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Lo que la protesta social puede aprender de la organización de las bacterias

La artista colombiana, Natalia Rivera, y la artista taiwanese, Jung Hsu, crearon una obra que mezcla arte, ciencia y tecnología basada en la manera en que se comunican y organizan estos microorganismos. Esta idea fue ganadora del premio Prix Ars Electronica de Linz, Austria.

Yorley Ruiz M.
05 de enero de 2023 - 09:59 p. m.
Rivera y Hsu con el premio Golden Ninca del Festival Ars Electronica de Linz, en la categoría Interactive Art +, otorgado en septiembre de 2022.
Rivera y Hsu con el premio Golden Ninca del Festival Ars Electronica de Linz, en la categoría Interactive Art +, otorgado en septiembre de 2022.
Foto: Tom Mesic, archivo de Ars Electronica - Tom Mesic, archivo de Ars Electronica
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La artista colombiana, Natalia Rivera, y la artista taiwanese, Jung Hsu, se conocieron vía online mientras cursaban la clase de Nuevos Medios en la Universidad de las Artes en Berlín, Alemania, durante la cuarentena por covid-19, a finales de 2019 y 2020. Allí se dieron cuenta de que tenían búsquedas similares desde la exploración de procesos biológicos y políticos. (Lea: Resistencia de bacterias a antibióticos, la nueva “crisis” del siglo XXI)

Fue entonces, cuando de manera remota comenzaron a pensar en un proyecto juntas que les permitiera crear una nueva narrativa y un prototipo tecnológico que recogiera lo que estaban aprendiendo desde sus exploraciones con la microbiología y lo que suscitaban sus contextos sociales particulares.

“Nuestro proceso de creación estuvo basado en la escucha y en conocer lo que pasaba en ambas partes. Fue así como nos dábamos cuenta de que los procesos de resistencia de nuestros lugares de origen habían sido muy similares y estaban conectados”, expresa Rivera.

Video de presentación de la obra Bi0film.net: Resiste como las bacteria. / Edición: Juan Diego Rivera - Grabación: Juan Diego Rivera - Leslie Chi - Chunli Wang.

Hsu conocía cómo las sombrillas amarillas se convirtieron en el símbolo de la protesta pacífica en Hong Kong #UmbrellaMovement en 2014, pero también cómo al mismo tiempo era el “caparazón” de protección para los ciudadanos frente a los ataques de la policía de este país, mientras luchaban por mantener la democracia en su territorio frente a las decisiones del presidente chino Xi Jinping.

Por otro lado, Rivera conocía lo que estaba pasando en Colombia con el Paro Nacional #21N, que se extendió desde noviembre de 2019 hasta febrero de 2020, suscitado inicialmente por diferentes sectores sociales como obreras y estudiantiles, pero a la que se unieron diversos descontentos con el gobierno del expresidente Iván Duque y su manejo frente a los casos de asesinato sistemático de líderes sociales. El joven Dilan Cruz, que murió a manos del ESMAD durante dichas protestas, se convirtió en el símbolo de esas manifestaciones.

Además, ambas habían explorado la microbiología, en donde encontraron unas formas de organización de las bacterias en las que ellas también creaban su propio “caparazón”, conocido en el campo científico como biopelícula, que les ayuda a adaptarse y protegerse para permanecer en el medio donde se instalan. (Puede leer: Descubren en la Antártida bacterias resistentes a los antibióticos)

¿Pero de dónde surge la conexión entre estos contextos sociales con las biopelículas creadas por las bacterias en la obra de Rivera y Hsu? Según explica la artista colombiana, aparece de la comprensión de cómo se dan esos procesos de organización y comunicación entre estos microorganismos para formar una especie de escudo que las protege de aquello que las pueda dañar, un símil que encontraron con el movimiento de las sombrillas amarillas en Honk Hong y La Primera Línea en las protestas en Colombia.

Así se organizan las bacterias para crear biopelículas

El microbiólogo y candidato a doctor en Biología de la Universidad de Antioquia, Juan Felipe Zapata, describe a las biopelículas —nombre en español—, o biofilm —en inglés—, como un proceso “muy lindo porque implican un cambio en la forma de vida de las bacterias. Normalmente, las bacterias siempre las habíamos pensado como unos organismos de vida libre, como muy solitarios. Pero las biopelículas implican un cambio de lo solitario a lo colectivo y lo hacen como una estrategia de adaptación al medio”.

Según cuenta el microbiólogo, este proceso “se volvió muy interesante en Occidente, aunque tiene muchísimas implicaciones por los mecanismos de resistencia bacteriana, debido a las infecciones adquiridas en la atención en salud, porque al agregarse y al hacer como una capa que las protege, es más difícil que un antibiótico penetre y las mate. Entonces se vuelve un problema para la salud pública”.

