Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Una investigación publicada en la prestigiosa revista académica Nature muestra cómo las relaciones entre amigos pueden moldear los microbiomas de cada persona, incluso si no viven en la misma casa.
Últimamente, el microbioma -las diversas bacterias y otras formas de vida que habitan nuestros intestinos- ha sido objeto de estudio de múltiples científicos. Comprenderlo, según dicen, puede tener impactos significativos en la salud de una persona, desde su calidad de vida hasta su estado anímico.
El investigador principal de la reciente investigación, Nicholas Christakis, de la Universidad de Yale (Estados Unidos), le explicó a Nature que la publicación se hizo a partir del análisis que él y sus colegas hicieron de una remota comunidad de Honduras, compuesta por 18 aldeas aisladas. Christakis explicó que, allí, las interacciones son “cara a cara”, y las personas tienen poco contacto con medicamentos y alimentos procesados.
Él y su equipo se instalaron allí para llevar a cabo la investigación, tomar muestras de los habitantes y luego llevarlas a Estados Unidos para procesarlas. Entre los resultados, se pudo observar que las parejas y quienes viven en una misma casa compartían el 13,9 % de las cepas microbianas en sus intestinos. Sin embargo, quienes no vivían juntos pero sí compartían tiempo libre compartían el 10 % de esas cepas. Otro dato sorprendió a los investigadores, pues incluso quienes no tenían tanto contacto entre sí, mas sí vivían en la misma aldea, compartían un 4 % de las cepas.
Christakis explicó que su estudio siguió la pista de otras investigaciones que venían analizando cómo las interacciones sociales modifican el microbioma de las personas. El principal punto de partida, continuó el investigador, fue un artículo publicado hace 20 años analizó cómo se propaga la obesidad en las redes sociales, pues se sabe que ciertos virus y bacterias en el microbioma intestinal pueden modificar el riesgo de que una persona sea obesa o no. Christakis fue más allá y se preguntó si los amigos también se transmiten los microbios entre sí. que investigó cómo se propaga la obesidad en las redes sociales.
Sin embargo, un científico que no participó en el estudio, pero que fue contactado por Nature, dijo que las personas no deberían evitar interactuar con otras “por miedo a contagiarse de los microbiomas de los demás”, pues estas son saludables y hacen parte de la vida diaria de una persona. Christakis destacó, además, que estudios como estos pueden ayudar a comprender cómo el microbioma afecta factores de la salud mental de las personas, entre ellas la depresión y la ansiedad.
👩⚕️📄¿Quieres conocer las últimas noticias sobre salud? Te invitamos a verlas en El Espectador.⚕️🩺