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En Bogotá, en algunas noches despejadas, alcanzan a verse en el cielo unas pocas estrellas que alumbran durante la noche. La razón por la que no son visibles siempre es que la capital de Colombia reúne varias de las condiciones que dificultan la observación astronómica. (Le puede interesar: Lluvia de meteoros Gemínidas: ¿cómo y cuándo verla?)
La contaminación lumínica, esa que generan la luz de los hogares, las empresas, los centros comerciales y el alumbrado público, es una de las razones para que no sea posible hacer esta actividad en las grandes ciudades.
A esto se suma la contaminación ambiental, especialmente el esmog, que se genera por el material particulado que expulsan los vehículos a gasolina o diesel.
Para observar las estrellas se requiere de un cielo despejado y de un ambiente lejos de la contaminación lumínica. Estos espacios suelen encontrarse alejados de grandes ciudades. Pero, también hay que tener en cuenta que la altitud puede influir en la experiencia, no solo por la temperatura durante la noche, sino por las variaciones en el aire. (Le recomendamos: Parece un hecho: el 2023 será el año más caluroso jamás registrado)
De acuerdo con Procolombia, la entidad del Estado encargada de la promoción del turismo, las exportaciones y la cultura del país, hay tres lugares en los que se podrá lograr una buena experiencia de observación astronómica.
El primero de ellos es el Desierto de la Tatacoa, ubicado entre el departamento de Huila, cerca de Neiva y Villavieja; y de Tolima, cerca de Natagaima. Las temperaturas pueden alcanzar los 40° C durante el día. En el lugar se puede acampar y es un gran atractivo para científicos, por sus característicos suelos, pero también para la observación astronómica.
El segundo es el Cabo de la Vela, en La Guajira. Este es uno de los puntos más al norte de Colombia, su altitud oscila entre los 0 y los 47 metros sobre el nivel del mar. Por su lejanía de las ciudades, como Riohacha o Uribia, tiene el ambiente adecuado para la observación. (También puede leer: Telescopio James Webb detecta el agujero negro más antiguo que se ha observado)
El tercero es en Boyacá, en el Parque Nacional Natural el Cocuy. Allí la astronomía hace parte de las comunidades indígenas de la sierra que recibe el mismo nombre que el parque, por lo que las observaciones hacen parte fundamental de sus atractivos turísticos. De hecho, allí se encuentra el Observatorio Astronómico en el Camino ancestral de Mal Paso.
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