Qué aspecto tendría este esperado rastro de vida? “No debemos esperar un diente fósil, un hueso o una hoja”, advirtió el científico. Sino más bien rastros de vida microbiana. Un descubrimiento que sería “fabuloso”.
Sin embargo, los primeros meses de la misión no se dedicarán a este primer objetivo. También están previstos experimentos paralelos.
En concreto, la NASA quiere hacer volar por primera vez una nave motorizada en otro planeta. Un pequeño helicóptero llamado Ingenuity tendrá que ser capaz de elevarse en un aire con una densidad equivalente al 1% de la densidad de la atmósfera terrestre.
Otro objetivo es prepararse para futuras misiones humanas, experimentando con la producción de oxígeno directamente in situ. Un instrumento llamado MOXIE, del tamaño de una batería de auto, debería ser capaz de producir hasta 10g de oxígeno en una hora, succionando el dióxido de carbono de la atmósfera marciana, de forma similar a una planta.
Este oxígeno podría ser utilizado por los futuros colonos humanos para respirar, pero también como combustible.
La NASA ha invertido unos 2.400 millones de dólares para construir y lanzar la misión Marte 2020. El coste del aterrizaje y de las operaciones en terreno se estiman inicialmente en 300 millones de dólares.
Más de un siglo después del primer vuelo motorizado en la Tierra, la NASA quiere demostrar que es posible hacer volar un vehículo en otro planeta.
Transportado a bordo de la misión Marte 2020, que llega a su destino el jueves, el pequeño helicóptero Ingenuity deberá realizar una hazaña: elevarse en el aire con una densidad equivalente a solo el 1% de la atmósfera terrestre.
- Helicóptero ultraligero -
Ingenuity en realidad se parece más a un gran dron. El principal desafío para los ingenieros era hacerlo lo más ligero posible, de modo que pueda elevarse en un aire extremadamente liviano. Pesa solo 1,8 kg.
Está compuesto por cuatro pies, un cuerpo y dos hélices superpuestas. Mide 1,2 metros de un extremo a otro de una hélice.
Las hélices girarán a una velocidad de 2.400 rpm (revoluciones por minuto), aproximadamente cinco veces más rápido que un helicóptero estándar.
Ingenuity está equipado con paneles solares para recargar sus baterías. Gran parte de su energía servirá para mantenerse caliente (hace -90 °C por la noche en Marte). También puede tomar fotos y videos.
El helicóptero viaja adosado a la parte de abajo del cuerpo de Perseverance, el vehículo principal de la misión. Una vez en Marte, se desprenderá para caer en el suelo y el rover le pasará rodando por encima para alejarse de él.
- Vuelos de 90 segundos -
Está previsto que Ingenuity realice hasta cinco vuelos de dificultad gradual durante un período de un mes inmediatamente desde la llegada de Perseverance.
Ingenuity puede elevarse hasta cinco metros de altura y desplazarse hasta 300 metros, pero irá mucho menos lejos en la primera prueba.
Cada vuelo puede durar un máximo de un minuto y medio, “lo que no es poca cosa en comparación con los 12 segundos” del primer vuelo motorizado en la Tierra, argumenta la NASA.
Debido a la demora de transmisión de unos veinte minutos entre la Tierra y Marte, no hay mando a distancia para controlarlo. Volará en autonomía: irá programado con algunos comandos, pero luego tendrá que valerse por sí mismo gracias a una serie de sensores que lo ayudarán a desplazarse.
Los resultados de los vuelos se recibirán en la Tierra mucho después de que ocurran.
- ¿Para qué? -
Este experimento es lo que la NASA llama una misión de demostración: no tiene ningún objetivo científico, excepto demostrar que es posible volar en Marte y recopilar datos sobre el comportamiento de una nave en otro planeta.
En el futuro, tales aparatos podrían “marcar el comienzo de una era completamente nueva de exploración de Marte”, dice con entusiasmo Bob Balaram, ingeniero jefe del proyecto, dando la posibilidad de llegar adonde los rovers no pueden ir, por ejemplo, por encima de los cañones.
