Los chimpancés aplican esta estrategia militar que se creía exclusiva de los humanos
Una táctica bélica que ha acompañado a los seres humanos a lo largo de miles de años fue observada recientemente en un grupo de chimpancés.
Ubicarse en los puntos más elevados de un terreno ha sido una de las estrategias militares más antiguas de los seres humanos. Se considera que dicha posición conlleva una ventaja clave en las guerras y enfrentamientos que acompañan a la especie desde prácticamente su origen. (Puede leer: Los continentes más antiguos de la Vía Láctea podrían ser más viejos que la Tierra)
Por mencionar un ejemplo, en ‘El arte de la guerra’, el estratega militar y filósofo de la antigua china, Sun Tzu, lo recomienda de la siguiente manera: “Adelántate al enemigo ocupando los lugares elevados y soleados (...). Entonces podrás luchar con ventaja”.
Sin embargo, esta estrategia milenaria que se creía exclusiva de los seres humanos, podría ser también ejecutada por nuestros parientes evolutivos más cercanos: los chimpancés. Así lo concluye una investigación recién publicada en la revista académica Plos Biology y que fue adelantada en los bosques de África Occidental. (Le puede interesar: Esta es la imagen más colorida que se tiene del universo)
Los investigadores, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva (Alemania) y de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), siguieron durante tres años a dos grupos de chimpancés que compartían terreno en un bosque de Costa de Marfil.
A los científicos le llamaba la atención una región en particular: la zona fronteriza, donde ocasionalmente los chimpancés de ambos grupos peleaban. En los años de seguimiento, el equipo de investigadores encontró que cuando los animales se encontraban en lo alto de las colinas fronterizas, “era más probable que se abstuvieran de comer o buscar comida ruidosamente y pasaran el tiempo descansando en silencio, lo que les permitía oír los sonidos lejanos de los grupos rivales”. (También puede leer: Frank Borman, astronauta que lideró primera misión en orbitar la Luna, murió a los 95 años)
Los expertos también encontraron que había más del doble de probabilidades de que los chimpancés subieran a la colina cuando iban en dirección a la frontera disputada, que cuando lo hacían camino a su propio territorio.
Además, agregaron los investigadores, “cuanto más alejada está la ubicación de los chimpancés hostiles, mayor es la probabilidad de un avance hacia territorio peligroso al descender de la colina”. Esto, añaden los científicos, sugiere que cuando los chimpancés se encuentran en terrenos elevados calibran la distancia del grupo rival para hacer las incursiones sin que se produzcan peleas. (Puede interesarle: Podría haber un océano salado en la luna más grande de Júpiter, ¿por qué?)
Sylvain Lemoine, antropólogo biológico del Departamento de Arqueología de la Universidad de Cambridge y autor principal del estudio, señaló que “este comportamiento de los chimpancés requiere complejas capacidades cognitivas que ayudan a defender o ampliar sus territorios, y se vería favorecido por la selección natural”.
“En este uso de la estrategia bélica por parte de los chimpancés quizá estemos viendo vestigios de la protoguerra a pequeña escala que probablemente existió en poblaciones prehistóricas de cazadores-recolectores·, concluyó Lemoine.
Ubicarse en los puntos más elevados de un terreno ha sido una de las estrategias militares más antiguas de los seres humanos. Se considera que dicha posición conlleva una ventaja clave en las guerras y enfrentamientos que acompañan a la especie desde prácticamente su origen. (Puede leer: Los continentes más antiguos de la Vía Láctea podrían ser más viejos que la Tierra)
Por mencionar un ejemplo, en ‘El arte de la guerra’, el estratega militar y filósofo de la antigua china, Sun Tzu, lo recomienda de la siguiente manera: “Adelántate al enemigo ocupando los lugares elevados y soleados (...). Entonces podrás luchar con ventaja”.
Sin embargo, esta estrategia milenaria que se creía exclusiva de los seres humanos, podría ser también ejecutada por nuestros parientes evolutivos más cercanos: los chimpancés. Así lo concluye una investigación recién publicada en la revista académica Plos Biology y que fue adelantada en los bosques de África Occidental. (Le puede interesar: Esta es la imagen más colorida que se tiene del universo)
Los investigadores, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva (Alemania) y de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), siguieron durante tres años a dos grupos de chimpancés que compartían terreno en un bosque de Costa de Marfil.
A los científicos le llamaba la atención una región en particular: la zona fronteriza, donde ocasionalmente los chimpancés de ambos grupos peleaban. En los años de seguimiento, el equipo de investigadores encontró que cuando los animales se encontraban en lo alto de las colinas fronterizas, “era más probable que se abstuvieran de comer o buscar comida ruidosamente y pasaran el tiempo descansando en silencio, lo que les permitía oír los sonidos lejanos de los grupos rivales”. (También puede leer: Frank Borman, astronauta que lideró primera misión en orbitar la Luna, murió a los 95 años)
Los expertos también encontraron que había más del doble de probabilidades de que los chimpancés subieran a la colina cuando iban en dirección a la frontera disputada, que cuando lo hacían camino a su propio territorio.
Además, agregaron los investigadores, “cuanto más alejada está la ubicación de los chimpancés hostiles, mayor es la probabilidad de un avance hacia territorio peligroso al descender de la colina”. Esto, añaden los científicos, sugiere que cuando los chimpancés se encuentran en terrenos elevados calibran la distancia del grupo rival para hacer las incursiones sin que se produzcan peleas. (Puede interesarle: Podría haber un océano salado en la luna más grande de Júpiter, ¿por qué?)
Sylvain Lemoine, antropólogo biológico del Departamento de Arqueología de la Universidad de Cambridge y autor principal del estudio, señaló que “este comportamiento de los chimpancés requiere complejas capacidades cognitivas que ayudan a defender o ampliar sus territorios, y se vería favorecido por la selección natural”.
“En este uso de la estrategia bélica por parte de los chimpancés quizá estemos viendo vestigios de la protoguerra a pequeña escala que probablemente existió en poblaciones prehistóricas de cazadores-recolectores·, concluyó Lemoine.