Los científicos que están llevando la astronomía a los colegios más alejados del país

¿Cómo nacen las estrellas? ¿Cómo se forman los planetas? ¿Qué pasó antes del Big Bang? Estas son algunas de las preguntas que siguen inquietando a los astrónomos; pero, también son las preguntas que han quedado en la mente de cientos de estudiantes de primaria y secundaria del país, que han recibido charlas de la Red de Estudiantes Colombianos de Astronomía (RECA), una iniciativa que busca acercar esta ciencia a los colegios del país.

¿Cómo nacen las estrellas? ¿Cómo se forman los planetas? ¿Qué pasó antes del Big Bang? Estas son algunas de las preguntas que siguen inquietando a los astrónomos; pero, también son las preguntas que han quedado en la mente de cientos de estudiantes de primaria y secundaria del país, que han recibido charlas de la Red de Estudiantes Colombianos de Astronomía (RECA), una iniciativa que busca acercar esta ciencia a los colegios del país.

En medio de la pandemia, en 2020, este grupo de astrónomos, conformado por estudiantes de pregrado, posgrado y docentes colombianos, vieron que era posible llevar la astronomía a los colegios a través de un medio virtual. El principal objetivo era que vieran que es posible acceder a las ciencias que se encargan de estudiar y comprender el Universo.

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“En Colombia no tenemos modelos a seguir muy visibles, pero eso no quiere decir que no los haya. Hay una gran cantidad de astrónomos colombianos haciendo investigaciones en centros muy importantes, usando los telescopios de última tecnología y aportando en investigaciones claves. Queríamos resaltar ese rol”, dice Laura Ramírez, astrónoma e integrante de la red.

Desde entonces, RECA empezó a dar charlas en instituciones educativas sobre diferentes temas relacionados con la Astronomía. Entre 2021 y 2023, llegaron a 104 colegios, pero al hacer el balance final notaron que la mayoría estaban ubicados en las ciudades principales: Medellín, Bogotá y Cali. Fue entonces cuando empezaron a buscar otras opciones para llegar a las zonas más alejadas del país.

En ese trabajo, este año decidieron crear un concurso de dibujo, apoyado por la Embajada de Colombia en España y el consulado de Colombia en Madrid, en el que participaron 32 colegios, uno por cada departamento. “Inicialmente teníamos una base de datos. En nuestras redes sociales y página web también anunciamos el proyecto. Sin embargo, en muchos casos no logramos obtener los contactos en las regiones más alejadas, entonces lo que hicimos fue buscar las instituciones por Google Maps y solicitamos ayuda a las secretarías de educación de los municipios, para contactarlos”, agrega Ramírez, quien se encuentra estudiando su doctorado en Astronomía en el Observatorio de Ginebra, en Suiza.

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La dinámica era que un astrónomo español y uno colombiano dieran una charla virtual a los estudiantes, luego se abría un espacio para preguntas, y finalmente, cada uno hacía un dibujo libre sobre el aprendizaje que le había dejado la charla.

Uno de los participantes fue el Colegio Departamental de Taraira, el único en este municipio del Vaupés, ubicado en la frontera con Brasil, donde solo hay electricidad desde las 9 de la mañana hasta las 11 de la noche. Daniel Pedreros, profesor de Física y Matemáticas de los grados de 8° a 11°, recuerda que el día de la charla reunió a todos los estudiantes de primaria en el único centro del municipio donde había conexión a internet. “Muchos de los niños que participaron pocas veces tienen acceso a una pantalla, rara vez se habían reunido por una videollamada. Esa sensación para ellos fue muy extraña, incluso algunos decían que esas personas no eran de verdad”, menciona.

Pese a ser algo nuevo, la charla despertó el interés de los estudiantes, que en su mayoría son indígenas de la Amazonía colombiana. Catalina, de 5° grado, fue la ganadora con un dibujo donde representó un planeta. Además de recibir unos libros sobre astronomía que donó la editorial Planeta, su dibujo será expuesto por un mes en el Planetario de Madrid, en España, junto con otros 28 dibujos de los demás departamentos.

