Noticias

Últimas Noticias

    Política

    Judicial

      Economía

      Mundo

      Bogotá

        Entretenimiento

        Deportes

        Colombia

        El Magazín Cultural

        Salud

          Ambiente

          Investigación

            Educación

              Ciencia

                Género y Diversidad

                Tecnología

                Actualidad

                  Reportajes

                    Historias visuales

                      Colecciones

                        Podcast

                          Cromos

                          Vea

                          Opinión

                          Opinión

                            Editorial

                              Columnistas

                                Caricaturistas

                                  Lectores

                                  Blogs

                                    Suscriptores

                                    Suscriptores

                                      Beneficios

                                        Tus artículos guardados

                                          Somos El Espectador

                                            Estilo de vida

                                            La Red Zoocial

                                            Gastronomía y Recetas

                                              La Huerta

                                                Moda e Industria

                                                  Tarot de Mavé

                                                    Autos

                                                      Juegos

                                                        Pasatiempos

                                                          Horóscopo

                                                            Música

                                                              Turismo

                                                                Marcas EE

                                                                Colombia + 20

                                                                BIBO

                                                                  Responsabilidad Social

                                                                  Justicia Inclusiva

                                                                    Desaparecidos

                                                                      EE Play

                                                                      EE play

                                                                        En Vivo

                                                                          La Pulla

                                                                            Documentales

                                                                              Opinión

                                                                                Las igualadas

                                                                                  Redacción al Desnudo

                                                                                    Colombia +20

                                                                                      Destacados

                                                                                        BIBO

                                                                                          La Red Zoocial

                                                                                            ZonaZ

                                                                                              Centro de Ayuda

                                                                                                Newsletters
                                                                                                Servicios

                                                                                                Servicios

                                                                                                  Descuentos

                                                                                                    Idiomas

                                                                                                    EE ADS

                                                                                                      Cursos y programas

                                                                                                        Más

                                                                                                        Blogs

                                                                                                          Especiales

                                                                                                            Descarga la App

                                                                                                              Edición Impresa

                                                                                                                Suscripción

                                                                                                                  Eventos

                                                                                                                    Foros El Espectador

                                                                                                                      Pauta con nosotros en EE

                                                                                                                        Pauta con nosotros en Cromos

                                                                                                                          Pauta con nosotros en Vea

                                                                                                                            Avisos judiciales

                                                                                                                              Preguntas Frecuentes

                                                                                                                                Contenido Patrocinado
                                                                                                                                10 de marzo de 2019 - 10:00 p. m.

                                                                                                                                Las chicas radiactivas: las mujeres que cambiaron las leyes de seguridad industrial

                                                                                                                                Durante la Primera Guerra Mundial, unas 4.000 mujeres fueron empleadas para pintar los relojes de los soldados con radio, el elemento luminiscente recién descubierto. Las obreras trabajaban sin protección en medio del polvo brillante. Su lucha, que cambió las leyes laborales en todo el planeta, les costó la vida.

                                                                                                                                redacción vivir y Agencia SINC

                                                                                                                                Una de las chicas del radio en la fábrica de Ingersoll en 1932. / Daily Herald Archive
                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Catherine Wolfe Donohue llegó al almacén de la Radium Dial Company, en Illinois (Estados Unidos), con apenas 18 años. Estaba a punto de comenzar uno de los trabajos más anhelados por ese entonces: pintar las esferas de los relojes de pulsera para las tropas norteamericanas que luchaban en la Primera Guerra Mundial.

