Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Un elefante hembra asiática llamada Mary, que vive en el zoológico de Berlín, en Alemania, ha desarrollado un elaborado y especial comportamiento para ducharse con manguera que ha sorprendido a los científicos.
Normalmente, explican en un artículo publicado en la revista Current Biology, los elefantes se rocían con agua usando únicamente su trompa, pero Mary hacía algo mucho más especial: recogía la manguera en unos 5 segundos y, en promedio, se duchaba durante 7 minutos. Sorprendentemente, cuando el agua se cerraba, soltaba la manguera, lo que indica que este comportamiento es voluntario, ya que nunca fue entrenada para hacerlo y se desconoce cómo aprendió esta habilidad.
Mary se duchaba el cuerpo sistemáticamente y coordinaba la manguera de agua sostenida por la trompa con movimientos de las extremidades, como levantar una pata trasera y extenderse hacia adelante para acceder a ella más fácilmente con el chorro de agua.
Además, adaptaba el modo en que sostenía la manguera según la parte del cuerpo que quería mojar. Por ejemplo, cuando Mary se duchaba la espalda, sostenía la manguera más lejos del extremo, lo que le permitía dirigir el agua hacia esa zona de manera eficiente. Este comportamiento implicaba que hiciera movimientos rápidos y usara la manguera de una manera similar a un lazo, aprovechando su flexibilidad. Incluso, después de mojarse la espalda, a veces soltaba la manguera una vez que había cumplido su objetivo.
¿Por qué esto es importante? “Al usar la manguera de agua como una extensión de su trompa, Mary mejoró la eficacia y el alcance de su comportamiento de ducha. Adaptó la herramienta para diferentes propósitos, cambiando la forma en que la sujetaba y, con ello, sus propiedades físicas, su alcance y la forma en que podía balancearla sobre su espalda”, explican los científicos. Es decir, Mary mostró una capacidad para utilizar herramientas de manera flexible y estratégica, lo que podría sugerir un nivel de cognición complejo.
La modificación de una herramienta para diferentes propósitos ya se ha observado en el pasado, cuentan los investigadores. Los cuervos de Nueva Caledonia (Corvus moneduloides) son conocidos, por ejemplo, por su habilidad para modificar herramientas, lo que incluye doblar o desenrollar alambres para adaptarlos a diferentes tareas. Se ha demostrado también que tanto los elefantes cautivos como los salvajes usan y modifican ramas para cambiar de lugar a las moscas.
“Existe la posibilidad de que las habilidades de Mary para ducharse con la manguera puedan estar relacionadas con una comprensión algo intuitiva que tienen los elefantes de las mangueras de agua, que se deriva de la similitud con su propia trompa, que usan de manera comparable para rociar sus cuerpos con agua”, agregan los investigadores. Bañarse y rociarse con agua, barro o polvo son conductas muy comunes en los elefantes e importantes para la regulación de la temperatura corporal, así como para el cuidado de la piel. La conducta de Mary, entonces, continúan los autores, encaja con otros ejemplos de uso de herramientas en elefantes relacionados con el cuidado corporal. Es posible que, dado que no fue entrenada para ello, Mary viera a otros elefantes realizar la conducta de ducharse antes de su llegada al zoológico.
Mary no fue la única “experta” en el manejo de mangueras para bañarse. Anchali, un elefante hembra más joven, mostró una complejidad similar a la observada en Mary, pero con algunas diferencias.
Anchali no solo usaba la manguera de manera simple, sino que realizaba una serie de acciones secuenciales que afectaban el flujo de agua, interrumpiéndolo ocasionalmente. En ocasiones, Anchali también se paraba sobre la manguera, lo que también interrumpía el flujo de agua. Esto sucedía alrededor del mismo tiempo que Mary la mostraba comportamientos agresivos. ¿Era una especie de venganza?
“Varias líneas de evidencia sugieren que Anchali tenía como objetivo intencional interrumpir la ducha de Mary”, escriben los investigadores. Por ejemplo, Anchali mostró repetidamente esta compleja secuencia de maniobras de la trompa, y las interrupciones en el flujo de agua se volvieron más efectivas con el tiempo. Además, “habría existido un motivo para que Anchali interfiriera en la ducha de Mary, ya que hubo numerosos actos agresivos por parte de Mary hacia Anchali”, agregan los autores del estudio.
“En conjunto, estas observaciones nos llevaron a sospechar que el comportamiento de Anchali de doblar y apretar podría reflejar una estrategia intencionada de interrupción del flujo de agua y que el objetivo podría ser sabotear la ducha de Mary. Esta interpretación está en línea con los comportamientos cognitivamente complejos observados en los elefantes”, concluyen los investigadores. Sin embargo, esta idea, reconocen los autores, necesita mucha más investigación, pues en esta ocasión se realizaron pocos ensayos.
👩🔬📄 ¿Quieres conocer las últimas noticias sobre ciencia? Te invitamos a verlas en El Espectador. 🧪🧬