“Por problemas de conectividad y comunicación con los profesores, tres departamentos no lograron enviar a tiempo, entre ellos Chocó y Amazonas. Eso también refleja un poco la realidad de estos lugares”, dice Ramírez.

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Un espacio para hablar del universo

Este no es el único proyecto que está desarrollando la red actualmente. “Barco, Acercando la Astronomía a Comunidades Rurales de Colombia” es otra de las iniciativas dirigida a las escuelas donde la conexión a internet es intermitente o incluso no hay. Lo que hace RECA es enviar una caja con materiales para realizar actividades de astronomía, juegos y una memoria USB con instrucciones escritas y grabadas, y entrevistas breves a astrónomos colombianos.

El colegio de Taraira es uno de los participantes. De las cinco horas de Matemáticas que ven semanalmente los estudiantes, dos son dedicadas al estudio de esta ciencia. Para los estudiantes esta ha sido una oportunidad para salir de los temas rutinarios, y para Pedreros y la red, una oportunidad para construir educación para la paz. “Este es un pueblo donde llegan personas de todo el país buscando oro. En esos contextos mineros hay mucha violencia y problemáticas, como el consumo de drogas”, indica el docente.

El grupo con el que desarrolla el proyecto es de secundaria, donde además del consumo de droga, hay un fenómeno de extra-edad, es decir, los estudiantes están entre dos y tres años por encima de la edad promedio para cada grado. Esto es algo muy común en las instituciones etnoeducativas, donde la extra-edad supera el 80 %, según un informe del Laboratorio de Economía de la Educación (LEE) de la Pontificia Universidad Javeriana.

El profesor Pedreros sostiene que las clases de astronomía han servido para que estos estudiantes entre los 16 y 20 años, ocupen su mente en algo más y vean otras alternativas de vida. “Me decían que hiciéramos la clase de matemática rápido para pasar a las de astronomía. Varios de estos chicos tienen problemas de consumo, pero cuando iniciamos con el proyecto noté que se esforzaban por llegar bien a clase”.

Las sesiones se han convertido en un intercambio de saberes académicos y culturales. “Aunque muchas veces les da pena, ellos nos cuentan que sus abuelos les hablaban sobre el sol, lo que significa para su comunidad, nos enseñan cómo se dicen algunas palabras en su lengua, o lo que representa una constelación”, recuerda el profesor.

Para muchos las clases no terminan con la jornada escolar, pues Taraira, al ser un municipio alejado, en medio de la selva y sin energía eléctrica en las noches, se convierte en un escenario perfecto para apreciar el cielo. “Las zonas rurales también son las zonas en las que el cielo está mucho más despejado. Eso despierta mucha más curiosidad en los niños, porque usualmente tienen el privilegio de tener una noche súper estrellada, algo que ya no pasa en las ciudades. Por ese lado también intentamos acercarnos a los estudiantes”, dice la astrónoma.

El principal reto para llegar a más lugares es justamente la conectividad, pues aunque muchos colegios se han interesado en hacer parte del proyecto no cuentan las herramientas necesarias, y RECA, al ser una red voluntaria y conformada por estudiantes que en gran parte están por fuera del país, concretar reuniones presenciales no es tarea fácil. Sin embargo, en algunos casos lo que hacen es grabar las charlas y hacerlas llegar a estas instituciones, para lugar recibir preguntas y devolver las respuestas a través de canales como WhatsApp.

“Creemos que tener una visión de la astronomía desde temprano nos ayuda a tener un pensamiento crítico, a resaltar el rol de las ciencias en la sociedad”, sostiene la astrónoma de RECA. “Queremos que los niños desde pequeños tengan acceso a este tipo de herramientas que los pongan a soñar desde chiquitos”.