                                                                                                                                El ingreso de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial generó una extraordinaria demanda de relojes de pulsera para los soldados. El abaratamiento de los cronómetros y la necesidad de que cada soldado se mantuviera sincronizado con las órdenes del alto mando impulsaron una democratización de la medición y el control del tiempo, hasta entonces privilegio de unos pocos.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Pero la guerra presentó un reto adicional: que los militares pudieran leer la hora en la oscuridad. La solución llegó cuando Marie Curie y su esposo Pierre Curie descubrieron el elemento radioactivo que brilla en la oscuridad: el radio. Los manufactureros de relojes empezaron a incluir el elemento en las manecillas que mujeres como Catherine Wolfe Donohue debían pintar a pulso. Solo había que impregnar el pincel en la pintura, mojarse los labios en él y ponerse a trabajar.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                Para ese entonces, comienzos de la década de 1920, una desbordante euforia radioactiva se apoderó de los países desarrollados. La sustancia descubierta por los Curie era saludada como fuente de vida y de energía. A rebufo de su fama milagrosa se promocionaron dentífricos, leches, maquillajes, suspensorios y mantequillas “radiactivas”.

                                                                                                                                El radio era sinónimo de estatus social. Por eso, las mujeres que como Catherine Wolfe trabajaban con el recién descubierto elemento de inmediato ganaban estatus y valor social. Eran sofisticadas: sus ropas, su piel, su pelo, todo brillaba. Durante años, fueron conocidas como “las chicas luminosas”.

                                                                                                                                Hasta que empezaron a enfermar. Tan solo veinte años más tarde, de aquellas chicas luminosas solo quedaba un ejército de muchachas muertas en vida. De acuerdo el libro Las chicas del radio, recién publicado por la periodista Kate Moore, a las chicas empezaron a llamarlas el “Escuadrón de las muertas vivientes”.

                                                                                                                                Los primeros en advertir sus efectos fueron los dentistas. Al principio, no se explicaban qué enfermedad estaba desintegrando las mandíbulas de sus pacientes. Poco más tarde, los tumores se manifestaron en otras partes del esqueleto; una tras otra morían sin que nadie acertara en el diagnóstico, pese a que en sus organismos se detectaron niveles de radiactividad mil veces superiores al máximo tolerable.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Muchas muertes tuvieron que ocurrir para que se relacionara al “elemento del futuro” con el fallecimiento de estas mujeres. Fue apenas en 1938 cuando las pocas mujeres que quedaban vivas demandaron a las dos compañías responsables de su contratación: Radium Dial Company y United States Radium Corporation.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                Como ha sucedido tantas veces, las compañías buscaron escurrir el bulto: de entrada negaron el riesgo del cual eran conscientes, apoyándose en estudios fraudulentos encargados a médicos sobornados; luego apostaron por dilatar los juicios y cuando, tras 14 años de litigios, fueron condenadas por negligencia, demoraron los pagos de las ínfimas indemnizaciones.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                El saldo positivo fue que, a resultas del escándalo, se introdujo una legislación de seguridad industrial cuyos inmediatos beneficiarios fueron los miembros del Proyecto Manhattan.

                                                                                                                                El caso de las fábricas de diales luminiscentes disparó las alarmas, pero la toma de conciencia al respecto tuvo que esperar a que las víctimas de Hiroshima y Nagasaki aportaran testimonios masivos e incontestables. La cultura de masas registra el cambio de percepción en los tebeos de Supermán con la aparición de la kryptonita roja, la fuente de radiación capaz de debilitar mortalmente al hombre de acero.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Incluso así, cuando en los años 50 se debatió la lluvia radiactiva creada por los tests de armas nucleares, las chicas del radio sobrevivientes fueron convocadas para ofrecer, exámenes médicos mediante, las evidencias definitivas que refutaron a quienes insistían en la inocuidad de tales partículas.

                                                                                                                                Una de las chicas del radio en la fábrica de Ingersoll en 1932. / Daily Herald Archive
                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Catherine Wolfe Donohue llegó al almacén de la Radium Dial Company, en Illinois (Estados Unidos), con apenas 18 años. Estaba a punto de comenzar uno de los trabajos más anhelados por ese entonces: pintar las esferas de los relojes de pulsera para las tropas norteamericanas que luchaban en la Primera Guerra Mundial.

