Noticias

Últimas Noticias

    Política

    Judicial

      Economía

      Mundo

      Bogotá

        Entretenimiento

        Deportes

        Colombia

        El Magazín Cultural

        Salud

          Ambiente

          Investigación

            Educación

              Ciencia

                Género y Diversidad

                Tecnología

                Actualidad

                  Reportajes

                    Historias visuales

                      Colecciones

                        Podcast

                          Cromos

                          Vea

                          Opinión

                          Opinión

                            Editorial

                              Columnistas

                                Caricaturistas

                                  Lectores

                                  Blogs

                                    Suscriptores

                                    Suscriptores

                                      Beneficios

                                        Tus artículos guardados

                                          Somos El Espectador

                                            Estilo de vida

                                            La Red Zoocial

                                            Gastronomía y Recetas

                                              La Huerta

                                                Moda e Industria

                                                  Tarot de Mavé

                                                    Autos

                                                      Juegos

                                                        Pasatiempos

                                                          Horóscopo

                                                            Música

                                                              Turismo

                                                                Marcas EE

                                                                Colombia + 20

                                                                BIBO

                                                                  Responsabilidad Social

                                                                  Justicia Inclusiva

                                                                    Desaparecidos

                                                                      EE Play

                                                                      EE play

                                                                        En Vivo

                                                                          La Pulla

                                                                            Documentales

                                                                              Opinión

                                                                                Las igualadas

                                                                                  Redacción al Desnudo

                                                                                    Colombia +20

                                                                                      Destacados

                                                                                        BIBO

                                                                                          La Red Zoocial

                                                                                            ZonaZ

                                                                                              Centro de Ayuda

                                                                                                Newsletters
                                                                                                Servicios

                                                                                                Servicios

                                                                                                  Descuentos

                                                                                                    Idiomas

                                                                                                    EE ADS

                                                                                                      Cursos y programas

                                                                                                        Más

                                                                                                        Blogs

                                                                                                          Especiales

                                                                                                            Descarga la App

                                                                                                              Edición Impresa

                                                                                                                Suscripción

                                                                                                                  Eventos

                                                                                                                    Foros El Espectador

                                                                                                                      Pauta con nosotros en EE

                                                                                                                        Pauta con nosotros en Cromos

                                                                                                                          Pauta con nosotros en Vea

                                                                                                                            Avisos judiciales

                                                                                                                              Preguntas Frecuentes

                                                                                                                                Contenido Patrocinado
                                                                                                                                18 de abril de 2022 - 05:14 p. m.

                                                                                                                                Las controversiales posturas de Max Planck, uno de los grandes científicos del siglo XX

                                                                                                                                El físico alemán, premio Nobel en 1918, fue una de las principales figuras de la ciencia el siglo pasado. Pero su vida estuvo marcada por posturas muy polémicas frente al régimen nazi.

                                                                                                                                Héctor Rago* - @hectorrago

                                                                                                                                Escultura de Max Planck.
                                                                                                                                Foto: Pixabay
                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Adolf Hitler conocía la voz de Max Planck. Sin duda, le resonó clara cuando leyó la carta que en octubre de 1944 le dirigió el premio Nobel: “Como agradecimiento del pueblo alemán por mi obra de toda una vida, que se ha convertido en una riqueza intelectual imperecedera de Alemania, imploro por la vida de mi hijo...”. (Lea Por un siglo pensaron que esta orquídea estaba extinta, pero la acaban de identificar)

                                                                                                                                ¿Quién era este hombre que postrado por el dolor suplica con palabras precisas por la vida de su hijo? ¿Cómo entender a un hombre que estuvo en el centro de una revolución científica que habría de cambiar al mundo y que en medio de la vorágine de una guerra atroz, ni huyó de la locura ni se enfrentó con el delirante poder que la propiciaba? (Lea Un supuesto planeta con tres soles “desaparece”)

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Max Planck fue fundamentalmente un caballero prusiano de mediados del siglo XIX. Nacionalista, conservador, culto, de familia con tradición académica. Tenía 42 años en 1900, cuando estremeció a la física al proponer que la energía de la radiación no era continua y catapultó así la física cuántica.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                Coqueteó con ser pianista, pero estudió física desoyendo el consejo de un profesor quien le advirtió que la física como empresa intelectual estaba finalizada. Obtuvo su doctorado a los 21 años con una tesis acerca de la noción de entropía. En 1900, estaba casado con Marie Merke, y tenían cuatro hijos, dos varones y dos gemelas.