También es posible imaginar que este tipo de nave vaya a buscar, para luego traer de vuelta a una base, muestras recolectadas por misiones anteriores. Por ejemplo, las muestras que debe empezar a recoger Perseverance en la siguiente fase de la misión Marte 2020.
Después de siete meses de viaje, el rover Perseverance de la NASA intentará aterrizar en Marte el jueves, en una maniobra ultra peligrosa que marcará el comienzo de una búsqueda de varios años para encontrar rastros de vida antigua.
La misión Marte 2020, que despegó de Florida a finales de julio, lleva el mayor y más avanzado vehículo jamás enviado al planeta rojo, Perseverance.
Construido en el legendario Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA (JPL, por sus siglas en inglés), pesa una tonelada, está equipado con un brazo robótico de más de dos metros de largo, 19 cámaras y, por primera vez, dos micrófonos.
Si llega intacto, será el quinto rover que realiza el viaje desde 1997. Hasta ahora todos son estadounidenses, y uno de ellos, el Curiosity, sigue en funcionamiento.
Pero la semana pasada China puso en órbita alrededor de Marte su sonda “Tianwen-1”, que contiene un robot teledirigido que debería intentar aterrizar entre mayo y junio. Lea: En video: así quedó grabado el momento en el que la sonda Tianwen-1 entra en órbita de Marte
El jueves a las 20H30 GMT Perseverance posará sus seis ruedas en un lugar de aterrizaje “espectacular”, en palabras de Ken Farley, científico del proyecto.
El cráter de Jezero había sido considerado para misiones anteriores, en particular para el Curiosity, pero se descartó por considerarse demasiado peligroso. Pero las nuevas tecnologías permiten ahora intentar la maniobra.
Debido al covid-19, la sala de control de la NASA estará menos llena de lo habitual. Pero “eso no impedirá que saltemos de alegría” una vez que se confirme el aterrizaje, prometió Matt Wallace, jefe adjunto de la misión.
Tras el aterrizaje, las primeras fotos de la superficie llegarán rápidamente en baja resolución. Se esperan imágenes de video, incluyendo de la entrada en la atmósfera, más tarde.
- Lagos y ríos -
Los investigadores creen que hace más de 3.500 millones de años el cráter de Jezero albergaba un profundo lago de unos 50 km de ancho.
En ese momento, “Marte era muy similar a la Tierra en muchos aspectos. Tenía una atmósfera importante, lagos y ríos, (...) lugares donde los organismos que conocemos podrían haber prosperado”, explica Ken Farley. “Estos son los únicos ambientes habitables que conocemos más allá de la Tierra”.
Marte 2020 es la primera misión con el objetivo explícito de demostrar que existió vida allí.
El Perseverance, que se desplaza tres veces más rápido que los anteriores rovers, tendrá que recorrer, durante varios años, más de veinte kilómetros a través de diferentes entornos. Primero el delta formado por un río que desembocó en su momento en el lago, luego lo que podría ser su orilla y finalmente, tendrá que escalar el borde del cráter.
En cada lugar se tomarán muestras -hasta 30 en total- que serán analizadas por los laboratorios más avanzados de la Tierra en busca de posibles rastros microscópicos de organismos antiguos.
Los tubos que contienen las muestras se conservarán cuidadosamente hasta que una misión posterior pueda ir por ellas, en la década de 2030.
La idea de la NASA es que las muestras se coloquen primero en un cohete y se pongan en órbita, para luego ser recuperadas por otra nave espacial durante un encuentro espacial.
“Los científicos que estudiarán estas muestras están todavía en la escuela, puede que ni siquiera hayan nacido todavía”, dijo Farley.
- Fabricación de oxígeno -
¿Qué aspecto tendría este esperado rastro de vida? “No debemos esperar un diente fósil, un hueso o una hoja”, advirtió el científico. Sino más bien rastros de vida microbiana. Un descubrimiento que sería “fabuloso”.
Sin embargo, los primeros meses de la misión no se dedicarán a este primer objetivo. También están previstos experimentos paralelos.