                                                                                                                                El ingreso de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial generó una extraordinaria demanda de relojes de pulsera para los soldados. El abaratamiento de los cronómetros y la necesidad de que cada soldado se mantuviera sincronizado con las órdenes del alto mando impulsaron una democratización de la medición y el control del tiempo, hasta entonces privilegio de unos pocos.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Pero la guerra presentó un reto adicional: que los militares pudieran leer la hora en la oscuridad. La solución llegó cuando Marie Curie y su esposo Pierre Curie descubrieron el elemento radioactivo que brilla en la oscuridad: el radio. Los manufactureros de relojes empezaron a incluir el elemento en las manecillas que mujeres como Catherine Wolfe Donohue debían pintar a pulso. Solo había que impregnar el pincel en la pintura, mojarse los labios en él y ponerse a trabajar.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                Para ese entonces, comienzos de la década de 1920, una desbordante euforia radioactiva se apoderó de los países desarrollados. La sustancia descubierta por los Curie era saludada como fuente de vida y de energía. A rebufo de su fama milagrosa se promocionaron dentífricos, leches, maquillajes, suspensorios y mantequillas “radiactivas”.

                                                                                                                                El radio era sinónimo de estatus social. Por eso, las mujeres que como Catherine Wolfe trabajaban con el recién descubierto elemento de inmediato ganaban estatus y valor social. Eran sofisticadas: sus ropas, su piel, su pelo, todo brillaba. Durante años, fueron conocidas como “las chicas luminosas”.

                                                                                                                                Hasta que empezaron a enfermar. Tan solo veinte años más tarde, de aquellas chicas luminosas solo quedaba un ejército de muchachas muertas en vida. De acuerdo el libro Las chicas del radio, recién publicado por la periodista Kate Moore, a las chicas empezaron a llamarlas el “Escuadrón de las muertas vivientes”.

                                                                                                                                Los primeros en advertir sus efectos fueron los dentistas. Al principio, no se explicaban qué enfermedad estaba desintegrando las mandíbulas de sus pacientes. Poco más tarde, los tumores se manifestaron en otras partes del esqueleto; una tras otra morían sin que nadie acertara en el diagnóstico, pese a que en sus organismos se detectaron niveles de radiactividad mil veces superiores al máximo tolerable.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Muchas muertes tuvieron que ocurrir para que se relacionara al “elemento del futuro” con el fallecimiento de estas mujeres. Fue apenas en 1938 cuando las pocas mujeres que quedaban vivas demandaron a las dos compañías responsables de su contratación: Radium Dial Company y United States Radium Corporation.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                Como ha sucedido tantas veces, las compañías buscaron escurrir el bulto: de entrada negaron el riesgo del cual eran conscientes, apoyándose en estudios fraudulentos encargados a médicos sobornados; luego apostaron por dilatar los juicios y cuando, tras 14 años de litigios, fueron condenadas por negligencia, demoraron los pagos de las ínfimas indemnizaciones.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                El saldo positivo fue que, a resultas del escándalo, se introdujo una legislación de seguridad industrial cuyos inmediatos beneficiarios fueron los miembros del Proyecto Manhattan.

                                                                                                                                El caso de las fábricas de diales luminiscentes disparó las alarmas, pero la toma de conciencia al respecto tuvo que esperar a que las víctimas de Hiroshima y Nagasaki aportaran testimonios masivos e incontestables. La cultura de masas registra el cambio de percepción en los tebeos de Supermán con la aparición de la kryptonita roja, la fuente de radiación capaz de debilitar mortalmente al hombre de acero.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Incluso así, cuando en los años 50 se debatió la lluvia radiactiva creada por los tests de armas nucleares, las chicas del radio sobrevivientes fueron convocadas para ofrecer, exámenes médicos mediante, las evidencias definitivas que refutaron a quienes insistían en la inocuidad de tales partículas.

                                                                                                                                Por redacción vivir y Agencia SINC

                                                                                                                                Temas recomendados:

                                                                                                                                Ver todas las noticias
                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
                                                                                                                                Aceptar