                                                                                                                                Planck era editor de la revista más importante de la ciencia alemana, Annals of Physics. En 1905 y leyó los trabajos que Albert Einstein publicó ese año milagroso y entendió que la relatividad cambiaría nuestra visión del mundo. Tuvieron una amistad basada en la fascinación por las leyes universales. Planck afirmaba que “la búsqueda de estas leyes es lo más sublime que podemos perseguir en la vida”. Esta frase hubiera podido ser de Einstein. La música también los unía, fueron frecuentes las veladas musicales en la casa de los Planck.

                                                                                                                                Pero un inmenso abismo ideológico los separaba: Einstein era un hombre del siglo XX, de ideas liberales, antimilitarista, irreverente, sin apego a nacionalidades, universal, anti establishment, pacifista y muy importante para los años que vendrían: judío.

                                                                                                                                En 1909 murió Marie y dos años después Planck se casó con Marga, sobrina de Marie. Ese mismo año nació su último hijo.

                                                                                                                                En nacionalismo flotaba en el ambiente, banderas, himnos, y marchas militares eran la antesala de la I Guerra Mundial. Un grupo de intelectuales que incluía a Planck, firmaron “El manifiesto de los 93″, una publicación abominable justificando la guerra.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Alemania despidió a sus hombres que van al frente de batalla y un patriótico Max Planck orgulloso, vio partir a su hijo mayor, Karl. Fue la última vez que lo vio con vida. Fallecería en los campos de Francia en 1916.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                La tragedia continuaría ensañándose con Planck. En los dos años siguientes murieron ambas gemelas, mientras daban a luz sus hijas, que sobrevivieron.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                En 1918 Planck recibió el Nobel en física. El período entre guerras era singularmente convulso en una Alemania que miraba con asombro el vertiginoso ascenso del nazismo de manos de un delirante Hitler. En ciencia, la fobia judía apuntaba a la figura emblemática de Einstein, una celebridad a partir de 1919, el mismo año en que Alemania era humillada en el Pacto de Versalles tras la derrota.

                                                                                                                                Dos premios Nobel, Johannes Stark y Phillipe Lenard, se erigían en guardianes de la ciencia aria para evitar su contaminación con la “cochina ciencia judía”.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                En 1933 Hitler fue elegido canciller y se entrevistó cara a cara con Planck, sin duda la gran figura de la ciencia alemana. Planck intentó conseguir un trato especial para los científicos judíos y sólo encuentró a un enloquecido Hitler que vociferó la insensata frase: “Si el despido de los científicos judíos significa la aniquilación de la ciencia alemana contemporánea, entonces prescindiremos de la ciencia”. Planck entendió que nada se podía hacer.

                                                                                                                                Se le pidió que firmara un manifiesto contra Einstein tras su expulsión de la Academia Prusiana de Ciencias, y Planck lo firmó. La amistad de los dos grandes científicos quedó fracturada definitivamente.

                                                                                                                                Max Planck pensaba que era su deber quedarse en Alemania. Einstein había comentado: “Planck está enraizado en su tierra con cada fibra de su ser”.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Los judíos fueron despedidos de todos los cargos públicos y universidades, y la orden de comenzar todo acto con el saludo nazi de “Heil Hitler” no tardó en aparecer. Planck la acató en sus charlas sobre ciencia, a menudo con la bandera nacionalsocialista y la esvástica en el fondo. Recomendaba a sus colegas no mencionar a científicos judíos y en particular a Einstein, sin embargo, en una conferencia en el club de la Oficina Exterior nazi, con asistencia de jerarcas del gobierno, exclamó: “Einstein es un líder y un guía en el campo del pensamiento que mira más allá de las razas y las fronteras”

                                                                                                                                Su apoyo a los judíos le ganó la calificación de “judío blanco” por los adalides de la ciencia aria.

                                                                                                                                Hemos hecho cosas terribles, nos aguardan tiempos terribles”, le había confesado a su protegida judía, la física nuclear Lise Meitner. No imaginaba cuánto.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                En el año 1944 la aviación inglesa bombardeó con furia a Berlín; las bombas pulverizaron su casa, destruyendo su biblioteca, sus archivos y la correspondencia invaluable de varias décadas. Y, a finales de ese mismo año, Erwin Planck, su hijo, fue sentenciado a muerte tras ser involucrado en un atentado fallido contra Hitler.

                                                                                                                                Un anciano de 87 imploró el perdón para su hijo. La figura emblema de la ciencia alemana ruega al poder un acto de conmiseración. Pero el poder y la ciencia no se la llevaban bien. Hitler ignoró la carta. Himmler, el jefe de las SS, promete que será indultado pero cinco días después y faltando pocas semanas para la caída del tercer Reich, Erwin Planck muere en la horca nazi.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                El dolor de Planck no conocio límites. La guerra lo alcanzó huyendo sin rumbo con su esposa, durmiendo en bosques y establos cuando fue rescatado por un grupo del ejército norteamericano, antes de que el ejército soviético lo capturase.

