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La trágica historia de extinción del rinoceronte lanudo podría repetirse

“Sin mayores esfuerzos de conservación, estas especies existentes seguirán atrapadas en hábitats subóptimos, aisladas e incapaces de responder al calentamiento climático, como lo hizo alguna vez el rinoceronte lanudo, que siguió un destino similar”, concluyen los investigadores.

04 de junio de 2024 - 05:22 p. m.
La combinación del cambio climático y la caza humana llevaron a la extinción a este animal. /MAURICIO ANTÓN - Sience
La combinación del cambio climático y la caza humana llevaron a la extinción a este animal. /MAURICIO ANTÓN - Sience
Foto: MAURICIO ANTÓN - Sience

El rinoceronte lanudo (Coelodonta antiquitatis) fue un animal originario de la meseta tibetana hace aproximadamente 2,5 millones de años. Estaba adaptado al frío, cubierto de una piel gruesa y pelaje largo y con un tamaño corporal similar al del rinoceronte blanco africano existente (Ceratotherium simum). Según la cronología fósil, se presume que el rinoceronte lanudo se extinguió con el inicio de un evento llamado oscilación cálida y húmeda. Este fue un período de calentamiento y aumento de la humedad que ocurrió justo antes del final de la última Edad de Hielo. Sin embargo, no se sabe más allá de eso.

Se ha planteado la hipótesis de que el cambio ambiental y la preferencia ecológica de los rinocerontes lanudos por los paisajes secos y abiertos con poca capa de nieve fueron las principales causas de su disminución y posterior extinción, sin embargo, sigue habiendo mucho debate sobre el impacto de otras causas. Por ejemplo, el papel potencial de los humanos y los procesos y dinámicas poblacionales que llevaron a la extinción de este animal. Una investigación que acaba de ser publicada en PNAS, hecha a partir del descubrimiento de ADN de rinoceronte lanudo en sedimentos, agrega elementos a la historia.

Los modelos que desarrollaron los investigadores sugieren que el rinoceronte lanudo tuvo un nicho ecológico amplio, una baja abundancia poblacional y una capacidad limitada de dispersión. Es decir, era una especie sensible a perturbaciones ambientales y tenía dificultades para moverse a nuevos hábitats más adecuados o para escapar de condiciones ambientales desfavorables. Estos modelos sugieren que la extinción de este animal comenzó mucho antes del último máximo glacial, cuando las temperaturas más frías y la caza humana condujeron a disminuciones de la población. ¿Y qué papel tuvieron los humanos?

Los humanos anatómicamente modernos llegaron a Eurasia hace entre 55.000 y 45.000 años y se extendieron a muchos de sus entornos más remotos y extremos. Los rinocerontes lanudos coexistieron con los humanos modernos durante decenas de miles de años, y los neandertales (Homo neanderthalensis) y otros homínidos durante incluso más tiempo, donde explotaron a los rinocerontes lanudos y otros animales salvajes para alimentarse. Aunque hasta ahora la caza no se ha considerado un factor importante en la disminución o extinción de la población del rinoceronte lanudo, los investigadores creen que no es así.

De hecho, señalan que su análisis sugiere que la especie representó hasta el 30% de la ingesta de proteínas para los humanos en algunas áreas de Eurasia.

Puede ver: El significado de las serpientes gigantes del arte rupestre de la Orinoquía colombiana

“En consecuencia, nuestra reconstrucción de hace 52.000 años de los procesos poblacionales espaciales y las abundancias del rinoceronte lanudo indica que la caza de esta especie por parte de los humanos probablemente haya desempeñado un papel importante, aunque en gran medida pasado por alto, en su declive”, concluyen los investigadores, determinando que los humanos eliminaron un promedio del 10% de poblaciones de rinoceronte lanudo por generación.

De esta manera, la fragmentación del hábitat impulsada por el clima y los niveles persistentes de caza por parte de los humanos probablemente hayan causado la disminución y, en última instancia, la extinción del rinoceronte lanudo. Esto tiene fuertes implicaciones para la conservación en la actualidad.

¿Por qué? Durante el Pleistoceno tardío existieron 61 megaherbívoros terrestres de más de 1.000 kilos. Hoy solo sobreviven ocho de esas especies. Cinco son rinocerontes, cuatro de los cuales están en peligro de extinción y tres en estado crítico. Actualmente, los rinocerontes persisten en áreas muy fragmentadas en África y Asia. En ambos continentes, generalmente se encuentran solo en hábitats aislados y subóptimo, muchos de los cuales se prevé que experimenten un rápido declive impulsado por el clima y una mayor fragmentación en las próximas décadas. No solo eso, las bajas capacidades de dispersión y la caza furtiva, amenazan gravemente a estas megafaunas con problemas de mayor endogamia y carga genética ya escritas en sus genomas. (Puede ver: Un científico colombiano le metió ultrasonido al café, ¿para qué?)

“Sin mayores esfuerzos de conservación, estas especies existentes seguirán atrapadas en hábitats subóptimos, aisladas e incapaces de responder al calentamiento climático, como lo hizo alguna vez el rinoceronte lanudo, que siguió un destino similar”, concluyen los investigadores.

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