Los castores también tienen su “huella dactilar”: su cola. La IA la identifica
La huella dactilar es una marca única que ha desempeñado un papel fundamental en el reconocimiento humano. Los castores parecen tener su propia huella dactilar y la inteligencia artificial la identifica.
Los humanos tenemos unos patrones de crestas y surcos en las yemas de los dedos que nos identifica, a cada uno, como un ser único y diferente al resto. Se cree que la formación de eso, que llamamos huella dactilar, está influenciada por factores genéticos y ambientales, y aunque incluso los gemelos idénticos comparten similitudes en sus huellas, nunca son completamente idénticas.
La huella dactilar es una marca única que ha desempeñado un papel fundamental en nuestro reconocimiento: hoy se usa casi en cualquier escenario y ha reforzado la comprensión de la singularidad de cada ser humano. ¿Y si le dijéramos que los humanos no son los únicos con una huella dactilar?
Un grupo de investigadores acaba de sugerir en un artículo publicado en Ecology and Evolution que los castores euroasiáticos (Castor fiber) también tienen su propia huella dactilar, dada por los patrones de su cola. Lo supieron usando una herramienta de inteligencia artificial llamada Scale Invariant Feature Transform (SIFT). Se trata de un algoritmo utilizado en visión por computadora y procesamiento de imágenes para detectar y describir características locales en una imagen. Los investigadores aplicaron ese algoritmo a un conjunto de datos de 800 imágenes de patrones de cola de 100 castores euroasiáticos individuales y descubrieron cosas muy interesantes. (Puede ver: Lo que revela el mapa de las 35 mil plantas útiles)
La imágenes revelaron un patrón de escamas de la cola, similar a una huella digital humana. El programa tuvo una precisión del 96% al distinguir a los animales. “El reconocimiento individual de los animales permite obtener información detallada y hacer afirmaciones sobre el tamaño y la distribución de la población y, por lo tanto, es un aspecto importante de las ciencias ecológicas”, escriben los científicos en el artículo.
Se refieren a una cosa: poder identificar los castores euroasiáticos individualmente podría permitir hacer afirmaciones más certeras sobre su número y distribución, a medida que los animales se recuperan de la extirpación local en Europa. (Puede ver: Una de las imágenes más detalladas del universo en rayos X)
En el pasado, la caza y la destrucción de hábitats redujeron significativamente las poblaciones de castores en Europa. Sin embargo, medidas de conservación y la protección legal de la especie han llevado a una recuperación en algunas áreas. Los proyectos han permitido que la población aumente de 1200 individuos a casi 1,5 millones de animales, pero no es del todo claro hacer ese conteo en algunas zonas.
Algunos animales exhiben heridas y cicatrices naturales en la cola, que pueden usarse para la identificación individual; sin embargo, no todos los animales muestran tales marcas y, en particular, los castores jóvenes generalmente no exhiben heridas o cicatrices.
La cola del castor, sin embargo, fue desde el principio una gran oportunidad de huella dactilar. Un estudio demostró que el tamaño de la cola no aumenta en los individuos adultos de castores norteamericanos. “Parece razonable suponer que lo mismo se aplica al castor euroasiático”, dice la investigación. Los científicos esperan que su hallazgo suponga un nuevo avance no solo en la identificación del castor, sino en el uso de las nuevas tecnologías en el área de la conservación ecológica.
Los humanos tenemos unos patrones de crestas y surcos en las yemas de los dedos que nos identifica, a cada uno, como un ser único y diferente al resto. Se cree que la formación de eso, que llamamos huella dactilar, está influenciada por factores genéticos y ambientales, y aunque incluso los gemelos idénticos comparten similitudes en sus huellas, nunca son completamente idénticas.
La huella dactilar es una marca única que ha desempeñado un papel fundamental en nuestro reconocimiento: hoy se usa casi en cualquier escenario y ha reforzado la comprensión de la singularidad de cada ser humano. ¿Y si le dijéramos que los humanos no son los únicos con una huella dactilar?
Un grupo de investigadores acaba de sugerir en un artículo publicado en Ecology and Evolution que los castores euroasiáticos (Castor fiber) también tienen su propia huella dactilar, dada por los patrones de su cola. Lo supieron usando una herramienta de inteligencia artificial llamada Scale Invariant Feature Transform (SIFT). Se trata de un algoritmo utilizado en visión por computadora y procesamiento de imágenes para detectar y describir características locales en una imagen. Los investigadores aplicaron ese algoritmo a un conjunto de datos de 800 imágenes de patrones de cola de 100 castores euroasiáticos individuales y descubrieron cosas muy interesantes. (Puede ver: Lo que revela el mapa de las 35 mil plantas útiles)
La imágenes revelaron un patrón de escamas de la cola, similar a una huella digital humana. El programa tuvo una precisión del 96% al distinguir a los animales. “El reconocimiento individual de los animales permite obtener información detallada y hacer afirmaciones sobre el tamaño y la distribución de la población y, por lo tanto, es un aspecto importante de las ciencias ecológicas”, escriben los científicos en el artículo.
Se refieren a una cosa: poder identificar los castores euroasiáticos individualmente podría permitir hacer afirmaciones más certeras sobre su número y distribución, a medida que los animales se recuperan de la extirpación local en Europa. (Puede ver: Una de las imágenes más detalladas del universo en rayos X)
En el pasado, la caza y la destrucción de hábitats redujeron significativamente las poblaciones de castores en Europa. Sin embargo, medidas de conservación y la protección legal de la especie han llevado a una recuperación en algunas áreas. Los proyectos han permitido que la población aumente de 1200 individuos a casi 1,5 millones de animales, pero no es del todo claro hacer ese conteo en algunas zonas.
Algunos animales exhiben heridas y cicatrices naturales en la cola, que pueden usarse para la identificación individual; sin embargo, no todos los animales muestran tales marcas y, en particular, los castores jóvenes generalmente no exhiben heridas o cicatrices.
La cola del castor, sin embargo, fue desde el principio una gran oportunidad de huella dactilar. Un estudio demostró que el tamaño de la cola no aumenta en los individuos adultos de castores norteamericanos. “Parece razonable suponer que lo mismo se aplica al castor euroasiático”, dice la investigación. Los científicos esperan que su hallazgo suponga un nuevo avance no solo en la identificación del castor, sino en el uso de las nuevas tecnologías en el área de la conservación ecológica.