                                                                                                                                ¿De qué tamaño fue el dilema moral que un hombre decente como Planck tiene que haberse planteado? ¿Jugó al delicado filo de un equilibrio acomodaticio o pensó que ser presidente de la Academia Prusiana de Ciencias y del Instituto Káiser Guillermo le permitía contener el delirio nazi? ¿Por qué no se opuso frontalmente a un régimen que era moralmente inaceptable?

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Cierto que dar conferencias sobre relatividad o sobre la libertad como condición de la ciencia era una forma sutil de protesta, pero ¿dónde se pone la frontera?

                                                                                                                                Fueron tiempos convulsos y es difícil juzgar a la distancia. Tan sólo una comprensiva indulgencia nos permitirá entender al hombre digno que fue.

                                                                                                                                Max Planck sobrevivió dos años más, falleció el 4 de octubre de 1947 a los 87 años.

                                                                                                                                *Astrofísico - Profesor de la Universidad Industrial de Santander / Realizador de Astronomía Al Aire

                                                                                                                                Lea las últimas noticias sobre ciencia en El Espectador.

                                                                                                                                Escultura de Max Planck.
                                                                                                                                Foto: Pixabay
                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Adolf Hitler conocía la voz de Max Planck. Sin duda, le resonó clara cuando leyó la carta que en octubre de 1944 le dirigió el premio Nobel: “Como agradecimiento del pueblo alemán por mi obra de toda una vida, que se ha convertido en una riqueza intelectual imperecedera de Alemania, imploro por la vida de mi hijo...”. (Lea Por un siglo pensaron que esta orquídea estaba extinta, pero la acaban de identificar)

                                                                                                                                ¿Quién era este hombre que postrado por el dolor suplica con palabras precisas por la vida de su hijo? ¿Cómo entender a un hombre que estuvo en el centro de una revolución científica que habría de cambiar al mundo y que en medio de la vorágine de una guerra atroz, ni huyó de la locura ni se enfrentó con el delirante poder que la propiciaba? (Lea Un supuesto planeta con tres soles “desaparece”)

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Max Planck fue fundamentalmente un caballero prusiano de mediados del siglo XIX. Nacionalista, conservador, culto, de familia con tradición académica. Tenía 42 años en 1900, cuando estremeció a la física al proponer que la energía de la radiación no era continua y catapultó así la física cuántica.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                Coqueteó con ser pianista, pero estudió física desoyendo el consejo de un profesor quien le advirtió que la física como empresa intelectual estaba finalizada. Obtuvo su doctorado a los 21 años con una tesis acerca de la noción de entropía. En 1900, estaba casado con Marie Merke, y tenían cuatro hijos, dos varones y dos gemelas.

                                                                                                                                Planck era editor de la revista más importante de la ciencia alemana, Annals of Physics. En 1905 y leyó los trabajos que Albert Einstein publicó ese año milagroso y entendió que la relatividad cambiaría nuestra visión del mundo. Tuvieron una amistad basada en la fascinación por las leyes universales. Planck afirmaba que “la búsqueda de estas leyes es lo más sublime que podemos perseguir en la vida”. Esta frase hubiera podido ser de Einstein. La música también los unía, fueron frecuentes las veladas musicales en la casa de los Planck.

                                                                                                                                Pero un inmenso abismo ideológico los separaba: Einstein era un hombre del siglo XX, de ideas liberales, antimilitarista, irreverente, sin apego a nacionalidades, universal, anti establishment, pacifista y muy importante para los años que vendrían: judío.

                                                                                                                                En 1909 murió Marie y dos años después Planck se casó con Marga, sobrina de Marie. Ese mismo año nació su último hijo.

                                                                                                                                En nacionalismo flotaba en el ambiente, banderas, himnos, y marchas militares eran la antesala de la I Guerra Mundial. Un grupo de intelectuales que incluía a Planck, firmaron “El manifiesto de los 93″, una publicación abominable justificando la guerra.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Alemania despidió a sus hombres que van al frente de batalla y un patriótico Max Planck orgulloso, vio partir a su hijo mayor, Karl. Fue la última vez que lo vio con vida. Fallecería en los campos de Francia en 1916.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                La tragedia continuaría ensañándose con Planck. En los dos años siguientes murieron ambas gemelas, mientras daban a luz sus hijas, que sobrevivieron.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                En 1918 Planck recibió el Nobel en física. El período entre guerras era singularmente convulso en una Alemania que miraba con asombro el vertiginoso ascenso del nazismo de manos de un delirante Hitler. En ciencia, la fobia judía apuntaba a la figura emblemática de Einstein, una celebridad a partir de 1919, el mismo año en que Alemania era humillada en el Pacto de Versalles tras la derrota.

