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Se cumplen 10 años del inicio del Proyecto del Cerebro Humano (HBP, siglas de Human Brain Project, su nombre original en inglés). Equipos de científicos de varios países, financiados por la Unión Europea, se unieron para buscar respuesta a grandes enigmas del cerebro humano. (También puede leer: India, a punto de hacer historia y ser el primer país en llegar al polo sur de la Luna)
El trabajo, que arrancó en 2013, tuvo como resultado uno de los avances más importantes que se han dado en materia de neurociencia. Hoy esta rama de la investigación cuenta con un modelo computarizado de un cerebro humano, un insumo que se está utilizando en varias investigaciones.
Sin embargo, no todo fueron grandes resultados. El proyecto estuvo envuelto en varias polémicas y críticas por parte de la comunidad científica. La revista científica Nature, con ocasión de los 10 años del HBP, hizo un balance de lo que se logró y lo que se esperaba con este proyecto.
La promesa inicial
Cuando se formuló el proyecto, se habló de una inversión total de 1000 millones de euros, necesarios para lograr, 10 años más tarde, claridad sobre cómo funciona el cerebro a nivel celular, para dar respuesta a preguntas que durante años han intrigado a la ciencia. (Le recomendamos: Hallan la pieza que faltaba para entender el texto filosófico más antiguo)
Desde un principio, investigadores especializados en neurología llamaron la atención sobre lo ambicioso, y hasta irreal, de este objetivo. Estas voces críticas reclamaban que una inversión de esa magnitud podría destinarse a investigaciones con importantes contribuciones a la neurociencia, sin necesidad de generar expectativas tan altas al respecto.
Henry Markram, primer director del proyecto, defendió en su momento la ambición del proyecto y aseguró que podría lograrse. Con esto empezaron a trabajar, contando con una primera ronda de inversión de 54 millones de euros de la Unión Europea.
Durante los años de la investigación, se intentó construir seis plataformas computarizadas en diferentes áreas de la neurología, en especial en neurorobótica y estimulación cerebral. Además, se crearon modelos de regiones específicas del cerebro y de enfermedades cerebrales. (También puede leer: ¿Qué comían en la Edad de Bronce? Encontraron pistas en unos calderos)
Los resultados del proyecto
En total, se dieron cinco rondas de inversión, con lo que se cubrió la infraestructura para desarrollar estas tecnologías y para hacer las investigaciones necesarias para que funcionaran. La Unión Europea aportó 406 millones de euros al proyecto, mientras que 201 millones llegaron gracias a patrocinadores privados.
La plataforma computarizada, de acuerdo con investigadores citados por Nature y que hicieron parte del proyecto, es un “gemelo idéntico” del cerebro humano con el que es posible hacer investigaciones precisas sobre neurociencia.
Las voces críticas, que se fueron incrementando a lo largo del proyecto, dijeron a la revista que sí hubo un avance importante en materia de investigación científica. Sin embargo, aseguran que no se logró el objetivo de tener un entendimiento completo del funcionamiento del cerebro. (Le puede interesar: La nave rusa que buscaba llegar al polo sur de la Luna chocó contra el satélite)
Además, dicen que este “gemelo idéntico” del cerebro no muestra el funcionamiento completo y exacto del cerebro, sino que apenas muestra unas partes de cómo trabaja este órgano.
Actualmente, Estados Unidos, Japón y China también tienen investigaciones sobre el cerebro humano, que surgieron a raíz del interés inicial de la Unión Europea. Se espera que sus resultados alcancen grandes avances para la neurociencia.
La investigación que fundó estas grandes gestas científicas sin duda logró resultados importantes, pero su legado continúa recibiendo críticas por la posibilidad de haber destinado de mejor manera estos recursos desde un principio.
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