En concreto, la NASA quiere hacer volar por primera vez una nave motorizada en otro planeta. Un pequeño helicóptero llamado Ingenuity tendrá que ser capaz de elevarse en un aire con una densidad equivalente al 1% de la densidad de la atmósfera terrestre.
Otro objetivo es prepararse para futuras misiones humanas, experimentando con la producción de oxígeno directamente in situ. Un instrumento llamado MOXIE, del tamaño de una batería de auto, debería ser capaz de producir hasta 10g de oxígeno en una hora, succionando el dióxido de carbono de la atmósfera marciana, de forma similar a una planta.
Este oxígeno podría ser utilizado por los futuros colonos humanos para respirar, pero también como combustible.
La NASA ha invertido unos 2.400 millones de dólares para construir y lanzar la misión Marte 2020. El coste del aterrizaje y de las operaciones en terreno se estiman inicialmente en 300 millones de dólares.
Más de un siglo después del primer vuelo motorizado en la Tierra, la NASA quiere demostrar que es posible hacer volar un vehículo en otro planeta.
Transportado a bordo de la misión Marte 2020, que llega a su destino el jueves, el pequeño helicóptero Ingenuity deberá realizar una hazaña: elevarse en el aire con una densidad equivalente a solo el 1% de la atmósfera terrestre.
- Helicóptero ultraligero -
Ingenuity en realidad se parece más a un gran dron. El principal desafío para los ingenieros era hacerlo lo más ligero posible, de modo que pueda elevarse en un aire extremadamente liviano. Pesa solo 1,8 kg.
Está compuesto por cuatro pies, un cuerpo y dos hélices superpuestas. Mide 1,2 metros de un extremo a otro de una hélice.
Las hélices girarán a una velocidad de 2.400 rpm (revoluciones por minuto), aproximadamente cinco veces más rápido que un helicóptero estándar.
Ingenuity está equipado con paneles solares para recargar sus baterías. Gran parte de su energía servirá para mantenerse caliente (hace -90 °C por la noche en Marte). También puede tomar fotos y videos.
El helicóptero viaja adosado a la parte de abajo del cuerpo de Perseverance, el vehículo principal de la misión. Una vez en Marte, se desprenderá para caer en el suelo y el rover le pasará rodando por encima para alejarse de él.
- Vuelos de 90 segundos -
Está previsto que Ingenuity realice hasta cinco vuelos de dificultad gradual durante un período de un mes inmediatamente desde la llegada de Perseverance.
Ingenuity puede elevarse hasta cinco metros de altura y desplazarse hasta 300 metros, pero irá mucho menos lejos en la primera prueba.
Cada vuelo puede durar un máximo de un minuto y medio, “lo que no es poca cosa en comparación con los 12 segundos” del primer vuelo motorizado en la Tierra, argumenta la NASA.
Debido a la demora de transmisión de unos veinte minutos entre la Tierra y Marte, no hay mando a distancia para controlarlo. Volará en autonomía: irá programado con algunos comandos, pero luego tendrá que valerse por sí mismo gracias a una serie de sensores que lo ayudarán a desplazarse.
Los resultados de los vuelos se recibirán en la Tierra mucho después de que ocurran.
- ¿Para qué? -
Este experimento es lo que la NASA llama una misión de demostración: no tiene ningún objetivo científico, excepto demostrar que es posible volar en Marte y recopilar datos sobre el comportamiento de una nave en otro planeta.
En el futuro, tales aparatos podrían “marcar el comienzo de una era completamente nueva de exploración de Marte”, dice con entusiasmo Bob Balaram, ingeniero jefe del proyecto, dando la posibilidad de llegar adonde los rovers no pueden ir, por ejemplo, por encima de los cañones.
También es posible imaginar que este tipo de nave vaya a buscar, para luego traer de vuelta a una base, muestras recolectadas por misiones anteriores. Por ejemplo, las muestras que debe empezar a recoger Perseverance en la siguiente fase de la misión Marte 2020.