Pero, las biopelículas también podemos palparlas en nuestra vida cotidiana, como en la higiene bucal, por ejemplo con el sarro dental. Esas capitas amarillentas son biopelículas que se van adhiriendo a nuestros dientes y se van expendiendo. (Le puede interesar: Encontraron casi mil especies de bacterias “congeladas” en glaciares)

Por otro lado, según Zapata, las biopelículas de las bacterias, vistas desde la microbiotecnología se han convertido en aliadas para la vida humana mediante aplicaciones de remediación con bacterias que no son perjudiciales para la vida humana y que, al activarse con el contacto del ambiente, pueden dar soluciones a una diversidad de problemáticas:

“En términos biotecnológicos nosotros lo que hacemos es la biorremediación en suelos muy dañados, donde ellas recogen todos esos materiales pesados y los convierten en biopelículas”, esto, añade el experto, tiene diversas aplicaciones para el manejo de aguas residuales y otros campos. Además, dice el experto, “en la naturaleza no hay un bien ni un mal, es más, desde la visión nuestra, mirar qué tanto nos conviene que haya una biopelícula o no. Lo importante es entender el fenómeno y luego pensar en una aplicación y esa intencionalidad la definimos como especie humana”.

Desde el acercamiento que Rivera y Hsu hacen de estas formas de organización microbiológica, como biopolíticas, posan su mirada no desde lo militar como si se tratase de algo negativo que hay que acabar, sino que más bien buscan superar esa visión por una más amplia, creando una nueva narrativa para abordar este fenómeno biológico desde lo artístico y social.

“Cuando se habla de lo vivo como una inteligencia militar es, además de reduccionistas, completamente horrible porque esa supuesta inteligencia militar tiene otros fines, que son justamente no posibilitar lo vivo. Nosotras buscamos otras formas de hacer referencia a esas acciones de lo vivo y a las formas en que la vida se abre paso. En verdad las bacterias son maravillosas y han desarrollado tecnologías que les han permitido evolucionar durante millones de años. En este proyecto ponemos narrativas y metáforas de lo humano y encontramos en ellas estrategias de colaboración, de simbiosis”, agrega Rivera.

Una obra de arte inacabada en constante co-creación

Esta obra de arte electrónico fue construida con recursos de acceso libre, como el proyecto abierto de Andrew Mcneil: The Wifi Umbrella Ultra long range Wifi, en la que busca convertir una sombrilla en una antena parabólica. También se utilizó el enrutador y dispositivo de almacenamiento PirateBox de David Darts y Matthias Strubel; y el software Matrix para crear el espacio de conversación dentro de la red. (Lea también: Esta es la bacteria más grande jamás descubierta)

“Sobre la comunicación usamos esa referencia de la comunicación descentralizada de las bacterias y sus comportamientos. Mientras hacíamos la investigación nos encontramos con el proyecto de Mcneil, y fue ahí cuando dijimos, bueno, muy interesante que esa biopelícula sea esas sombrillas cubriéndolos a todos, pero que además de cubrirlos y protegerlos, también pudiera ayudarles a comunicarse”, explica Rivera.

La obra ha evolucionado en estos últimos meses y en su más reciente versión se le ha integrado un Raspberry Pi, que consiste en un pequeño equipo con la capacidad de un computador, cargado con una batería solar. Es así como, luego de un intercambio de saberes con artistas de la Red Suratomica, científicos como Zapata y Juan Anzola, y los docentes Jussi Ängeslevä y Luiz Zanotello de la Universidad de Artes de Berlín, y un proceso de desarrollo tecnológico con la interconexión entre estos recursos libres, crearon la obra Bi0film.net: Resiste como las bacterias.

Actualmente, la versión más reciente, consiste en que hay un servidor y las otras sombrillas se convierten en repetidores de este, ampliando la señal para que las personas se puedan conectar, describe Rivera. “Nosotros no consideramos que esto sea como un producto que dé solución a un problema, porque realmente esa implementación técnica para que sea segura y las personas se puedan comunicar sin el riesgo de ser hackeadas, requiere unos niveles muchos más avanzados de desarrollo. Entonces lo que hacemos es mantenerlo como un proyecto abierto, y a partir de talleres de co-creación, trabajamos con las comunidades que están interesadas en seguirlo desarrollando”, destaca.

El último viaje que realizó la artista colombiana junto al laboratorio Mutante fue a Cali, donde en el encuentro Resiste como las bacterias entraron en diálogo con las comunidades de Puerto Resistencia, durante el Festival Videosonica. Allí pudieron conocer esas formas de organización comunitaria que han dado paso a, lo que durante el encuentro, junto con los asistentes, llamaron como una de las tecnologías más valiosas que los acompañó durante ese tiempo a las ollas comunitarias. De este modo han autofinanciado talleres de co-creación para seguir manteniendo viva esta biopelícula que busca seguir generando reflexiones y expandiéndose por otras latitudes.

En septiembre de 2022, este trabajo de investigación – creación fue galardonado en Austria con el premio Golden Nica durante el Festival Ars Electronica de Linz, en la categoría Interactive Art +. Un evento que lleva 43 años y que destaca propuestas de arte, ciencia y tecnología en el mundo. “Para nosotros fue un proceso muy interesante y una buena oportunidad para dar a conocer y amplificar el mensaje que queríamos llevar con el BI0film.net”, destacó Rivera.

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Por Yorley Ruiz M.

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