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A mediados de octubre, una de las lluvias de estrellas “más hermosas del año” alcanza su punto máximo. Se trata de la lluvia de meteoros Oriónidas, un evento causado por el polvo y los escombros del cometa Halley, que parecen irradiar desde cerca de la constelación de Orión, por eso su nombre.
Cada año, los meteoros Oriónidas, conocidos por su brillo y su velocidad, viajan a aproximadamente 148.000 mph (66 km/s) hacia la atmósfera de la Tierra, según explica la NASA. En su trayecto pueden dejar “trenes” brillantes (fragmentos incandescentes de escombros en la estela del meteoro) que duran desde varios segundos hasta minutos.
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Para este año, se espera que este espectáculo sea visible hasta el 22 de octubre, siendo entre el domingo 20 y lunes 21 la mejor oportunidad para apreciar la lluvia. “Las Oriónidas también están enmarcadas por algunas de las estrellas más brillantes del cielo nocturno, que proporcionan un telón de fondo espectacular para estos vistosos meteoros”, dice la NASA.
Apreciar este evento será posible si las condiciones climáticas lo permiten. Un cielo despejado, sin nubes ni neblina, es ideal para poder ver la lluvia de meteoros. Sin embargo, hay que tener en cuenta otras recomendaciones, como alejarse de la contaminación lumínica urbana, es decir, buscar un lugar donde haya pocas fuentes de luz.
En menos de 30 minutos en la oscuridad, sus ojos se adaptarán y comenzará a ver meteoros. Algo muy importante es tener paciencia, pues el espectáculo dura hasta el amanecer, aunque el mejor momento para apreciarla es un poco antes de la medianoche.
¿Qué significa la lluvia de meteoros?
Según la NASA, estos son eventos que ocurren periódicamente. Algunas lluvias de meteoros ocurren anualmente o a intervalos regulares cuando la Tierra pasa a través del rastro de escombros polvorientos que deja un cometa (y, en algunos casos, asteroides).
Los meteoritos provienen de restos de partículas de cometas y de fragmentos de asteroides rotos. Cuando los cometas pasan alrededor del Sol, el polvo que emiten se va extendiendo gradualmente, formando una estela de polvo alrededor de sus órbitas. Cada año, la Tierra pasa por estas estelas de escombros, lo que permite que los fragmentos colisionen con nuestra atmósfera, donde se desintegran y crean rayas de fuego y colores en el cielo.
Estas lluvias suelen recibir el nombre de una estrella o constelación cercana al lugar donde parecen originarse en el cielo. La más famosa, quizá, es las Perseidas, que alcanzan su pico alrededor del 12 de agosto de cada año. Otras lluvias de meteoros notables son las Leónidas, asociadas con el cometa Tempel-Tuttle; las Acuáridas y las Oriónidas, vinculadas con el cometa Halley, y las Táuridas, asociadas con el cometa Encke.