Las pitones podrían ser mucho más cariñosas entre sí de lo que nos imaginamos
Las pitones reales, conocidas por enrollarse en forma de bola para protegerse, suelen ser vistas como solitarias y poco sociales. Sin embargo, un estudio reciente en juveniles de esta especie desafía esta creencia.
Las pitones reales, también conocidas como pitones bola (Python regius), son una especie de serpiente originaria de África Occidental y Central. Su nombre común de “pitón bola” proviene de un comportamiento defensivo característico: cuando se sienten amenazadas, se enrollan en forma de bola con la cabeza protegida en el centro de su cuerpo. Junto con los dragones barbudos y los gecos leopardo, estas serpientes son populares en el comercio de mascotas. Pero, ¿qué tanto sabemos de ellas? Las pitones reales no son vivíparas, no se sabe que vivan en guaridas comunales y a menudo se supone que no son sociales.
Sin embargo, debido a su naturaleza reservada, se sabe relativamente poco sobre el comportamiento social de las pitones reales. La mayor parte de su vida la pasan escondidas en madrigueras o bajo vegetación densa, lo que dificulta observar sus interacciones en estado salvaje. Una investigación publicada en la revista científica Behavioral Ecology and Sociobiology estudió las interacciones sociales y su relación con la personalidad en 30 pitones reales juveniles. Lo que encontraron fue sorpresivo.
Las serpientes son sociales
En el pasado, se ha sugerido que el comportamiento social en reptiles escamosos (como lagartos y serpientes) evolucionó, en parte, debido a que algunos vivían en grupos o en guaridas comunales y/o porque tenían crías vivas (viviparidad), lo que facilita la interacción entre ellas. Sin embargo, las pitones reales no presentan ninguna de estas características: no son vivíparas y no suelen vivir en grupos, por lo que se ha asumido que no tienen un comportamiento social marcado.
En este experimento, los investigadores estudiaron el comportamiento social y la “personalidad” de 30 pitones reales juveniles. Las pruebas se realizaron en dos partes: en primer lugar, agruparon cinco grupos de seis serpientes (de ambos sexos) en una arena grande durante diez días y rastrearon sus movimientos para ver si preferían estar juntas o dispersas. Después, evaluaron cada serpiente en solitario para observar su nivel de audacia y sociabilidad.
Los resultados sorprendieron a los investigadores, ya que encontraron que las pitones reales pasaban mucho tiempo en un grupo grande, usando un “punto base” que facilitaba las interacciones entre ellas. También observaron que las serpientes no mostraban un comportamiento consistente en todas las pruebas individuales; en lugar de eso, su comportamiento fue flexible, adaptándose según el contexto. Estos hallazgos, escribieron los científicos en el estudio, desafían la creencia de que solo ciertas especies de reptiles tienen comportamientos sociales complejos y sugieren que el comportamiento social puede ser más común en reptiles que, como las pitones, suelen pasar desapercibidas en la naturaleza.
Para los autores del estudio, las pitones juveniles mostraron ser sorprendentemente sociales, algo que cambia lo que se suele pensar sobre el comportamiento de estas serpientes. ¿Por qué hasta ahora lo sospechamos? En general, explican los científicos, el estudio del comportamiento social animal tiende a enfocarse en especies con interacciones visibles y fáciles de detectar, lo que puede llevar a ignorar comportamientos sociales en especies que son menos evidentes. Este sesgo en la investigación hace que las teorías sobre los orígenes del comportamiento social se basen en especies de ecologías muy visibles. Por ejemplo, en serpientes, la sociabilidad se investiga en especies que forman grupos en madrigueras.
Al investigar la interacción social en las pitones reales, una especie con una ecología diferente a la de las serpientes que viven en madrigueras, los investigadores descubrieron que las pitones reales formaban grupos grandes y estables, usando un “lugar base” para facilitar sus interacciones.
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Las pitones reales, también conocidas como pitones bola (Python regius), son una especie de serpiente originaria de África Occidental y Central. Su nombre común de “pitón bola” proviene de un comportamiento defensivo característico: cuando se sienten amenazadas, se enrollan en forma de bola con la cabeza protegida en el centro de su cuerpo. Junto con los dragones barbudos y los gecos leopardo, estas serpientes son populares en el comercio de mascotas. Pero, ¿qué tanto sabemos de ellas? Las pitones reales no son vivíparas, no se sabe que vivan en guaridas comunales y a menudo se supone que no son sociales.
Sin embargo, debido a su naturaleza reservada, se sabe relativamente poco sobre el comportamiento social de las pitones reales. La mayor parte de su vida la pasan escondidas en madrigueras o bajo vegetación densa, lo que dificulta observar sus interacciones en estado salvaje. Una investigación publicada en la revista científica Behavioral Ecology and Sociobiology estudió las interacciones sociales y su relación con la personalidad en 30 pitones reales juveniles. Lo que encontraron fue sorpresivo.
Las serpientes son sociales
En el pasado, se ha sugerido que el comportamiento social en reptiles escamosos (como lagartos y serpientes) evolucionó, en parte, debido a que algunos vivían en grupos o en guaridas comunales y/o porque tenían crías vivas (viviparidad), lo que facilita la interacción entre ellas. Sin embargo, las pitones reales no presentan ninguna de estas características: no son vivíparas y no suelen vivir en grupos, por lo que se ha asumido que no tienen un comportamiento social marcado.
En este experimento, los investigadores estudiaron el comportamiento social y la “personalidad” de 30 pitones reales juveniles. Las pruebas se realizaron en dos partes: en primer lugar, agruparon cinco grupos de seis serpientes (de ambos sexos) en una arena grande durante diez días y rastrearon sus movimientos para ver si preferían estar juntas o dispersas. Después, evaluaron cada serpiente en solitario para observar su nivel de audacia y sociabilidad.
Los resultados sorprendieron a los investigadores, ya que encontraron que las pitones reales pasaban mucho tiempo en un grupo grande, usando un “punto base” que facilitaba las interacciones entre ellas. También observaron que las serpientes no mostraban un comportamiento consistente en todas las pruebas individuales; en lugar de eso, su comportamiento fue flexible, adaptándose según el contexto. Estos hallazgos, escribieron los científicos en el estudio, desafían la creencia de que solo ciertas especies de reptiles tienen comportamientos sociales complejos y sugieren que el comportamiento social puede ser más común en reptiles que, como las pitones, suelen pasar desapercibidas en la naturaleza.
Para los autores del estudio, las pitones juveniles mostraron ser sorprendentemente sociales, algo que cambia lo que se suele pensar sobre el comportamiento de estas serpientes. ¿Por qué hasta ahora lo sospechamos? En general, explican los científicos, el estudio del comportamiento social animal tiende a enfocarse en especies con interacciones visibles y fáciles de detectar, lo que puede llevar a ignorar comportamientos sociales en especies que son menos evidentes. Este sesgo en la investigación hace que las teorías sobre los orígenes del comportamiento social se basen en especies de ecologías muy visibles. Por ejemplo, en serpientes, la sociabilidad se investiga en especies que forman grupos en madrigueras.
Al investigar la interacción social en las pitones reales, una especie con una ecología diferente a la de las serpientes que viven en madrigueras, los investigadores descubrieron que las pitones reales formaban grupos grandes y estables, usando un “lugar base” para facilitar sus interacciones.
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