                                                                                                                                Dos premios Nobel, Johannes Stark y Phillipe Lenard, se erigían en guardianes de la ciencia aria para evitar su contaminación con la “cochina ciencia judía”.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                En 1933 Hitler fue elegido canciller y se entrevistó cara a cara con Planck, sin duda la gran figura de la ciencia alemana. Planck intentó conseguir un trato especial para los científicos judíos y sólo encuentró a un enloquecido Hitler que vociferó la insensata frase: “Si el despido de los científicos judíos significa la aniquilación de la ciencia alemana contemporánea, entonces prescindiremos de la ciencia”. Planck entendió que nada se podía hacer.

                                                                                                                                Se le pidió que firmara un manifiesto contra Einstein tras su expulsión de la Academia Prusiana de Ciencias, y Planck lo firmó. La amistad de los dos grandes científicos quedó fracturada definitivamente.

                                                                                                                                Max Planck pensaba que era su deber quedarse en Alemania. Einstein había comentado: “Planck está enraizado en su tierra con cada fibra de su ser”.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Los judíos fueron despedidos de todos los cargos públicos y universidades, y la orden de comenzar todo acto con el saludo nazi de “Heil Hitler” no tardó en aparecer. Planck la acató en sus charlas sobre ciencia, a menudo con la bandera nacionalsocialista y la esvástica en el fondo. Recomendaba a sus colegas no mencionar a científicos judíos y en particular a Einstein, sin embargo, en una conferencia en el club de la Oficina Exterior nazi, con asistencia de jerarcas del gobierno, exclamó: “Einstein es un líder y un guía en el campo del pensamiento que mira más allá de las razas y las fronteras”

                                                                                                                                Su apoyo a los judíos le ganó la calificación de “judío blanco” por los adalides de la ciencia aria.

                                                                                                                                Hemos hecho cosas terribles, nos aguardan tiempos terribles”, le había confesado a su protegida judía, la física nuclear Lise Meitner. No imaginaba cuánto.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                En el año 1944 la aviación inglesa bombardeó con furia a Berlín; las bombas pulverizaron su casa, destruyendo su biblioteca, sus archivos y la correspondencia invaluable de varias décadas. Y, a finales de ese mismo año, Erwin Planck, su hijo, fue sentenciado a muerte tras ser involucrado en un atentado fallido contra Hitler.

                                                                                                                                Un anciano de 87 imploró el perdón para su hijo. La figura emblema de la ciencia alemana ruega al poder un acto de conmiseración. Pero el poder y la ciencia no se la llevaban bien. Hitler ignoró la carta. Himmler, el jefe de las SS, promete que será indultado pero cinco días después y faltando pocas semanas para la caída del tercer Reich, Erwin Planck muere en la horca nazi.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                El dolor de Planck no conocio límites. La guerra lo alcanzó huyendo sin rumbo con su esposa, durmiendo en bosques y establos cuando fue rescatado por un grupo del ejército norteamericano, antes de que el ejército soviético lo capturase.

                                                                                                                                ¿De qué tamaño fue el dilema moral que un hombre decente como Planck tiene que haberse planteado? ¿Jugó al delicado filo de un equilibrio acomodaticio o pensó que ser presidente de la Academia Prusiana de Ciencias y del Instituto Káiser Guillermo le permitía contener el delirio nazi? ¿Por qué no se opuso frontalmente a un régimen que era moralmente inaceptable?

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Cierto que dar conferencias sobre relatividad o sobre la libertad como condición de la ciencia era una forma sutil de protesta, pero ¿dónde se pone la frontera?

                                                                                                                                Fueron tiempos convulsos y es difícil juzgar a la distancia. Tan sólo una comprensiva indulgencia nos permitirá entender al hombre digno que fue.

                                                                                                                                Max Planck sobrevivió dos años más, falleció el 4 de octubre de 1947 a los 87 años.

                                                                                                                                *Astrofísico - Profesor de la Universidad Industrial de Santander / Realizador de Astronomía Al Aire

                                                                                                                                Lea las últimas noticias sobre ciencia en El Espectador.

                                                                                                                                Por Héctor Rago* - @hectorrago

                                                                                                                                Ver todas las noticias
                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
                                                                                                                                Aceptar