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La sequía de una represa en Irak revela los restos de una ciudad de 3.400 años

Este evento imprevisto puso a los arqueólogos bajo una presión repentina para excavar y documentar al menos partes de esta gran e importante ciudad lo más rápido posible antes de que volviera a sumergirse.

31 de mayo de 2022 - 03:57 p. m.
El sitio arqueológico de Kemune en la zona seca del embalse de Mosul. Foto: Universidad de Tübingen, Alemania.
El sitio arqueológico de Kemune en la zona seca del embalse de Mosul. Foto: Universidad de Tübingen, Alemania.
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Las altas temperaturas que ha estado viviendo Irak y esa zona del continente africano durante los últimos meses de 2022, ha permitido a un grupo de arqueólogos alemanes y kurdos descubrir lo que hace 3.400 años fue una ciudad en lo que alguna vez fue el río Tigris y hoy son las aguas del embalse de Mosul, la cuarta ciudad más poblada del país.

Las aguas de ese embalse cayeron rápidamente debido a una operación que realizó el gobierno de ese país en el que extrajo grandes cantidades de agua para los cultivos y evitar su muerte. El bajo nivel del agua reveló, de nuevo, una extensa ciudad con un palacio y varios edificios grandes que podría ser la antigua Zakhiku, que se cree que fue un centro importante en el Imperio Mittani, señala la Universität Tübingen, una de las más antiguas de Alemania y de donde es uno de los grupos científicos que estudió los restos.

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El arqueólogo kurdo Dr. Hasan Ahmed Qasim, presidente de la Organización de Arqueología de Kurdistán, y los arqueólogos alemanes Ivana Puljiz (Universidad de Freiburg) y Peter Pfälzner (Universidad de Tübingen) decidieron emprender excavaciones de rescate, antes de que el agua volviera sumergir la ciudad. Su trabajo reveló, entre otras cosas, un edificio de almacenamiento de varios pisos y un complejo industrial.

“El enorme edificio es de particular importancia porque en él se deben haber almacenado enormes cantidades de mercancías, probablemente traídas de toda la región”, señaló para la universidad alemana su docente, Ivana Puljiz. A ella y al resto de investigadores los sorprendió el “buen” estado de conservación de las paredes, incluso con una altura de varios metros, pese a que han estado sumergidas bajo el agua.

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Esta buena conservación, explica la universidad alemana, se debe a que la ciudad fue destruida por un terremoto alrededor del año 1350 ac., durante el cual las partes superiores de las murallas se derrumbaron y enterraron los edificios. Los científicos también descubrieron cinco vasijas de cerámica que contenían un archivo de más de 100 tablillas cuneiformes. El sitio está ahora una vez más completamente sumergido.

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